Nacido en Santiago de Chile el 12 de enero de 1908 hijo de don Pedro Donoso y de la Sra María Orossia Rubio. Llegó de niño a la Escuela Apostólica de la Congregación de la Misión, en Santiago. El 21 de diciembre de 1922 llegaba a la Casa Seminario de Ñuñoa, siendo admitido al Seminario Interno el 22 de enero de 1923, hizo el Buen Propósito el 23 de enero de 1924 y emitió los Votos el 23 de enero de 1926 y con dispensa de edad fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1930. Al momento de fallecer tenía 67 años de vocación y 60 años de sacerdocio.
Estudiante brillante incluso sin concluir sus estudios, los superiores lo encargaron de colaborar en la formación de sus propios compañeros. En el Seminario Menor y Mayor de Ñuñoa fue profesor de Filosofía, Dogma, Griego, Hebreo y Latín. Ejerce su ministerio en nuestras Casas de Valparaíso, Graneros y la Casa Central aquí en la Alameda. Y porque era un hombre de estudio y que gustaba de enseñar, por largos años se desempeñó como Profesor de Religión en algunas Escuelas Públicas en la ciudad de Santiago. Talentoso pianista en sus horas libres, descansaba tocando el piano. También cultivó la medicina natural u Homeopatía, teniendo una gran cantidad de seguidores o «pacientes», que lo consultaban y seguían sus indicaciones.
La vida del Padre Donoso fue la concreción de las cinco virtudes que deben caracterizar la vida de los vicentinos. Sencillo en todo; extremadamente humilde; de una mansedumbre y respeto por el otro que sorprendía; mortificado vivió con los esencial, jamás exigió nada para sí; celoso por el anuncio de Jesucristo especialmente a los más pobres de alginas poblaciones de Santiago, donde no sólo llegaba para alentarlos sino para dar de su pobreza.