San Francisco de Sales, amigo de San Vicente de Paúl

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Hoy, 24 de enero, la Iglesia recuerda a San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y escritores católicos a cuyo amparo e intercesión la Iglesia confía a todas aquellas personas que se dedican a la noble profesión del periodismo y al oficio de escribir.

La devoción y la defensa de la fe que caracterizaron a este santo y doctor de la Iglesia son puestas como modelo para los periodistas y escritores, cuyo norte debe ser siempre la difusión de la verdad y la edificación de la humanidad.

Desde este portal web gestionado por profesionales del medio, queremos felicitar y enviar nuestra gratitud a todos los compañeros comunicadores que trabajan fielmente al servicio de la verdad y la información, su compromiso, responsabilidad y ética, asumiendo la grandeza de informar, comunicar y establecer grandes lazos con todas la comunidades.

San Francisco y San Vicente de Paúl

En octubre de 1618, Francisco llega por tercera vez a París. Será en esta ocasión, que sepamos con seguridad, cuando Vicen­te de Paúl va a tener la oportunidad de conversar e intimar direc­ta y largamente con el santo Obispo de Ginebra.

La estancia de Francisco en París se prolongará durante todo un año. A este encuentro llega un Francisco de Sales que, según su propia confesión, «ya iba declinando su vida hacia la vejez», pero, sobre todo, llega un obispo que ha plasmado en su vida el modelo delineado por el Concilio de Trento, y un santo que des­borda amor de Dios en el trato personal e irradia ese amor en el corazón de sus interlocutores. Su figura suscita admiración y reconocimiento universal, desde la gente sencilla de su diócesis hasta el grupo elevado de numerosos espirituales que se esfuer­zan por la renovación de la Iglesia en Francia. La misma nobleza y Corte Real se disputan su presencia.

2.1. Encuentro y ternas a tratar

Francisco de Sales llega a París para solicitar la mano de la joven Cristina, hermana de Luis XIII, para el Príncipe del Piamonte, primogénito de su Alteza Carlos Manuel. Hasta entonces, desde 1602, invariablemente el Duque se había opuesto a su pre­sencia en la Corte de París. Ahora, Francisco gozará de todo un año, entre octubre de 1618 y septiembre de 1619, para responder a las solicitudes de quienes quieren escuchar su predicación, recibir sus consejos y orientaciones, charlar y confesarse con él. Entre aquellos a los que el Santo Obispo de Ginebra va a prestar especial atención, figura Vicente de Paúl.

Sin duda, Vicente conocía ya mucho del santo Obispo. La huella que Francisco había dejado en la Corte y en el pueblo de París con sus más de cien predicaciones durante 1602, se mante­nía profunda y activa. Pero, en particular, seguía vivo el rescol­do de su animación espiritual en el entorno del círculo de Madame Acarie. Vicente participaba sin duda de ese aprecio e influjo de la espiritualidad del santo Obispo de Ginebra.

Conocía al Santo Obispo por su doctrina espiritual, amplia­mente divulgada a través de la publicación en 1608 de la Intro­ducción a la «Vida Devota», que, según confiesa el mismo Fran­cisco, «ha sido muy bien acogida en Francia», y seguramente también a través del «Tratado del Amor de Dios», cuya primera edición es de 1616.

Y es probable que lo hubiese tratado personalmente en su época de párroco de Chátillon-les-Dombes, perteneciente a la diócesis de Lyón, a donde Francisco acudía a predicar y donde acababa de establecer el primer monasterio de la Visitación fuera del Ducado de Saboya. Ciertamente las reglas de la Cofradía de la Caridad están inspiradas en la Introducción a la Vida Devota. Además parece difícil explicar la amistad tan íntima y familiar que surgirá de pronto entre los dos santos a raíz del encuentro de París. Sin embargo, carece de fundamento la afirmación de un primer encuentro el año 1602.

Según Pedro Coste, el primer encuentro directo y personal entre Francisco y Vicente de Paúl, al menos en París, tuvo lugar seguramente a finales de diciembre de 1618. Cuando Francisco de Sales llega a París el 10 de noviembre, Vicente de Paúl esta­ba de visita por tierras de Montmirail en compañía de la Señora de Gondi. El intermediario de ese primer encuentro fue proba­blemente Pedro de Bérulle, con quien Francisco de Sales trató sobre la formación del clero. Pero a ese primer encuentro siguie­ron otros más personales, seguramente a través de los señores de Gondi, que se movían en el círculo del ilustre visitante y aprecia­ban sobremanera al señor Vicente. No hay que olvidar que el entonces obispo de París era el Cardenal de Gondi, quien traza­ría un plan para retener a Francisco en París, proponiéndole el nombramiento de coadjutor con derecho a sucesión.

Si tuviéramos que hacer un guión de los coloquios manteni­dos entre los dos santos, anotaríamos los siguientes puntos:

El tema eclesial, especialmente en lo referente a la refor­ma del clero y a la evangelización del pueblo sencillo y la atención a los pobres.

El tema personal, que permite a Vicente compartir con el Santo Obispo sus inquietudes apostólicas y la vocación a la que se siente llamado.

El coloquio y la intimidad espiritual que se establece entre los dos.

2.2. Plena sintonía y gran familiaridad

El mutuo aprecio y familiaridad que surge entre los dos, hace suponer a P. Coste que los dos santos estaban «hechos para comprenderse amarse». En la misma línea se manifiesta Luis Abelly, al considerar la elección que Francisco y la Madre Chan-tal hacen de Vicente para Director del monasterio de la Visita­ción recién fundado en París, a pesar de que «había por aquellos días en París varios sacerdotes sabios, virtuosos y de más edad que el señor Vicente».

En este caso no se trataba sólo de una impresión, sino que res­pondía a la realidad de una relación íntima. Así nos lo confirma­rá Vicente en diversas ocasiones y de forma solemne en la Decla­ración tomada a Vicente el 17 de abril 1628 para la Beatificación de san Francisco. «Muchas veces me honré con el trato de Fran­cisco de Sales», confiesa Vicente. «Añadiré además —continúa—, basándome en el trato familiar con que me honró, que abriendo conmigo su corazón me dijo una vez que, cuando predicaba, se daba cuenta de que alguno le movía interiormente»’.

El nivel de la confianza depositada por Francisco de Sales en Vicente, lo expresa una confidencia que el Santo Obispo le con­fía en presencia de la Madre Juana Francisca Frémiot, viuda de Chantal, que había llegado a París el 6 de abril de 1619, llamada por Francisco para la fundación del nuevo monasterio de la Visi­tación. Les confía el mismo Francisco: «¡Qué bien he humillado a nuestras hermanas, que se esperaban que iba a decir maravi­llas en tan buena compañía!». Se trataba del primer sermón que Francisco predicó al día siguiente de su llegada a París en pre­sencia de la corte y del auditorio más selecto. Este tipo de con­versaciones tan íntimas no eran casuales, sino habituales. En otra ocasión llegó a confesar a Vicente que no podía leer sus pro­pios escritos sin llorar. «Supe de su propia boca por haberlo visto en su trato familiar, que solía derramar lágrimas, cuando repasaba los capítulo de los libros que él mismo había compues­to, pues se daba cuenta de que todas aquellas cosas las había escrito tan excelentemente, no por su propio ingenio, sino bajo la inspiración de Dios». La confianza e intimidad con que le solía tratar el santo Obispo hace exclamar a Vicente en un momento de su Declaración en el proceso de Beatificación: «Sé a ciencia cierta».

Por su parte, la admiración y veneración que Vicente de Paúl llegó a profesar a san Francisco de sales, creció de día en día. «Cuando repaso en mi mente las palabras de este siervo de Dios, excitan tanto mi admiración que me muevo a creer que ha sido el hombre que mejor copió al Hijo de Dios, mientras moró en esta tierra». Llamó especialmente la atención de Vicente la bondad desbordante que transmitía en sus conversaciones perso­nales al hablar del amor de Dios. Esto le hizo exclamar en una ocasión en que repasaba en su interior la idea de la bondad de Dios, que Francisco le había manifestado: «¡Qué bueno eres, Dios mío, cuando tan amable es esta criatura vuestra!».

A Vicente que, según Abelly, «era de natural bilioso y de un temperamento vivo y, por consiguiente, muy inclinado a la cólera», se le grabó en el fondo del alma este modelo. Ya antes se esforzaba en moderar su temperamento, que, además, inquie­taba especialmente a la señora de Gondi, porque pensaba que estaba disgustado por alguna queja contra su casa. Desde el encuentro con Francisco de Sales intensificó este esfuerzo. Nos cuenta Abelly «que la primera vez que lo vio, reconoció enseguida en su aspecto, en la serenidad de su rostro, en la manera de tratar y de hablar una imagen muy clara de la man­sedumbre de Nuestro Señor Jesucristo, que le había ganado el corazón».

Pero también Francisco de Sales, refiere su confesor Miguel Favre, había declarado «que no era dulce tanto por inclinación natural como por esfuerzo”. Más aún, como un día su herma­no, probablemente Juan Francisco, le mostrase su admiración por como había dominado su cólera, el Santo le confesó que «en muchas ocasiones, la cólera le hervía en el cerebro como hierve el agua en un cacharro puesto al fuego, pero que por la gracia de Dios, aunque tuviera que morirse por la violencia que tenía que hacerse para resistir esa pasión… jamás diría una palabra en su defensa».

En el retiro de Soissons de 1621, según asegura P. Collet’, Vicente le rogó a Dios que le cambiase ese temperamento brus­co y le concediese uno dulce y benigno. Poco después, nos dice Jean Calvet, quedó curado por una gracia especial, precisamen­te a la muerte de Francisco de Sales en 1622, como si fuese «la última sonrisa de su amigo’. Ya al final de su vida, confiesa a sus misioneros con evidente humildad: «Hace tanto tiempo que estudio esta lección y todavía no me la he aprendido».

Lo que el mismo Vicente recomienda al P. Codoing, es que desconfíe de los fervores naturales, ya que el espíritu de Dios procede con suavidad y con toda humildad. Y le confirma que, al comienzo de proyectar la Misión, hizo expresamente un retiro en Soissons por ese motivo, y añade: Dios quiso escucharme.

José Mª López Maside,

CEME, 2008

Carta del Santo Padre por el 400 aniversario de nuestra Congregación

El Santo Padre Francisco ha hecho llegar al superior general y a toda la Congregación, la siguiente carta, con motivo de los 400 años del contrato de fundación de la Congregación de la Misión.

«Rezo para que este 400 aniversario sea ocasión de alegría y de renovada fidelidad para la visión del discipulado misionero, basado en la imitación del amor preferencial de Cristo por los pobres» 

Papa Francisco

5 puntos importantes de reflexión:

1. RENOVAR LA FIDELIDAD A LA VISIÓN MISIONERA

2. INSPIRACIÓN PARA QUE LOS JÓVENES CONSTRUYAN UN MUNDO MEJOR

3. MISIÓN Y FORMACIÓN DEL CLERO

4. IMPORTANCIA DEL SERVICIO A LOS MÁS NECESITADOS

5. IMITAR EL AMOR PREFERENCIAL DE CRISTO POR LOS POBRES

 

 

40 años de la firma del tratado de paz y amistad entre Chile y Argentina

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El viernes 29 de noviembre junto a autoridades civiles y militares y parte de la feligresía de nuestra comunidad en Porvenir se reunieron para celebrar la Eucaristía y recordar este hito histórico que vivimos entre Chile y Argentina, con la mediación de la Santa Sede y que evito una confrontación entre ambas naciones.

Cabe destacar que para la provincia de Tierra del Fuego está situación fue patente de muchas formas. Aún hoy se mantiene en el recuerdo de muchos el sonido de algunas sirenas, los tiempos de oscuridad que se debían realizar y la llegada del contingente militar. Aún están como huella perenne en el tiempo las trincheras cavadas en las cercanías de lo que había sido la escuela agrícola «Las Mercedes». Todo esto recordamos en la Eucaristía celebrada dónde pedimos a Dios y a su madre santísima que nos ayude a hacer prevalecer la paz y buscar siempre el diálogo y el entendimiento como formas de encuentro. Más aún en esta zona del país donde la cultura patagónica fusiona a ambos países y los hace ser hermanos con historia y costumbres comunes. Ojalá estos hechos queden en el pasado y nunca más vivamos la incertidumbre de una posible guerra, con el dolor que esto ocasiona en tantas personas.

 

Pier Giorgio Frassati elevado a los altares

Pier Giorgio nació en Turín en 1901 en el seno de una rica familia burguesa:

Su padre Alfredo, senador liberal, periodista, propietario del periódico «La Stampa», amigo íntimo de Giolitti, del que fue enviado a Berlín como embajador de Italia; su madre era una pintora muy reconocida: El rey de Italia, Víctor Manuel III compró uno de sus cuadros expuestos en la Bienal de Venecia. El clima que se respiraba en la casa de Frassati no era en algún modo una «atmósfera de fe», pero el Señor supo cómo abrirse camino en los corazones de las personas dispuestas a escucharlo.

El sistema familiar se combate desde dentro

Pier Giorgio rechazaba el tipo de vida que se conducía en casa y también se sentía a disgusto en la clase social a la que pertenecía; además, la fe era un elemento más de forma que de sustancia. Compartió su infancia con su hermana Luciana, apenas un año más joven, su única confidente en cuanto comenzaron a emerger los contrastes cada vez mas frecuentes con mamá y papá. Por si fuera poco, Piergiorgio no era un gran estudiante, pero logró entrar al Instituto Social de los Padres Jesuitas y luego, después del bachillerato, se inscribió en Ingeniería Mecánica con especialidad minera para estar cerca de los mineros, considerados entonces los más explotados entre los explotados. En esas difíciles condiciones familiares, de todos modos Pier Giorgio decidió quedarse en casa, junto a su familia, para poder ejercitar su grande empeño social y su caridad a los pobres, su amor a la oración y a la eucaristía, que superaron con creces su escasa dedicación al estudio. Desafortunadamente, no alcanzó a obtener en vida su título de ingeniero y sólo hasta el 2002 le fue concedido «honoris causa».

El Papa Francisco lo anunció el 20 de noviembre, al final de la Audiencia General, suscitando un atronador aplauso en la plaza de San Pedro, abarrotada por miles de fieles cobijados bajo los paraguas. Entre ellos, también algunos niños del comité organizador de un gran evento que se celebrará en el Vaticano el 3 de febrero: el Encuentro mundial de los Derechos de los Niños, titulado «Amémoslos y protejámoslos», en el que participarán expertos y personalidades de distintos países.

El Papa lo anunció también al final de la audiencia de ayer, Día Internacional de los Derechos de la Infancia de de la Adolescencia, y también esta noticia fue acogida con fuertes aplausos y un entusiasmo inesperado, con el grupo de niños corriendo desde la primera fila del parvis hacia el palco del Pontífice para saludarlo y darle las gracias.

“Será una oportunidad para encontrar nuevas formas de socorrer, proteger a millones de niños aún sin derechos que viven en condiciones precarias, son explotados y maltratados y sufren las consecuencias dramáticas de las guerras”, afirmó.

Las canonizaciones

El pequeño Francisco («¡Te llamas como yo!», exclamó el Papa) y todos los demás estrecharon la mano del Pontífice y se hicieron una foto juntos. Al final del extra programa, el Santo Padre, pensando todavía en los pequeños, hizo el anuncio de las dos canonizaciones:

“Quiero decir que el año que viene, en el Jornada de los Adolescentes, canonizaré al beato Carlo Acutis, y en la Jornada de la Juventud, el año que viene, canonizaré al beato Pier Giorgio Frassati”.

Dos santos «jóvenes»

Frassati, considerado uno de los santos «sociales» de Italia. Miembro de una familia acomodada, dedicado a la oración y a los más débiles, era también un buen deportista: «Un alpinista… tremendo», le llamó Juan Pablo II, que quiso beatificar a este «chico de las ocho Bienaventuranzas» en 1990. Ahora, otro Pontífice, de origen piamontés, lo eleva a los honores de los altares en un año dedicado a recuperar la esperanza. La que tanto Acutis como Frassati predicaron, no con palabras, sino con sus vidas.

Está noticia llena sin duda alguna de alegría a toda la familia vicentina y nos motiva a seguir orando y creciendo día a día en la fe.

Misa en honor a la Virgen de Chinquinquirá

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Por primera vez en la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda, se celebró el pasado domingo 17 de noviembre a la Virgen de Chinquinquirá, conocida popularmente cómo «Virgen de la Chinita o Virgen Morena». Una celebración que desde el principio hasta el fin estuvo integrada por nuestra comunidad eclesial. Con una gran participación de la Comunidad Venezolana en Chile, se vivió un momento muy especial para todos los asistentes.

Fue presidida por nuestro Padre Visitador Gastón Otárola, C.M. y preparada con mucho cariño y esfuerzo por los fieles a esta Virgen Santa, comenzó está celebración con el Mes de María, cantando y orando el Santo Rosario, posteriormente, entro en procesión la Virgen de Chiquinquirá desde la entrada del templo acompañados de dos acólitos de la comunidad de Shalom Andrés y Daniel, personas del coro las cuáles se estuvieron preparando con gran entusiasmo desde hace meses, para entonar los cantos especiales a la Virgen denominados «Gaitas» y algunos peregrinos.

Durante la predica el P. Visitador contó un poco la historia de la virgen de como llegó a este pueblo de Maracaibo – Venezuela, «Cómo se le presenta la Virgen en repetidas ocasiones a las personas más humildes y fieles de corazón y nos hizo reflexionar sobre esto», al finalizar su predica, instó a los asistentes a dar testimonios sobre vivencias o milagros concebidos por esta Virgen ya que, la iglesia estaba llena de sus fieles y devotos, a lo cuál, tres personas muy emocionadas por la oportunidad y agradecidos por la Comunidad Vicentina de hacer está celebración posible, contaron sus milagros y anécdotas.

Seguidamente, en el momento de orar el Padre Nuestro el padre pidió que uniéramos nuestras manos como una sola comunidad y que nuestra oración se uniera con nuestros familiares, amigos y conocidos en Venezuela.

Terminada la Eucaristía, se procedió al tan esperado «Concierto de Gaitas Venezolanas» el cuál hizo vibrar y transportar a todos los asistentes a las experiencias ya vividas en Venezuela, cantaron bailaron y gozaron. Agradecidos por el coro «Grupo de Oración Virgen de Guadalupe» y «Los Especiales de María» por su preparación y entusiasmo.

Para concluir está celebración a María se invitó a todos los asistentes a un compartir fraterno entre hermanos.

Agradecemos a todos los asistentes por su motivación, entrega y disposición para la celebración de la Virgen Chinita. 

FUNDADA LA COMUNIDAD MAS AUSTRAL DE MADRUGADORES EN CHILE: PORVENIR

El sábado 16 de noviembre, se dio inicio a Madrugadores en Porvenir, en Tierra del Fuego, comunidad mas austral del mundo. Porvenir pertenece a la diócesis de Punta Arenas.

Gracias al P. Alejandro Fabres, C.M. párroco de la Parroquia San Francisco de Sales que nos ha abierto las puertas de la sede parroquial, iniciamos con una misa que tuvo un momento importante después de la comunión con la exposición del Santísimo, momento que resultó muy significativo.

Después de la misa, hubo un desayuno, felices todos y rogando que esta corriente de vida siga expandiéndose y tome fuerza en Porvenir.

Salvador San Martín

¿DONDE QUEDA PORVENIR?

Porvenir es una ciudad y comuna de la zona austral de Chile, situada en la Provincia de Tierra del Fuego, una de las provincias que componen la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena. Tiene una población de 6.800 habitantes.

Cruce en Ferry. Con cruces diarios, el viaje se realiza en aproximadamente dos horas a través del Estrecho de Magallanes uniendo el embarcadero Tres Puentes (Punta Arenas) y Bahía Chilota (Porvenir).

 

Reunión con Ministra de la Mujer y Equidad de Género en Cerro Navia

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Una reunión con la Ministra de la Mujer y de Equidad de Género, Antonia Orellana y la Seremi Metropolitana de la misma cartera, Ana Martínez, sostuvo el P. Álvaro Tamblay, C.M., en su calidad de párroco de la Parroquia Cristo Evangelizador y Solidario de Cerro Navia y de Director Ejecutivo de la Fundación Espacio Divergencia.

El día 15 de noviembre, en la reunión, que se desarrolló en las oficinas del mencionado Ministerio, el P. Álvaro estuvo acompañado de Popa, coordinadora de la Pastoral Social de la Parroquia y presidenta de la Fundación «Amigos de Jesús» y de Matías Sepúlveda, Director Operativo de Espacio Divergencia.

En la oportunidad, la ministra los invitó a lanzar una idea piloto para hacer partícipe a la Iglesia de la prevención y la erradicación de la violencia contra la mujer, dado que en el sector parroquial están los más altos índices de violencia intrafamiliar y violencia contra la mujer, de todo el país, toda vez que el trabajo que hacen los organismos públicos, entre ellos la Municipalidad, no dan abasto, dado la cantidad de casos y también por la falta de denuncias.

La reunión muy cordial, la ministra se dio todo el tiempo necesario para dialogar con sus invitados y les contó cómo el feminismo y la perspectiva de género han sido un sello del gobierno del presidente Boric y que en este mandato el Ministerio ha avanzado mucho. Además les ofreció todo su apoyo para el trabajo que puedan realizar en el combate a la violencia contra la mujer. También hablaron del trabajo con la juventud y con el mundo LGTBQ+. Además ofreció apoyo económico para financiar estas tareas y anunció una próxima visita al territorio parroquial.

Fuente: Radio Vicentina.

FAMVIN Chile se hace presente en Argentina

Tras la convocatoria realizada por FAVILA, región cono sur. La familia vicentina de Chile se hizo presente participando activamente en el encuentro. En esta oportunidad se contó con la participación de:

Paulina Cortes (A.M.M.),
Ana Sandoval (A.M.M.),
P. Danilo Gallardo (C.M.),
Sor María Victoria Leal (H.C.),
Anita Jara representando a la J.M.V.
Romina Arancibia y Max Aviles de la Pastoral Educativa de las Hijas de la Caridad y Vicente (hijo de Paulina) quien asistió como invitado especial.

Este encuentro se realizó entre los días que van del 8 al 10 de noviembre en el colegio San Vicente de Paúl, del Escobar perteneciente a la Congregación de la Misión.

Por la mañana del sábado 9, correspondió a la delegación de Chile animar la oración, este espacio, permitió, a la luz del evangelio del día, reflexionar (por rama) que estábamos haciendo con la casa de Dios, cual es nuestra real presencia en el templo, necesaria, pero quizás mal enfocada. Luego de la oración y del desayuno, la participación de los misioneros vicentinos de Chile, contó además, con la reflexión que dirigió el P. Fernando Macías, C.M. Sobre el tema «La oración desde la espiritualidad vicentina».

No todo fue formación, el mismo sábado por la tarde noche, se realizó una muestra folclórica de cada país: Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay presentaron lo mejor de sí. Este momento de esparcimiento, permitió, una mayor integración y conocimiento de los países presentes.

En este encuentro, donde participaron más de 50 personas, miembros de las distintas Ramas y Congregaciones vicentinas, (Hermanas de la caridad de San Vicente de Paúl de Zagreb) emanará el documento final con las orientaciones de FAVILA cono sur, las cuales deberán dar las orientaciones y compromiso que cada país podrá llevar a cabo desde su propia realidad.

Además, de forma interna, el momento vivido, permitió que la FAMVIN Chile pudiera replantearse en que está fallando, que debe fortalecer y que debe mantener, además de ver la urgente necesidad de actualizar sus estatutos para poder abrir la FAMVIN a otras entidades de carácter social vicentino.

Que el buen Dios, nos conceda trabajar «Como amigos que se quieren bien».

 

Falleció Sor Ismenia Araya Solis, H.C.

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En la tarde del lunes 4 de noviembre, en la Clínica Dávila, en Santiago, a los 95 años de edad y 69 de vocación, falleció Sor Ismenia Araya Solis, Hija de la Caridad.

Había nacido el 21 de julio de 1929 en Graneros, en la entonces Provincia de O´Higgins, en la Zona Central de nuestro país, en el seno de una numerosa familia cristiana. Desde niña se despertó en ella la vocación a una entrega total a Dios en el servicio a los hermanos.

Conoció a los misioneros vicentinos – conocidos en ese tiempo como los lazaristas– que predicaban las misiones populares en esos lugares y especialmente al P. Humberto Abarca, que le ayudó a orientar su vocación hacia las Hijas de la Caridad. Así como ella fue orientada y acompañada por un misionero, también ella, después, orientó y acompañó a más de algún joven que luego se convirtió en misionero vicentino.

Después de ayudar en la crianza de sus hermanos y a pesar de la oposición de su padre, ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad el 13 de marzo de 1955, a los 25 años de edad. Hizo sus Votos por primera vez, cinco años después, el 15 de marzo de 1960.

La mayor parte de su vida de Hija de la Caridad la entregó al servicio de los enfermos en los Hospitales, en Santiago en los Hospitales “José Joaquín Aguirre” y “El Salvador”, en el Hospital Regional de La Serena, en el Hospital Regional de Talca, en el Hospital de San Fernando y en el Hospital de Puerto Montt. En todos los lugares donde le tocó estar se entregó por entero, con generosidad y abnegación, al servicio de los más pobres, los enfermos y ancianos.

Durante muchos años ejerció el servicio de Hermana Sirviente destacándose por su buen espíritu, la alegría en la vivencia de su vocación y por la preocupación por el bienestar integral de cada una de las Hermanas de su Comunidad. Siempre procuró vivir una vida plena en lo espiritual, valorando los tiempos fuertes de oración y los sacramentos. También fue consejera provincial.

En el año 2006, estando en el Hogar El Atardecer, escribió en su autoevaluación: “En la vida comunitaria: trato de ser amena con todas las Hermanas, hacer todo lo que yo pueda, contribuir con un buen espíritu, vivir la alegría de mi ser de Hija de la Caridad. En el servicio: Hago todo lo que puedo, en la portería, ayudo en la cocina, rezo con el personal, y estoy disponible a prestar cualquier servicio que sea necesario, si me lo piden dentro de mi delimitada salud”. Su Hermana Sirviente de ese momento agregó una observación: “La Hermana es una muy buena Hija de la Caridad según lo deseaban San Vicente y Santa Luisa”.

 

RV/HH.CC.

Fuente: Radio Vicentina –  https://radiovicentina.cl/2024/11/05/fallecio-sor-ismenia-araya-solis/

Misa por nuestros difuntos en Santiago

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Como es tradicional, el día 2 de noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, se ha celebrado la Eucaristía en el Mausoleo de las Hijas de al Caridad y de los Misioneros, en el Cementerio General de Santiago. De esta manera, hemos recordado a nuestro difuntos y hemos rezado por ellos como lo mandan nuestras constituciones.La Misa fue presidida por el Asistente Provincial el P. Fernando Macías y concelebrada por los sacerdotes de las casas de Santiago – Casa Central, Macul y Cerro Navia. Además, de contar con la presencia de las Hijas de la Caridad, nuestros seminaristas y algunos laicos, que nos quisieron acompañar en esta celebración, recordando tanto a Hijas de la Caridad como Misioneros Vicentinos que sembraron la semilla de San Vicente en sus corazones.

En el curso de la celebración, se recordó a varias hermanas y misioneros, además de familiares, nombrándolos a viva voz y recordando sus virtudes y el influjo que tuvieron en nuestra vidas. Rogamos a Dios para que sigamos cultivando día a día nuestras tradiciones.