Animando la Cultura Vocacional en Chile
El pasado miércoles 21 de agosto, aterrizó en Chile, el encargado de la Cultura Vocacional a nivel latinoamericano e internacional el P. Rolando Gutierrez, C.M. actual Vice Visitador de la Vice-Provincia de Costa Rica. El primer encuentro fue con los cohermanos de la casa central, donde, como es de costumbre, se recibió con una bienvenida y almuerzo, también participó en la celebración Eucarística de ese día en nuestra Iglesia San Vicente de Paúl, de Alameda.
El día viernes 23 de agosto se vivió el primer encuentro pastoral junto al P. Danilo Gallardo, C.M. encargado vocacional de la provincia de Chile, en la ciudad de Punta Arenas, Región de Magallanes específicamente en el Colegio La Milagrosa dirigido por la Hijas de la Caridad, estuvieron presentes la pastoral del colegio, alumnos y profesores. Una charla de motivación hacia la cultura vocacional.
Más tarde, en la Parroquia San Miguel Arcángel, en la misma ciudad de Punta Arenas, el P. Rolando compartió con la comunidad parroquial y su párroco, P. Pablo Vargas, C.M. También ahí, dictó una charla al grupo pastoral de la parroquia. Además, tuvo un saludo con los scouts y el domingo 25 de agosto presidió la misa en el templo parroquial.
Día lunes 26 de agosto, hizo una parada en la Región de los Ríos, donde compartió la vida comunitaria junto a los PP. Gabriel Fuentes y Cristopher Groff. Donde se realizó un encuentro vocacional para el equipo de pastoral y jóvenes de la Parroquia de Todos Los Santos.
De su visita por el sur, pasó a la Región de la Araucanía, donde estuvo presente la comunidad de Renaico – Collipulli, con los PP. Cristián Villalón y Misael Reyes, fue un compartir y encuentro fraterno con el equipo pastoral de ambas parroquias donde se motivó a los jóvenes y adultos que participaron del encuentro y se les invitó a tomar conciencia y asumir el compromiso cristiano frente a la realidad actual. Parroquia San Lorenzo y San Luis Gonzaga.
Luego visitó el Colegio Margarita Nasseau de Tomé, en la Región del Bio Bio, donde sostuvo un encuentro los delegados de pastoral y profesores de dicho establecimiento educacional y también las Hijas de la Caridad de la comunidad de Los Ángeles.
Posteriormente, el día viernes 30 de agosto vuelve a la cuidad capitalina de Santiago de Chile, para su encuentro en la Capilla de la Medalla Milagrosa; donde hacen vida las Hijas de la Caridad. en este encuentro se reunieron los delegados de pastoral de los colegios de Santiago, profesores y hermanas. Culminado el encuentro, se celebró la Eucaristía junto a los estudiantes, quienes, abrieron su corazón y asumieron compromisos para animarse en la vocación del cristiano.
Ese mismo día por la tarde, se vivió un encuentro en Casa Central, Iglesia San Vicente de Paúl, donde asistieron miembros la FAMVIN, la comunidad formativa del seminario con sus respectivos seminaristas, algunos miembros de la comunidad de la Iglesia, hermanas Hijas de la Caridad y otras dos religiosas.
El sábado 31 se trasladó al norte, y se sumó Sor María delValle H.C. y juntos van a la Región de Coquimbo, La Serena. Donde junto al P. Rodis Christensen, C.M. en la Parroquia San Marcelino Champagnat, pudo conocer nuestro folklore, baile nacional, comida y comunidad. Durante el encuentro con el padre Rolando, se hicieron presente los grupos parroquiales y jóvenes de la zona.
Lunes 02 de septiembre, se realizó el encuentro en la Región de Atacama, Copiapó. En horas de la mañana se compartió con el Colegio San Vicente de Paúl, junto a los alumnos, encargados de pastoral, profesores, Hijas de la Caridad.
En horas de la tarde fue el encuentro en nuestra Parroquia Santísima Trinidad, junto al P. Alberto Torres, C.M. y todo su equipo de pastoral y jóvenes de su parroquia.
Martes 03 de septiembre, retornó a su país Costa Rica.
Damos las gracias, a todos quienes ayudaron en la organización y ejecución de este Hito Vocacional, en nuestra provincia. Confiamos en lo aprendido, compartido y oramos juntos para que el dueño envíe operarios a su mies.
Mes Vicentino comienza con la memoria de los misioneros mártires de la Revolución Francesa
El mes de septiembre es calificado como el Mes Vicentino, no sólo porque este mes se celebra la Solemnidad de San Vicente de Paúl, en el aniversario de pascua o dies natalis, el día 27, sino también porque en el curso del mismo se celebra la memoria de varios otros santos y beatos vicentinos.
Es así como el día 2 de septiembre, se celebra la memoria de los Beatos Luis José François y sus compañeros mártires durante la Revolución francesa.
Luis José François nació el 3 de febrero de 1751 en Busigny (Francia). Educado por los jesuitas, se sintió llamado a la vida religiosa. No tenía más de 15 años cuando ingresó a hacer parte de los hijos de San Vicente de Paúl, en la Casa Madre de San Lázaro de París. Ordenado sacerdote en 1773, en 1788 fue nombrado superior del Colegio Seminario de San Fermin en París, el colegio “des Bons Enfants”. A pesar de que los tiempos eran difíciles, se encargó de que el seminario continuara su vida regular. Escribió varias misivas contra la Constitución Civil del Clero, entre ellas una titulada Apología. Cuando la persecución ya hacía estragos, abrió las puertas del seminario de San Fermín a más de 90 sacerdotes y religiosos. Luego la casa fue invadida por los asaltantes, el beato Luis José François fue apresado y arrojado por una ventana: posteriormente lo mataron a golpes cuando estaba en el suelo, y su cadáver, como el de los demás, fue cruelmente profanado: era el 3 de septiembre de 1792.
Juan Enrique Gruyer nació el 13 de junio de 1792 en Dole (Francia). Siguiendo la llamada de Dios, se ordenó sacerdote en St. Cloud y se estableció en su ciudad natal. Aspirando a la perfección, a la edad de 37 años decidió hacer parte de los los Hijos de San Vicente de Paúl. Fue enviado a Argers. Nombrado vicario de Nuestra Señora de Versalles, se trasladó en 1794 a la parroquia de San Luis, donde lo sorprendió la Revolución. Expulsado de la parroquia por negarse a prestar el juramento civil, regresó a París, al seminario de San Fermín, el cual le abrió sus puertas y donde murió el 3 de septiembre de 1792 junto al beato Luis José, con quien compartió el sufrimiento y el martirio.
Nicolas Colin nació en Grennat, Haute-Marne (Francia), el 12 de diciembre de 1730. Hizo sus votos en la Congregación de la Misión en 1749. Durante 22 años ejerció su ministerio misionero con fama de buen predicador. La Revolución lo expulsó de su parroquia por negarse a prestar el juramento civil. Huyó a París, donde encontró la muerte de los mártires en la cruel masacre del 3 de septiembre de 1792.
Juan Carlos Caron originario de Auchel-Pas-de-Calais (Francia), donde nació el 31 de diciembre de 1730. Hizo sus votos en la Congregación de la Misión en 1752. Durante 29 años se dedicó al ministerio de las misiones, siendo posteriormente párroco de Colegien, diócesis de Arrás. Como tantos otros, se negó a prestar el juramento civil, por lo que fue expulsado de su parroquia, y se refugió en París. Su muerte se une a la de los mártires de la cruel masacre del 2 y 3 de septiembre de 1792.
Pedro Renato Rogue nació en Vannes el 11 de junio de 1758. Hizo sus votos e ingresó definitivamente en la Congregación de la Misión el 26 de octubre de 1788. En su Bretaña natal se dedicó a ayudar a los católicos perseguidos hasta que fue arrestado mientras llevaba la comunión a un enfermo en la Nochebuena de 1795. Fue llevado a prisión ese mismo día, el 24 de diciembre, y permaneció allí hasta el 3 de marzo siguiente. Fue condenado a la guillotina.
Al final de este injusto proceso, fue llevado de nuevo a la cárcel, desde donde escribió su última carta a su anciana madre y a sus Hermanos de Comunidad, diciéndoles que iba a morir por la fe y que en ese momento se sentía feliz y contento de dar su vida por Cristo.Hubo varios intentos de sacarlo de la cárcel, mientras él pasaba la noche rezando y ayudando a los que, como él, habían sido condenados a muerte. Fue ejecutado en la guillotina el 3 de marzo de 1796, bajo la mirada de su anciana y santa madre.
Agua Bendita de San Vicente
El día 27 de agosto se dió inicio a lo que será la tradicional «agua bendita de San Vicente». Tras el artículo que se publicó en nuestra página sobre este sacramental y su tradición en la Congregación, se dió inicio a esta agua bendita en favor de los enfermos. Para ello se dispuso de una pila de agua bendita y una oración para pedir la intercesión del santo.
El padre Jorge Manríquez, luego de la misa, bendijo la pila y bendijo el agua con la bendición aprobada por la iglesia que es introduciendo una reliquia en el agua y su oración.
Cada 27 de mes repartiremos está agua a quienes necesiten de ella para la salud del cuerpo y del alma.
Inicio de Novena en honor al Nazareno en Porvenir
El viernes 16 de agosto, los feligreses de la Comunidad del Nazareno en Porvenir dieron inicio a la novena en honor al Santo Cristo Nazareno, cuya imagen se venera en la Capilla de nuestra ciudad de Porvenir.
Una tradición que la comunidad chilota presente en nuestra isla mantiene y continúa como lo hicieron sus padres y sus abuelos. La gran celebración será el domingo 25 dónde la imagen del Santo Cristo saldrá a recorrer las calles de la ciudad y luego vendrá la Eucaristía y la convivencia tradicional de esta fiesta.
Oh Glorioso Nazareno, yo te canto y te venero.
Beatificación de Ján Havlík (Seminarista Vicentino)
Janko Havlik nació el 12 de abril de 1927 en Vlékovany, cerca de Skalica (actual Dubovce), Eslovaquia; en el seno de la familia de un obrero pobre, Karol Havlik, y su esposa Justina, de soltera Pollékova. En su currículum vitae manuscrito se lee: “Como quería continuar mis estudios, asistí durante dos años a la Escuela Cívica de Holic, donde caminaba 6 km al día. Al cabo de dos años empecé a ir al gimnasio de Skalica, en bicicleta todos los días, lo que suponía 36 km diarios”.
Janko creció en tiempos de gran crisis económica, que aumentó en el panorama de la Segunda Guerra Mundial. En esta situación, se trasladó a Banska Bystrica en 1943, e ingresó en la Escuela Apostólica, ”Seminario Menor”, de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, al tiempo que completaba sus estudios de bachillerato. Tras la guerra, el régimen político cambió radicalmente. El “febrero victorioso de 1948“, como se le llamó, significó el advenimiento del totalitarismo comunista y el comienzo de una lucha abierta contra la Iglesia.
Janko Havlik era uno de los jóvenes sobre los que el poder totalitario iba a ejercer toda la eficacia de su brutalidad. El 29 de octubre de 1951 fue detenido junto con los demás seminaristas de la Congregación en Nitra. La terrorífica policía estatal lo interrogó y torturó durante 16 meses, abandonándolo al hambre y al frío. Tras el juicio, que duró del 3 al 5 de febrero, fue condenado a diez años de prisión. A finales de febrero de 1953, Janko Havlik fue escoltado al campo de Jachymov como minero en la mina de uranio. En este ambiente de fatiga y sufrimiento descubrió que si no podía ser sacerdote, podía ser misionero.
Le dice a su querido amigo Anton Srholec: “Me siento como en una misión. Ningún misionero podría elegir un lugar de misión mejor y más difícil”.
Se sometió a un segundo juicio en 1959 y se añadió otro año a su condena. Incluso en prisión fue interrogado, maltratado, torturado y dejado sin comida y a la intemperie. Siempre se comportó con valentía. En agosto de 1961, Janko se desmaya en el trabajo. El diagnóstico en la enfermería es: “El estado del paciente requiere hospitalización inmediata“. Cuando pudo salir de la cárcel, lo enviaron a casa como enfermo terminal. Del joven que una vez había sido tan fuerte como un abeto, sólo quedaba una ruina. Pero hasta que el Señor le llamó a Sí, todavía se las arregló para describir su experiencia espiritual, sus pensamientos y sus oraciones, escribiendo dos pequeños pero densos cuadernos “El Vía Crucis de las Almas Pequeñas” y “Diario”. Son importantes porque nos permiten descubrir sus conversaciones personales con Dios, y pueden convertirse en una guía fiable para todos aquellos que quieran ir a Dios con él.
A pesar de todo, Janko no había bebido su copa de amargura hasta el fondo. Cuando el sonido de la ambulancia se difundía por el pueblo, todos sabían que Janko está siendo trasladado al hospital de Skalica. Los agentes le espían constantemente. Su último aliento llegó el 27 de diciembre de 1965. Janko Havlik muere repentinamente en la calle, sin testigos, el día de su santo patrono, San Juan Evangelista a la edad de 37 años. Muere en las horas de la mañana. De pie. Lo encuentran en una de las calles de Skalica, apoyado en la pared, junto al depósito de cenizas de una casa.
Llevó una vida santa: devoto, excelente en el canto, dotado en la palabra, devoto de la Virgen María, perseverante y amante de la oración. El 9 de junio de 2013 comenzó la investigación diocesana sobre el martirio del Siervo de Dios.
La redacción de la “Positio super martyrio” está en curso.
El próximo 31 de agosto el Cardenal Marcello Semeraro beatificará en Sastin a Ján Havlík, miembro de la Congregación y mártir de la fe. Dejamos esta infografía para irnos preparando para la fiesta que unirá Cielo y tierra a finales de este mes. Acudamos a la intercesión de Ján Havlik para pedir su te inquebrantable, su ejemplo de perdón y misericordia y su amor por el carisma vicentino.
Comparte la infografía para que llegue a más personas.
EL AGUA BENDITA DE SAN VICENTE
El Agua Bendita de San Vicente para los enfermos
En el proceso de la beatificación del siervo de Dios Vicente de Paúl se enviaron y aprobaron 56 milagros de géneros diversos, pero todos de gran importancia. Entre aquellos milagros se encuentran algunos obtenidos mediante el uso del agua donde se había sumergido alguna reliquia del siervo de Dios. Recordamos algunos:
1. En el año 1704 un tal Michelle Lepinè, pequeño comerciante de París, sufría de un escirro en el bazo y de úlceras en el hígado, males declarados incurables por el médico después de todos los remedios previstos. Encontrándose en el final de su vida, una Hija de la Caridad le aconsejó hacer una novena al siervo de Dios Vicente de Paúl y beber un poco de agua en la cual se había introducido una tela con la sangre del mismo siervo de Dios. Terminada la novena y habiendo bebido cada día de ese agua, se encontró perfectamente curado.
2. La superiora de las Ursulinas del Monasterio de Tarbes Aquitania Sor Anna Damon en el año 1703, por causa de una gran caída, se quedó paralítica, casi inmovilizada y con fiebre altísima. Considerando el triste suceso de la buena superiora, una monja del mismo monasterio muy devota del venerable Vicente de Paúl, su paisano, propuso a la enferma de rezar una novena en honor al siervo de Dios, dándole de beber al mismo tiempo el agua en donde se sumergió un fragmento de una carta escrita por el venerable. Apenas terminada la novena, finaliza la fiebre, recupera el movimiento de las extremidades y la enferma es totalmente curada.
De estos y otros casos similares sucedieron en los procesos y hubiesen ocurrido otros muchos si los sacerdotes de la misión hubiesen difundido la práctica y hubiesen usado, quizás, para ello, una bendición especial del agua sanadora.
Si bien es cierto que en el siglo diecinueve los misioneros de la provincia napolitana usaban una fórmula propia para bendecir el agua de san Vicente, y con la misma, obtenían muchas y milagrosas curaciones de enfermos, especialmente la de los niños y las madres en peligro de muerte: quizá san Vicente quería continuar desde el cielo la curación que hacía a los pobres niños abandonados.
Mientras tanto en el año 1881 pasaba por Nápoles el desaparecido P. Fiat, superior general de la Congregación de la Misión, sucesor de san Vicente. Conociendo que los Misioneros de Nápoles usaban una fórmula especial para bendecir el agua de san Vicente para los enfermos mientras introducían en la misma cualquier reliquia o medalla del santo, y habiéndose informado de los milagros que se conseguían, quiso difundir esta práctica a toda la Congregación, obteniendo la aprobación de la Santa Sede, concedida al año siguiente, con cualquier modificación de la fórmula antes usada en Nápoles. Esta fórmula o rito para bendecir el agua de san Vicente es introducida en el Apéndice de los rituales romano siendo propia de la Congregación de la Misión; aunque si algún sacerdote la pide se le facilita sin problema por parte del Superior general, los visitadores o por otro superior de los sacerdotes de la Misión.
Extendido en todo el mundo el uso de bendecir el agua con la invocación de san Vicente de Paúl para la curación de los enfermos, cada año se multiplicaban los efectos prodigiosos recogidos por los Annales de la Misión. Incluso en China Mons. Rouger, vicario apostólico de Kiang-sí, mostraba que en el año 1884 se curó un anciano por medio del agua bendecida de san Vicente.
╬ BENDICIÓN DEL AGUA CON LA INVOCACIÓN
DE SAN VICENTE DE PAÚL
Aprobada por la Sagrada Congregación de Ritos—16-III-1882
(en favor de los enfermos)
Oremos:
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, que con tu bendición levantas y fortaleces nuestra frágil condición, mira con bondad a este servidor tuyo (o a esta servidora tuya) enfermo (a); y por intercesión de San Vicente de Paúl, aparta de él (de ella) la enfermedad, fortalécelo (a) con tu poder, para que, recuperada la salud, y lleno (a) de prosperidad, pueda reincorporarse a la comunidad de sus hermanos y pueda darte gracias en tu Iglesia. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Se sumerge en el agua la medalla o reliquia de San Vicente de Paúl, y se mantiene sumergida hasta el final de la siguiente oración:
Bendice, +Señor, esta agua para que sea un remedio saludable para el género humano; y, por intercesión de San Vicente de Paúl cuya medalla (reliquia) sumergimos, concédenos que todos quienes la utilizaren con fe reciban la salud del cuerpo y la protección del alma. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
170 AÑOS DE HISTORIA
Lucien Bévière Lécolnier (1875-1946)
Nació en Maroilles, Francia el 16 de octubre de 1875. Entró en la Congregación de la Misión el 17 de febrero de 1897. Fue ordenado sacerdote el 9 de junio de 1890, siendo destinado a la Comunidad de Lyon, donde aprende el bello trabajo de las “misiones parroquiales”.
En 1912, se le encargó la creación de la parroquia de Playa Ancha, que llevaría el título de San Vicente de Paúl y de la cual fue el primer párroco.
En 1914, junto a otros 10 misioneros de la Provincia, debe volver a Francia, con motivo de la Primera Guerra Mundial, en la que le tocó prestar servicios como enfermero. Terminada la guerra, vuelve a Chile y retoma su oficio de superior en Valparaíso.
En 1920, el P. Bévière retorna a Francia, donde una vez terminada la guerra, era posible reabrir varias casas, que habían sido cerradas a consecuencia de la misma guerra. El P. Bévière es nombrado superior de la Casa de Lyon. En 1927 asumirá como superior de la Casa Loors, oficio que ejerce hasta su muerte, ocurrida el 6 de junio de 1946.
(Tomado de “SEMBLANZAS” del P. Carlos de la Rivera R., C.M.)
Lucien Bévière Lécolnier (1875 – 1946) | Congregación de la Misión Chile (vicentinos.cl)
PADIS Paraguay
Este sábado recién pasado, 1 de junio, a las 18:00hrs, el grupo de PADIS Paraguay tuvo un encuentro vía zoom con nuestro hermano P. Alejandro Fabres, párroco de «San Francisco de Sales» Porvenir.
Este encuentro estuvo marcado por los diversos momentos donde se pudo compartir experiencias y conocer a los chicos y chicas de la comunidad LGTBI, que siguen caminando como pueblo de Dios.
Reconstruyendo corazones Viña del Mar 2024
«Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que sea a costa de nuestros brazos, que sea con el sudor de nuestra frente»
Nuestros seminaristas en conjunto a JMV Piergiorgio Frassati, se desplazaron a la comunidad «Naciones Unidas» de Miraflores en Viña del Mar. Gracias a las gestiones realizadas, pudimos ir en ayuda de quienes perdieron sus viviendas en el fatídico incendio que afectó a la Región de Valparaíso. Esta actividad se llevó a cabo durante los días sábado 23 y domingo 24 de marzo. a pesar del cansancio esperamos volver y seguir apoyando a este hermoso grupo de hermanos que esperan seguir contando con nuestra presencia, apoyo y cercanía.