Juramento a la Bandera y Vigilia de preparación en Porvenir

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Como todos los años y en conjunto con el Destacamento Militar «Caupolicán», el más austral de nuestro país, se realizó la tradicional vigilia de preparación para el juramento a la bandera que los nuevos conscriptos que llegan a realizar su Servicio Militar realizan en esta fecha recordando la gesta heroica de la Batalla de la Concepción.

Junto con el Pastor Evangelico, más de cien soldados junto a sus familias vivieron este hermoso momento para prepararse a hacer este juramento a Dios y a la patria hasta entregar la vida si fuese necesario. Un momento emotivo en la vida de cada uno de ellos, que como Iglesia queremos seguir acompañando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Primeras Comuniones en Cerro Navia

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Durante el mes de mayo en la Parroquia Cristo Evangelizador y Solidario se han realizado las Primeras Comuniones de varios niños, niñas y jóvenes de la comunidad parroquial.

La primera celebración fue el sábado 04 de mayo en la Capilla Nuestra Señora de La Paz, el sábado 18 de mayo en la Capilla San Óscar Romero y por último el sábado 25 de mayo se realizó en la Capilla San Francisco Javier. Estas celebraciones a cargo del P. Álvaro Tamblay, C.M. y el P. Víctor Rodriguez, C.M.

 

 

Diversas Actividades con los Catequistas en Copiapó

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El día sábado 25 de mayo se realizó el Encuentro de Catequista en La Candelaria, Copiapó, Región de Atacama, donde participaron algunos de los Catequistas de nuestra Parroquia Santísima Trinidad en el encuentro Diocesano.

 

Con ocasión de la solemnidad de la Santísima Trinidad tuvimos un Triduo: «espacio de tres días») como preparación a la celebración con tres catequesis sobre la Trinidad.

A manera de Lectio Divina: (‘lectura orante’) durante los días 23 – 24 – 25 de mayo y el Domingo fue la fiesta con la presencia de las comunidades de base, o consejos sectoriales. Todas estás actividades acompañadas y dirigidas por su párroco el P. Alberto Torres, C.M.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Celebración Apertura Puerta Santa

15 de marzo de 2024 hasta el 15 de marzo de 2025, el Padre General Tomaž Mavrič, CM., ha concedido un «Año Jubilar» en Chile, en el contexto conmemorativo de los 170 años de la presencia del carisma vicentino en este territorio, constituyéndose en unos de los enclaves más antiguos que tiene nuestro carisma en el continente americano. Jubileo que celebraremos bajo la premisa:

“170 años de presencia FAMVIN Chile: Misión y Caridad”.

Se hizo la apertura de la Puerta Santa en la Capilla de la Medalla Milagrosa ubicada en la comuna de Independencia. Acompañó está celebración el capellan P. Fernando Macías, C.M.

Realizada por las Hijas de la Caridad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Laudato Si, la Rerum Novarum de Nuestro Siglo

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Compartimos en nuestro portal, el siguiente artículo, escrito por el P. Alejandro Fabres para el sitio internacional de nuestra Congregación, cmglobal.org, sobre el aniversario de la Encíclica del Papa Francisco Laudato Si:

Preliminares

Hace 129 años, el día 15 de mayo de 1891, el Papa León XIII, publicó la encíclica Rerum Novarum, “De las cosas nuevas”, considerada el inicio de lo que hoy conocemos como Doctrina Social de la Iglesia.  El Eje central de este documento fue la cuestión obrera, la dignidad del ser humano, el derecho a sindicalización, a la propiedad privada, pero también al reparto equitativo de los bienes y la superioridad del ser humano por sobre las ideologías, tanto del incipiente pensamiento estatista de corte marxista, que miraba al individuo como un engranaje más del aparato estatal y del capitalismo desenfrenado, que asumía a la persona como parte del sistema de producción y del capital.

El ambiente en que dicha encíclica se escribe es el de la revolución industrial, considerando los costos que ella tenía para las cuestiones tratadas en este documento. Nadie puede negar que la Rerum Novarum marcó un hito, no sólo al interior de la Iglesia Católica, sino también  a nivel del pensamiento humanista cristiano y la trascendencia que generó en el mundo político y que hasta hoy se refleja en el trato de cuestiones tan viejas y tan nuevas

Fue por ese motivo que, cuando me senté a releer “Laudato Si”, no pude dejar de pensar, desde sus primeras líneas, que quien se tome en serio el tema de la Doctrina Social de la Iglesia, el pensamiento humanista cristiano y el compromiso con el ser humano y su dignidad, no puede pasar por alto este documento, y no considerarlo el inicio de un nuevo trato en nuestras relaciones con el ser human, en cuanto a los contextos económicos, políticos y sociales que lo afectan, pero que además, de todo lo relacionado con la persona, ya que incorpora un nuevo elemento a esta discusión: el ámbito de la ecología  y de cómo el ser humano debe hacerse parte y responsable en él.

Si bien es cierto, algunas encíclicas y otros documentos eclesiales anteriores habían incorporado y esbozado el trato con la naturaleza, ellas eran enfocadas desde una mirada más bien antropocéntrica. Laudato Si, es la primera encíclica que enfrenta el tema de la ecología como eje temático, poniendo de relieve al planeta y al ser humano, como parte y responsable de él. Si antes se dijo “nada de lo que le sucede al hombre le es indiferente a Dios”, este documento asume esta nueva perspectiva: “nada de lo que le sucede a la naturaleza le es indiferente a Dios”. Es decir, el texto tiene la capacidad de ampliar el horizonte y ayudarnos a mirar más allá de nosotros mismos. Nos abre a la grandeza de la creación y desde allí, nos posiciona para hacernos tomar conciencia de que nosotros somos parte de esta naturaleza y lo que le afecte a ella, también nos afecta a cada uno de nosotros, de forma individual y como colectivo.

No es casual que Francisco haya escrito esta encíclica. Desde que inició su pontificado, el 13 de marzo de 2013, mostró un rostro nuevo que necesitábamos todos los católicos. El ser un Papa venido de las tierras de Abya Yala, debía marcar una  diferencia. Un hombre que mira el mundo desde nuestro continente americano, y no desde cualquier parte de América, sino precisamente desde la parte sur, hace imposible que no tenga una sensibilidad diferente por la Pachamama, la Madre tierra. Esta tierra sobre explotada en sus recursos por el norte rico e industrializado, esta parte del continente que ha librado grandes luchas reivindicativas por sus derechos al agua, a que los recursos naturales permanezcan en nuestro terruño, a que la industrialización no sea tan voraz; donde hemos aprendido a escuchar a los pueblos indígenas, al mestizaje, a los negros traídos por los españoles, ingleses y portugueses y vendidos como esclavos en estas tierras. En este continente con historia de sangre y de dolor -como las de Romero, Angelelii- que, siguiendo la senda de Bartolomé de las Casas y de otros, regaron este huerto florido con las sangre del Martirio.

No es casualidad que el nombre que el cardenal Bergoglio haya tomado para su pontificado, fuese el del santo que le cantó a la naturaleza y desde donde se extrae el nombre de esta hermosa encíclica, “Alabado seas mi Señor”. Era casi normal que, el primer documento escrito íntegramente por el Papa Francisco, fuera un documento que habla desde la ecología, la naturaleza, nuestra relación con el entorno, las repercusiones que el maltrato al planeta tiene en la vida de los pobres y especialmente en la vida de aquellos pobres que son siempre los que terminan pagando los costos de lo que hemos provocado con la sobreexplotación de los mares y ríos, la desforestación de los bosques y la sobreexplotación de los recursos minerales, todo lo que ha desencadenado en nuestro planeta, especialmente en lo concerniente al cambio climático.

Así como León XIII nos sitúa en el contexto de la Revolución Industrial, Francisco nos pone en el de la globalización existente, considerando los aspectos positivos y negativos que ella tiene, además de las nuevas problemáticas emanadas de la bio y  la nanotecnología, la economía de libre mercado, las presencia de los grandes consorcios económicos y su presencia explotadora de los recursos hídricos, mineros, y forestales, en los cinco continentes.

Contexto bíblico

El documento parte desde la sensibilidad de Dios en cuanto a la naturaleza, desde el mismo momento de la creación, haciendo una relación, en el Antiguo Testamento, desde el texto del Génesis, cuando vio Dios que todo lo que había hecho era bueno y le pide al hombre el cuidado y la protección de la misma. En los textos del Deuteronomio, nos hace comprender cuál es el significado que para los creyentes debía tener el día del descanso, el tiempo considerado cada siete años para que la tierra se renueve y dé sus frutos y el sentido del jubileo como un tiempo de gracia para todos y todo lo creado. Un tiempo de justicia, incluso para la naturaleza. Toma los textos de los salmos y nos recuerda cómo el hombre alaba la creación y en ella también alaba a Dios, quien muestra su amor por la humanidad, a través de la naturaleza.

En el Nuevo Testamento, Jesucristo plenifica con su presencia toda creación, no sólo la parte concerniente a la humanidad. Y con su muerte y resurrección destaca el compromiso que Dios tiene con la creación, puesto que es desde allí desde donde él hace nuevas todas las cosas. En las palabras de Jesús, cuando señala que ni el mismo Salomón vistió tan magníficamente como lo hacen las flores del campo ni las aves del cielo, muestra una empatía con la creación y la importancia que ella tiene para el hombre. Tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento, el concepto de creación hace referencia a la naturaleza completa. Dios no parcela, sino que integra al hombre dentro de todo lo creado.

La problemática ecológica hoy

Si León XIII llevó al mundo a reflexionar sobre el ser humano y su dignidad, mostrando los errores que las grandes ideologías presentaban cuando, desde sus miradas economistas, deshumanizan al hombre. Francisco nos sitúa en los
nuevos contextos ideológicos. La mirada que, como personas de fe y de buena voluntad, estamos llamados a tener para generar una verdadera ecología social e integradora que sea capaz de superar un ecologismo radical, en donde el ser humano no tiene cabida y que es muy propio de los sectores más acomodados que hablan del respeto a la tierra, a los bosques al agua, pero desde una perspectiva de clase y desde el primer mundo, sin considerar a los pobres que habitan en esos otros lugares, donde no hay agua, donde la tierra ha sido sobre explotada y donde las personas se ven afectadas por la falta de alimentos y de recursos. Esa mirada desde el privilegio, que unos pocos tienen por sobre esa mayoría que pide a gritos mayor equidad en el reparto de los bienes y la posibilidad de trabajo, salarios, salud, educación, vivienda e incluso espacios de recreación con mayor dignidad. Y por otro lado, aquellos ambientes empresariales que hablan de progreso y de economía, sin tener presente a los miles de mujeres y hombres que son explotados, usados y luego desechados por este sistema que engulle a la persona y luego la arroja como objeto inservible. Francisco nos invita a la búsqueda de un equilibrio que nos permita generar condiciones dignas para todos, sin perder el respeto a la naturaleza, convocándonos a una economía sustentable, aprendiendo a mirar el sentido de lo permanente de los recursos por sobre la transitoriedad de las cosas. A generar conciencia de esas tres erres, que el modelo ecológico ha introducido pero que nosotros como cristianos posiblemente no hemos integrado: Reutilizar, Reducir y Reciclar.

Algo importante y novedoso de esta encíclica, es que Francisco reconoce la necesidad de no sentirnos ni creernos dueños de la verdad, sino que es necesario aprender a escuchar a los especialistas en los temas medioambientales, lo que no es materia fácil de comprender ni menos de asumir; buscar el apoyo en iniciativas de hombres y mujeres de buena voluntad, aún de los no creyentes. Y de mirar a las demás ciencias como un aporte y no como un peligro para buscar caminos de convergencia. Invita al mundo a valorar el aporte ético, que desde nuestra fe, los cristianos podemos brindar al desarrollo de una ecología transparente y en donde el ser humano pueda estar presente como parte de este sistema que Dios nos ha regalado como nuestra única casa: nuestro planeta tierra, en donde debemos aprender a vivir y desarrollarnos en armonía, entre todos los pueblos y naciones de la tierra.

Conclusión

Laudato Si es, a mi entender,  el punto de partida para un nuevo trato entre el ser humano, Dios y la creación. Como creyentes nos invita a asumir, con responsabilidad, lo que nos corresponde en el cuidado del medioambiente y como vicentinos, debemos considerarlo, a mi juicio, un documento de vital importancia, teniéndola presente en nuestras planificaciones pastorales y en nuestros trabajos cotidianos. Hemos de ser punta de lanza para generar un cambio al interior de nuestras propias comunidades de manera congregacional y a nivel eclesial, en cuanto a los aportes pastorales que ella nos hace y que pueden ser integrados en nuestras prácticas y discursos catequísticos,  puesto que el cambio climático y todo lo que de ello se desprende, afecta cada vez más la vida de los pobres. Aún estamos a tiempo de hacer ese cambio tan necesario. Mañana puede ser tarde.

Alejandro Fabres, C.M.

Visitador viaja para evaluar posibles nuevos servicios misioneros

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A la Prelatura de Illapel y a al Diócesis de Copiapó viajó recientemente el Visitador, P. Fernando Macías, invitado por el Obispo y Administrador Diocesano respectivamente, con el fin de comprobar en terreno qué posibilidades hay de responder a las solicitudes que se nos ha hecho, en orden a asumir algún servicio en esas iglesias particulares.

Como es sabido, los obispos escriben o visitan la Casa Central, con cierta frecuencia, para pedir que nuestra Congregación asuma servicios en sus respectivas diócesis, debido a la escasez de clero o movidos por el deseo dude que nuestro carisma se haga presente en sus iglesias. Lamentablemente no siempre se puede responder favorablemente a estas solicitudes, dado el reducido número de integrantes de nuestra provincia… sin embargo, siempre hemos sabido dar desde nuestra pobreza y eso es valorado por los pastores.

Declaración Pública de la Conferencia Episcopal de Chile

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DECLARACIÓN PÚBLICA

Hemos conocido que el Fiscal Nacional ha decidido dejar sin efecto el Convenio Marco de Colaboración con la Conferencia Episcopal de Chile, texto que habíamos trabajado en conjunto durante varios meses y que suscribimos el 30 de abril.
Al respecto, la Conferencia Episcopal de Chile declara:

1. Nuestro único propósito al suscribir este acuerdo fue dar mayores garantías a las personas denunciantes de abuso sexual, especialmente a quienes no desean hacer su relato ante las instancias del Estado, y colaborar para que toda denuncia sea investigada por el Ministerio Público.

2. Nunca hemos buscado un trato preferente con este convenio. Nuestro objetivo fue explicitar en un documento formal con los estándares establecidos por el Ministerio Público, nuestra disposición a colaborar más allá de lo que la sola ley estipula.

3. Lamentamos que la firma de este convenio haya causado un impacto doloroso en víctimas y sobrevivientes de abuso. No era esa nuestra intención.

4. Por este motivo, comprendemos la razón de Fiscalía Nacional para tomar esta decisión. Dada la nueva situación, ratificamos nuestra voluntad de realizar todo lo necesario para aportar los antecedentes que reciba la Conferencia Episcopal y que ayuden a las instancias del Estado a esclarecer la verdad y hacer justicia.

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

Santiago, 6 de mayo de 2019.
Prot. CECh 102 / 2019

Historias (des)conocidas de la Iglesia en Chile

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Hacer ejercicio de memoria me lleva a recordar nombres, acontecimientos, lugares. El once de septiembre recién pasado, se conmemoraron 45 años del golpe de Estado que nos mantuvo diecisiete años con la bota militar encima. 

¿Cuál fue el papel de la Iglesia en esos días? ¿Sufrió la Iglesia?

Desde el primer momento del golpe de Estado la Iglesia católica chilena tuvo presencia. Tanto de la voz de sus obispos como de los mismos sacerdotes que trabajaban como curas obreros en las poblaciones o eran párrocos en diferentes partes de Chile.

El padre Joan Alsina por ejemplo, trabajaba en el hospital San José, fue detenido, torturado y posteriormente murió asesinado en el Puente Bulnes. Su última petición fue al conscripto que le disparo: “dispárame de frente para mirarte a la cara y darte el perdón”.

Miguel Woodward, Sacerdote que ejerció su ministerio en Valparaíso. Vivía en las poblaciones marginales y allí fue tomado detenido días posteriores al Golpe de Estado, llevado al Buque escuela Esmeralda y torturado en la Universidad Técnica Federico Santa María. Su cuerpo aún no aparece, es parte de la nómina de detenidos desparecidos.

Antonio Llido, sacerdote catalán que llegó a Chile, fue haciendo un caminar y en cristianos por el socialismo, grupo de sacerdotes, religiosas y laicos que simpatizan con la experiencia de la Unidad Popular. Tras el golpe, se esconde por su participación activa en la resistencia junto con compañeros del MIR, (movimiento de izquierda revolucionario) es detenido en 1974, hasta el día de hoy forma parte de las listas de detenidos desaparecidos.

Gerardo Poblete, sacerdote salesiano, quien era profesor del colegio don Bosco de Iquique, enseñaba filosofía. Tras el golpe de estado y en un allanamiento hecho a la casa de la comunidad salesiana, Gerardo es detenido junto a un seminarista, motivo de la detención “posesión de literatura marxista”. Ambos son llevados a la comisaría de Iquique en donde es torturado hasta la muerte.

Muchos otros sacerdotes y religiosas pasaron por momentos complejos en las poblaciones de nuestro país. Ese y otros motivos llevaron al Arzobispo de Santiago, Monseñor Raúl Silva Henriquez, junto a pastores evangélicos, Helmut Frenz entre otros, a crear en 1974 el Comité pro Paz, primer organismo que se preocupó por la situación de los DDHH en Chile y que acogió las primeras denuncias sobre tortura y desaparición forzosa en nuestra patria. Allí llegaban todos los días decenas de personas a denunciar la desaparición de hijos, esposos, padres, nietos, compañeros de trabajo. La actitud de la Iglesia de Chile fue honesta y necesaria, ya que era la única institución que podía hacer frente al régimen.

Mientras tanto, en las poblaciones se comenzaban a crear los primeros comedores populares, ollas comunes, al alero de las parroquias. Las zonas más afectadas en Santiago: la Oeste, la Sur, la Norte, la Oriente, eran las que tienen mayor concentración de población obrera y donde se encontraban los llamados cordones industriales.

A instancias del mismo Comité se fundará además la Fundación de Ayuda de las Iglesias Cristianas, más conocido por sus siglas FASIC. Este organismo vio la luz el año 1975. Hoy funciona como delegado de la ACNUR para temas de refugiados, especialmente en temas de migrantes.

Caritas por su parte, inicia la formación de las bodegas de alimentos y ropa para paliar la situación en la que se encontraban los familiares de detenidos en el estadio Nacional, Pisagua, tres y cuatro Álamos, todos centros de detención para presos políticos. No se consideran los centros clandestinos de detención como son Villa Grimaldi, venda Sexy, Londres 38, pues de su existencia solo se tienen noticias a finales de los setenta y principios de los ochenta.

El Comité Pro Paz tiene corta existencia ya que para el régimen imperante era una molestia tener a los curas y pastores hablando sobre detenidos, presentando Habeas Corpus, recursos de protección y todas esas cosas, señalando que la existencia de personas que habían sido detenidas y con paradero desconocido, así que deciden disolverlo el 31 de diciembre de 1975.

El Arzobispo, sabiendo de esta jugada, establece una vicaría ambiental que se preocupé de la atención de todos los casos de personas detenidas y con dificultades políticas, es así como nace el 1 de enero de 1976 la Vicaría de la Solidaridad, cuyo domicilio fue Plaza de Armas 444, la misma sede del palacio arzobispal. 

Allí, ya con más personal, tanto de abogados como de asistentes sociales, psicólogas y personas de buena voluntad se fue dando acogida y contención, tanto a las víctimas como a los familiares de quienes nunca más volverían. Es en ese espacio donde ve la luz la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y también la Agrupación de Familiares de ejecutados políticos.

A su vez, las Congregaciones Religiosas jugaron un rol vital no solamente en la parte espiritual sino también, acogiendo desde un primer momento a quienes fueron perseguidos por la dictadura, en su mayoría miembros de los partidos de izquierda, declarados clandestinos y cuyas vidas estaban en serio peligro.

Casos emblemáticos como el de los religiosos Capuchinos de la Iglesia de Calle Compañía, en donde se escondió Bautista Von Schowen, miembro de la dirección general del MIR.

La Casa Central de los misioneros Columbanos en Chile fue escenario de un doloroso hecho, cuando fue detenida en ese lugar la doctora Sheila Cassidy, quien en un acto humanitario había atendido al mirista Nelson Gutiérrez, la Dirección de Inteligencia Nacional, más conocida como la DINA, llegó hasta ese lugar tras sus huellas. Allí es asesinada la empleada de la casa Enriqueta Reyes, la doctora Cassidy es detenida y llevada a Villa Grimaldi para ser torturada.

Las parroquias de los sectores populares eran constantemente vigiladas y los miembros de la comunidad, tanto sacerdotes como agentes pastorales, seguidos, detenidos, acosados. Muchos no resistieron la presión y decidieron salir de Chile, alejarse de la comunidad, otros asumieron los desafíos con mayor fuerza. 

Las religiosas no se quedaron atrás, formaron guarderías para que las madres pudieran trabajar, acompañaron a las mujeres a buscar a sus esposos. Marianistas, dominicas, Sagrados Corazones, se insertaron en la vida de las poblaciones como una más, viviendo los dolores y apremios del día a día.

El 11 de noviembre de 1983, una noticia aprieta el corazón de muchos chilenos y chilenas. Un obrero de la construcción, Sebastián Acevedo Becerra, cuyos hijos habían sido detenidos por la Central Nacional de Informaciones, se inmola frente a la catedral de Concepción, quemándose a lo Bonzo, para exigir la libertad de los suyos. No resistió, murió a los pocos días. El impacto fue tan fuerte que un grupo de sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos dieron vida al Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo. Decididos en las denuncias contra las violaciones a los  DDHH, y la no violencia activa. Rostros emblemáticos fueron José Aldunate, Sacerdote Jesuita, Mariano Puga, Roberto Bolton, entre varios más. Sus acciones relámpago a la salida de los cuarteles de tortura, Cuartel Borgoño. Villa Grimaldi, En el centro de Santiago, frente al palacio de la Moneda, etc. 

Los sacerdotes y religiosos hombres y mujeres pagaron algunos con detenciones y torturas, eran víctimas de seguimiento como fue el caso del padre Guido Peeters, párroco de la Legua, en esos años, que fue secuestrado y drogado por la CNI, fotografiado con una mujer para luego enviar esas fotos a medios de comunicación para denigrar su labor en la población.

Mención honrosa fue la vida de la Hermana Blanca Rengifo, quien cumplió una labor humanitaria profunda y en la cual también se fue fraguando una opción política a favor de los pobres. Tanto ella, como el padre Rafael Maroto, fueron parte del Comité Central del MIR, cuando esté se encontraba absolutamente destruido y sus militantes caían uno tras otro por falta de conducción. Ellos asumieron la labor de contención pero también de vocería frente a las autoridades para evitar que laicos cayeran en las garras de la dictadura. La hermana Blanca, fundó el CODEPU, (corporación de derechos del pueblo), asiló a muchos compatriotas, hizo de enlace con miembros de diferentes partidos de izquierda.

Las congregaciones religiosas fueron pagando altos costos por la defensa a los pobres. Sacerdotes de Maryknoll, Holly Cross, Sagrados Corazones, tuvieron que irse de Chile, algunos por expulsión, otros para salvar su vida, como fue el caso del padre Diego Irarrázaval.  Los sacerdotes extranjeros que no alcanzaban el favor del régimen eran expulsados sin mediar diálogo alguno. La Iglesia de Santiago conoció esto de cerca cuando los padres Daniel Carrouet, Jaime Lanzelot y Pierre Dubois, fueron expulsados de Chile el año 1986. Pierre Dubois, había sido párroco de Nuestra Señora de la Victoria y compañero del padre André Jarla, sacerdote que fue asesinado en Chile en la jornada de protesta del año 1984.

La Iglesia cumplió una labor fundamental durante todos esos años. Ayudó a recobrar la democracia a través del apoyo en las poblaciones al comité por las elecciones libres, luego las organizaciones locales de derechos Humanos. El apoyo y llamado a la inscripción de los registros electorales, la formación en participación ciudadana a través de CIVITAS. Puede que después como Iglesia nos hayamos ido para la casa, pensando y dejando a la sociedad civil asumir el rol que les tocaba. Pero esto no opaca toda la historia pasada de una Iglesia que se hizo una con el pueblo y que también pagó costos por su opción preferencial por los pobres. Me faltaron muchos nombres, de hombres y mujeres, pido perdón por esas omisiones. Ojalá recobremos algo de esa labor profética que tuvimos tan presente y que tanta falta nos hace hoy.

Alejandro Fabres, C.M.