Sociedad de San Vicente de Paúl

La Sociedad de San Vicente de Paúl es una de las organizaciones laicas más extendidas y con mayor trayectoria en la asistencia social y humana en el mundo.

Esta fue la ambición de un grupo de jóvenes que el 23 de abril de 1833 fundaron la primera “Conferencia de Caridad” liderados por el Beato Federico Ozanam, en París (Francia). Su principio fue sencillo: un grupo de jóvenes cristianos laicos se reúnen para orar, reflexionar y trabajar juntos con el fin de ir en ayuda de los más pobres. El grupo se pone bajo el patrocinio de San Vicente de Paúl.

Con gran rapidez los grupos se extienden a través del mundo entero. En 1854 se funda la primera conferencia en Chile.

Hoy la SSVP es una verdadera multinacional de caridad que combate la miseria con sencillez y sin ruido. En 146 países de todo el mundo son cerca de 720.000 los socios que conforman 45.440 conferencias .

 

Milagro de su fundador

Desde la introducción de la causa de beatificación de Federico Ozanam, el 15 de marzo de 1925, día de santa Luisa de Marillac, los miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl pidieron al Señor «que manifieste con sus favores celestiales»- según la oración compuesta para ello, la evidencia de la santidad de su principal fundador.

Esta fue recitada por generaciones de vicentinos en todas las reuniones de las Conferencias y en todas las Asambleas, con la finalidad de obtener las gracias y sobre todo los milagros necesarios para la finalización del proceso.

La primera señal no tardo en manifestarse, porque el 2 de Febrero de 1926 – día de la Purificación de la Virgen María – un niño brasileño de 18 meses de edad se benefició de la intercesión de Federico. Su nombre: Fernando Luiz Benedito Ottoni – habitante de Nova Friburgo, Estado do Rio de Janeiro.

Victima de una difteria, calificada como incurable, este niño se estaba muriendo ante la desesperación de sus padres y la impotencia de los médicos.

El abuelo de Fernando, miembro de la Conferencia del Espírito Santo, en Rio de Janeiro, confía a las oraciones de sus amigos la petición de curación para su nieto, implorándose la intercesión de Federico Ozanam.

Al día siguiente, la enfermedad había disminuido notoriamente y la familia podía regocijarse de que este mal había sido controlado.

Se elaboró y se sometió a la Congregación de las Causas de los Santos, en Roma, un expediente detallado que reunía las declaraciones de los médicos y el testimonio del entorno de Fernando. Después de un largo período de estancamiento, el procedimiento recibió un nuevo impulso a partir de 1980.

La presentación de la «Disquisitio» y de la «Positio», elaboradas con el rigor más grande, permitió pasar con éxito las inevitables etapas de las comisiones romanas compuestas por historiadores, teólogos y cardenales.

El 6 de julio de 1993, el Papa Juan Pablo II proclamó a Federico Ozanam como Venerable. El 25 de Junio de 1996, firmó el decreto reconociendo el milagro obtenido en favor de Fernando Ottoni, despejando de esa manera el camino hacia la beatificación.

El Santo Padre Juan Pablo lo Beatificó en París el 22 de agosto de 1997, en el marco de la en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud y en el mismo día en que anunciaba que en octubre de ese año, centenario del Regreso a la Casa del Padre de Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, le nombraría «DOCTORA DE LA IGLESIA»