Papa León XIV: “Hagan que se escuche la voz de los pobres”

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El Papa León XIV en el discurso a los miembros de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, recibidos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico con ocasión de su congreso internacional anual, reafirmó el papel fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia, “instrumento de paz y de diálogo para construir puentes de fraternidad universal”. Hay una gran necesidad de justicia, de paternidad y maternidad, de espiritualidad – destacó – especialmente entre los jóvenes y los marginados

“Las personas comprometidas con la mejora de la sociedad, los movimientos populares y las organizaciones católicas de trabajadores son expresión de las periferias existenciales en las que la esperanza resiste y siembre brota de nuevo. Hagan que se escuche la voz de los pobres”, posteó en X.

León XIV, explica que hay que redescubrir y cultivar “el mandato de educar al pensamiento crítico” y “el encuentro y la escucha de los pobres, tesoro de la Iglesia y de la humanidad, portadores de puntos de vista descartados, pero indispensables para ver el mundo con los ojos de Dios”. Nacidos y desarrollados lejos de los centros de poder, son los continuadores y realizadores de la Doctrina Social, “expresión de las periferias existenciales donde la esperanza resiste y siempre brota. Les recomiendo que lleven la palabra a los pobres”.

El Papa aborda el tema elegido para la conferencia, “Superar las polarizaciones y reconstruir la gobernanza global: los fundamentos éticos”, y dice: “Hoy existe una amplia necesidad de justicia, una exigencia de paternidad y maternidad, un profundo deseo de espiritualidad, especialmente entre los jóvenes y los marginados, que no siempre encuentran canales eficaces para expresarse. Existe una demanda creciente de la Doctrina Social de la Iglesia a la que debemos responder”.

Unidos al Papa León XIV

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¡Habemus Papam!

Este jueves 8 de mayo, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, se pronunció la esperada fórmula latina: Habemus Papam. El nuevo Sucesor de Pedro es el estadounidense Robert Francis Prevost, quien ha elegido el nombre de León XIV, convirtiéndose en el primer Papa perteneciente a la Orden de San Agustín.

El Papa León XIV, nacido como Robert Francis Prevost el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, posee la nacionalidad estadounidense y, desde 2015, también la nacionalidad peruana.

Aunque nació en Estados Unidos, es frecuentemente asociado con Perú debido a su extensa labor misionera y pastoral en el país. En 1985, fue enviado como misionero a Chulucanas, en Piura, y posteriormente desempeñó diversos roles en Trujillo, incluyendo la formación de futuros sacerdotes y la enseñanza de derecho canónico. En 2015, fue nombrado obispo de Chiclayo, cargo que ocupó hasta 2023.

Finalmente, la fumata blanca se había hecho presente en el Vaticano este jueves de la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina, señal que los 133 cardenales encerrados en su interior habían logrado escoger al sucesor del papa Francisco en el segundo día del cónclave.

Los 1.400 millones de católicos del mundo deberán esperar ahora el inminente anuncio “Habemus papam” desde el balcón de la basílica vaticana de San Pedro y la aparición del 267º pontífice de la Iglesia católica.

En la extensa historia de la Iglesia Católica, solo dos Papas habían sido elegidos durante el mes de mayo, un hecho poco frecuente en los registros de los cónclaves.

El primero fue en 1342, durante el periodo conocido como el cautiverio de Aviñón. El cónclave se inauguró el 5 de mayo en la residencia papal de Provenza, y tras solo dos días de deliberaciones, el cardenal Pierre Roger fue elegido Sumo Pontífice, adoptando el nombre de Clemente VI.

Su pontificado, que se extendió hasta 1352, se caracterizó por un fuerte impulso cultural, una política internacional activa y la adquisición de la ciudad de Aviñón, que pasó a ser propiedad de la Santa Sede.

El segundo caso ocurrió en 1605, cuando el cónclave se inició el 8 de mayo. Tras veintisiete votaciones, el cardenal Camillo Borghese fue elegido Papa bajo el nombre de Pablo V.

Su gobierno eclesiástico, entre 1605 y 1621, marcó un periodo de afirmación del poder temporal y espiritual de la Iglesia, en plena época de la Contrarreforma.

La  elección del nuevo Pontífice, no solo marca un nuevo capítulo en la historia reciente de la Iglesia, sino también un hito histórico al ser el primer pontífice agustino. La espiritualidad agustiniana —centrada en la búsqueda interior, la comunidad y el amor como camino hacia la verdad— probablemente inspirará su pontificado.

Su lema, tomado de San Agustín, es«In Illo uno unum» (En aquel Uno, seamos uno), una invitación clara a la unidad en Cristo en tiempos de división y polarización global.

La Iglesia comienza así un nuevo tiempo, guiada por un pastor que conoce las realidades del norte y del sur, de la Curia y de las periferias. Que el Espíritu Santo lo acompañe en esta misión.

Por él, hoy estarán en nuestras oraciones.

Domingo de Ramos en nuestras comunidades

ENTRA EL SEÑOR en Jerusalén. Quien siempre se había opuesto a toda manifestación pública de alabanza, quien se había escondido cuando el pueblo quiso hacerle rey, se deja hoy llevar en triunfo. Solo ahora, cuando sabe que la muerte está cerca, acepta ser aclamado como el Mesías. Jesús sabe que, en realidad, reinará desde la cruz, ya que el mismo pueblo que ahora le aclama jubiloso dentro de poco le abandonará y le conducirá al Calvario. Las palmas se tornarán azotes; los ramos de olivo, en espinas; los vítores, en burlas despiadadas.

El Domingo de Ramos en la Pasión del Señor representa el gran portal por el que entramos en la Semana Santa, un tiempo en el que contemplamos los últimos momentos de la vida de Jesús.

Esta es la ocasión en qué todos los templos se ven abarrotados de fieles, como los podremos ver en estas imágenes.

Campamento Naciones Unidas de Miraflores Alto en Viña del Mar, Región de Valparaíso, donde se congregaron los representantes de JMV Piergiorgio Frassati, responsables del equipo de pastoral juvenil del colegio Regina Mundi, JMV Escuela Santa Ana y nuestro padre Visitador. Realizaron la Eucaristía de «Domingo de Ramos» y además bendecir este proyecto llamado «Pequeño Refugio».

Con una gran participación, en nuestra Parroquia San Vicente de Paúl de Valparaíso, se realizó una peregrinación junto a los fieles de esta parroquia, además llegando al templo, vivieron la Eucaristía en compañía de su párroco P. Carlos de la Rivera, C.M.

En la Iglesia San Vicente de Paúl de la Alameda, fieles y la pastoral juvenil de la escuela Industrial Talleres San Vicente de Paúl, hicieron presencia con gran alegría, la Eucaristía fue cantada y animada por todos sus asistentes, en compañía de su rector P. Danilo Gallardo, C.M.

En la Capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa, grandes y chicos asistieron a la Misa, la cual fue dirigida por el P. Fernando Macías, C.M. –

Hermanas de la Casa de la Asunción o mejor conocida como Casa Hermanas Mayores, también vivieron este «Domingo de Ramos» con gran alegría y amor.

P. Luis Chávez, C.M. desde Puerto Montt en la Capilla Jesús Obrero de la Población Modelo , nos hace llegar está imagen de su celebración.

La Parroquia San Luis Gonzaga de Collipulli, tuvo gran asistencia de fieles los cuales en peregrinación cantaron y alabaron al Señor para después en el Templo, tener la Santa Misa, dirigida por el P. Misael Reyes, C.M.

«Domingo de Ramos» en la Parroquia Santísima Trinidad de Copiapó, se hizo la bendición de estos ramos benditos al frente del templo y luego se procedió a la Eucaristía, presidida por su párroco P. Rodis Christensen, C.M.

En Los Lagos, Parroquia Todos Los Santos, de igual manera fieles se manifestaron con una peregrinación de ramos que conducía a la parroquia, donde hubo un momento de oración y reflexión junto a los PP. Gabriel Fuentes y Cristopher Groff.

En Reinaco la Parroquia San Lorenzo, se congregaron fieles para la Eucaristía en compañía de su párroco P. Cristián Villalón, C.M.

También la Parroquia Nuestra Señora del Carmen en Valparaíso, celebraron junto a su párroco el P. Mario Villar, C.M. y el Hno. Iván Hueichán.

La Parroquia Santa María Reina del Mundo, en compañía de los feligreses animaron esta Santa Misa con el P. David Paniagua, C.M.

Cerro Navia, en la Parroquia Cristo Evangelizador y Solidario, fieles acompañaron, cantaron y guiaron junto a los PP. Álvaro Tamblay, Alejandro Fabres y Gastón Otárola, esta celebración.

Parroquia San Pío de Pietrelcina, Punta Arenas fieles asistieron a la Eucaristía de «Domingo de Ramos» junto a su párroco el P. Pablo Vargas, C.M.

Campaña Campamento Miraflores Alto

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Presentamos el primer boletín informativo del trabajo que se está realizando como FAMVIN Chile en el Campamento Naciones Unidas de Viña del Mar.

Se esta avanzando a pasos agigantados para lograr concretar la guardería para los niños del Campamento, que ayudara a padres y madres a seguir siendo el sustento de estas familias.

Nos encomendamos a sus oraciones para que este proyecto sea exitoso.

Recuerda ¡SE PARTE, NO TE APARTES Y HAZ TÚ APORTE!

Más información en los flyer.

La casa de la Virgen de Éfeso – Descubrimiento Vicentino

La Casa de la Virgen María es un lugar religioso cerca de Éfeso, a siete kilómetros de Selcuk, donde, según la tradición del lugar, el apóstol San Juan, huyendo de la persecución en Jerusalén, llevó a la Virgen María tras la crucifixión de Cristo hasta su bienaventurada Asunción.

La religiosa alemana Ana Catalina Emmerick habría tenido una visión de María, en su casa, sin haber visitado el lugar, cuya descripción fue publicada, posteriormente, por el escritor Clemens Brentano. Desde su descubrimiento a fines del siglo XIX, el lugar es un destino de peregrinos cristianos y musulmanes.

Descubrimiento:

En 1891 los sacerdotes vicentinos  Poulin y Jung del colegio francés de Esmirna creyeron haber encontrado la casa descrita en los libros publicados sobre las visiones de Ana Catalina  Emmerick.  La religiosa Hija de la Caridad sor Marie de Mandat- Grancey  compró el terreno al Estado turco, y los descubridores comenzaron con la reconstrucción de la ruina y la búsqueda de la tumba de Santa María en sus alrededores. La tumba de María no está debido a que ella fue asunta en cuerpo y alma al cielo.

Reconocimiento:

En 1896, tras una consulta hecha por el papa León XIII a los descubridores, éste decidió que la casa era un monumento que debía investigarse. Para que el sitio se transformara en un ámbito de veneración, la Iglesia Católica lo reconoció como lugar oficial de peregrinación en 1951. Concretamente, después de la definición del dogma de la Asunción en 1950, el Papa Pío XII proclamó la casa como «lugar santo» , privilegio que, más adelante, le conferiría, con carácter permanente, el Papa Juan XXIII. Más adelante ha sido visitada por los papas Pablo VI, Juan Pablo II , Benecito XVI y Francisco.

Datos de Sor Marie:

Sor Marie de Mandat-Grancey (1837-1915) era una gran devota de la Santísima Virgen María. Con el tiempo, su devoción la condujo a buscar el hogar de María en Éfeso, en la Turquía de hoy en día.

La tradición nos cuenta que después de que un Jesús agonizante confiara a María al apóstol Juan, ambos se establecieron en Éfeso un tiempo después de la Resurrección. Allí vivieron durante varios años, hasta la Asunción de María al cielo.

El hogar donde vivió se perdió en la historia hasta que sor Marie lo encontró, no sin esfuerzo, para preservarlo.

Marie se crio en una familia noble y entró en la comunidad de las Hijas de la Caridad en 1857.

Su primer destino fue un orfanato francés, donde cuidaba, junto a otras seis hermanas, a 55 huérfanos.

Se convirtió en directora de la Asociación de los Hijos de María y disfrutaba enseñando a los hijos a estar más unidos al Inmaculado Corazón de María. “Sed como María”, les decía sor Marie.

Diez años más tarde, en 1870, durante la guerra franco-prusiana, fue designada superiora en un orfanato a las afueras de París. Fue una época caótica y peligrosa, pero en sus 16 años allí, sor Marie nunca falló a sus huérfanos ni a sus hermanas. Construyó un segundo orfanato y usó sus propios recursos familiares para cuidar de los niños y de sus hermanas.

Entonces, respondió a la llamada del papa León XIII para que misioneros franceses ayudaran en Oriente Medio. En 1886, fue destinada a un hospital francés en Smyrna (ahora Esmirna), en Turquía. El hospital estaba en condiciones deplorables, y sor Marie usó de nuevo los fondos de su propia familia para realizar mejoras para los pacientes y el personal, mientras que ella vivía en la pobreza.

Durante su tiempo en este lugar, leyó a los escritos de la mística alemana beata Ana Catalina Emmerich sobre la vida de la Virgen María y san Juan en Éfeso. Los escritos de Emmerick se basaban en las visiones que había tenido de la vida de María, incluyendo visiones de su casa.

Convencida de que este lugar sagrado debía ser encontrado y honrado, sor Marie empezó una misión con este objetivo. Instó a dos sacerdotes amigos a leer los escritos de la beata Ana y los tres juntos determinaron que la casa habría existido a poca distancia del lugar donde, providencial mente, ellos mismos estaban destinados.

La primera expedición de búsqueda para encontrar la casa de María tuvo lugar en julio de 1891. El grupo, compuesto por los sacerdotes, sor Marie y unos guías, fueron en burro y utilizaron el libro de revelaciones particulares de la beata Ana como mapa. El 29 de julio, creyeron haber encontrado la casa.

Con la orientación de sor Marie, los arqueólogos identificaron las ruinas del hogar del siglo I, con una iglesia del siglo IV construida sobre él.

El 21 de octubre de 1891, sor Marie recibió autorización para adquirir la propiedad a su nombre. Pidió a su padre el dinero necesario para comprar no solo la zona de la casa, sino toda la montaña donde se encontraba. La propiedad fue adquirida el 15 de noviembre de 1892. A continuación, trabajó sin descanso para restaurar la casa y convertirla en un lugar de peregrinación.

Sor Marie permaneció en esta zona, atendiendo tanto a musulmanes como cristianos, hasta su muerte.

Durante la restauración, encontraron tres piedras de la chimenea que se cree fue construida por el apóstol. La piedra angular fue entregada a la capilla de la familia Mandat-Grancey en Francia, como reconocimiento por la vida santa de sor Marie.

La hermana Marie vivió una vida desinteresada, virtuosa, obediente y caritativa. La causa de su beatificación se abrió el 21 de enero de 2011, en la diócesis de Saint Joseph, en Kansas City, Missouri.

Falleció Don Andrés Vargas Vargas, papá del P. Pablo Vargas Ruiz, C.M.

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El sábado 1 de febrero, ha partido a la Casa del Padre, el papá del Padre Pablo Vargas, Don Andrés Vargas Vargas. El fallecimiento se produjo, mientras trabajaba junto a su hijo, luego de ser atacado por abejas. El Padre Pablo le concedió los últimos auxilios espirituales.

Expresamos nuestras fraternas condolencias al Padre Pablo y a sus hermanos y familia, ante este doloroso y trágico acontecimiento, a la vez que elevamos oraciones por el eterno descanso de Don Andrés y el consuelo para su familia, en la esperanza de la resurrección.

El último adiós será el día martes 4 de febrero a las 15:00 horas en la Parroquia Hornopiren.

Fuente: https://radiovicentina.cl/2025/02/01/fallecio-don-andres-vargas-vargas-papa-del-p-pablo-vargas-ruiz-c-m/

 

San Francisco de Sales, amigo de San Vicente de Paúl

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Hoy, 24 de enero, la Iglesia recuerda a San Francisco de Sales, patrón de los periodistas y escritores católicos a cuyo amparo e intercesión la Iglesia confía a todas aquellas personas que se dedican a la noble profesión del periodismo y al oficio de escribir.

La devoción y la defensa de la fe que caracterizaron a este santo y doctor de la Iglesia son puestas como modelo para los periodistas y escritores, cuyo norte debe ser siempre la difusión de la verdad y la edificación de la humanidad.

Desde este portal web gestionado por profesionales del medio, queremos felicitar y enviar nuestra gratitud a todos los compañeros comunicadores que trabajan fielmente al servicio de la verdad y la información, su compromiso, responsabilidad y ética, asumiendo la grandeza de informar, comunicar y establecer grandes lazos con todas la comunidades.

San Francisco y San Vicente de Paúl

En octubre de 1618, Francisco llega por tercera vez a París. Será en esta ocasión, que sepamos con seguridad, cuando Vicen­te de Paúl va a tener la oportunidad de conversar e intimar direc­ta y largamente con el santo Obispo de Ginebra.

La estancia de Francisco en París se prolongará durante todo un año. A este encuentro llega un Francisco de Sales que, según su propia confesión, «ya iba declinando su vida hacia la vejez», pero, sobre todo, llega un obispo que ha plasmado en su vida el modelo delineado por el Concilio de Trento, y un santo que des­borda amor de Dios en el trato personal e irradia ese amor en el corazón de sus interlocutores. Su figura suscita admiración y reconocimiento universal, desde la gente sencilla de su diócesis hasta el grupo elevado de numerosos espirituales que se esfuer­zan por la renovación de la Iglesia en Francia. La misma nobleza y Corte Real se disputan su presencia.

2.1. Encuentro y ternas a tratar

Francisco de Sales llega a París para solicitar la mano de la joven Cristina, hermana de Luis XIII, para el Príncipe del Piamonte, primogénito de su Alteza Carlos Manuel. Hasta entonces, desde 1602, invariablemente el Duque se había opuesto a su pre­sencia en la Corte de París. Ahora, Francisco gozará de todo un año, entre octubre de 1618 y septiembre de 1619, para responder a las solicitudes de quienes quieren escuchar su predicación, recibir sus consejos y orientaciones, charlar y confesarse con él. Entre aquellos a los que el Santo Obispo de Ginebra va a prestar especial atención, figura Vicente de Paúl.

Sin duda, Vicente conocía ya mucho del santo Obispo. La huella que Francisco había dejado en la Corte y en el pueblo de París con sus más de cien predicaciones durante 1602, se mante­nía profunda y activa. Pero, en particular, seguía vivo el rescol­do de su animación espiritual en el entorno del círculo de Madame Acarie. Vicente participaba sin duda de ese aprecio e influjo de la espiritualidad del santo Obispo de Ginebra.

Conocía al Santo Obispo por su doctrina espiritual, amplia­mente divulgada a través de la publicación en 1608 de la Intro­ducción a la «Vida Devota», que, según confiesa el mismo Fran­cisco, «ha sido muy bien acogida en Francia», y seguramente también a través del «Tratado del Amor de Dios», cuya primera edición es de 1616.

Y es probable que lo hubiese tratado personalmente en su época de párroco de Chátillon-les-Dombes, perteneciente a la diócesis de Lyón, a donde Francisco acudía a predicar y donde acababa de establecer el primer monasterio de la Visitación fuera del Ducado de Saboya. Ciertamente las reglas de la Cofradía de la Caridad están inspiradas en la Introducción a la Vida Devota. Además parece difícil explicar la amistad tan íntima y familiar que surgirá de pronto entre los dos santos a raíz del encuentro de París. Sin embargo, carece de fundamento la afirmación de un primer encuentro el año 1602.

Según Pedro Coste, el primer encuentro directo y personal entre Francisco y Vicente de Paúl, al menos en París, tuvo lugar seguramente a finales de diciembre de 1618. Cuando Francisco de Sales llega a París el 10 de noviembre, Vicente de Paúl esta­ba de visita por tierras de Montmirail en compañía de la Señora de Gondi. El intermediario de ese primer encuentro fue proba­blemente Pedro de Bérulle, con quien Francisco de Sales trató sobre la formación del clero. Pero a ese primer encuentro siguie­ron otros más personales, seguramente a través de los señores de Gondi, que se movían en el círculo del ilustre visitante y aprecia­ban sobremanera al señor Vicente. No hay que olvidar que el entonces obispo de París era el Cardenal de Gondi, quien traza­ría un plan para retener a Francisco en París, proponiéndole el nombramiento de coadjutor con derecho a sucesión.

Si tuviéramos que hacer un guión de los coloquios manteni­dos entre los dos santos, anotaríamos los siguientes puntos:

El tema eclesial, especialmente en lo referente a la refor­ma del clero y a la evangelización del pueblo sencillo y la atención a los pobres.

El tema personal, que permite a Vicente compartir con el Santo Obispo sus inquietudes apostólicas y la vocación a la que se siente llamado.

El coloquio y la intimidad espiritual que se establece entre los dos.

2.2. Plena sintonía y gran familiaridad

El mutuo aprecio y familiaridad que surge entre los dos, hace suponer a P. Coste que los dos santos estaban «hechos para comprenderse amarse». En la misma línea se manifiesta Luis Abelly, al considerar la elección que Francisco y la Madre Chan-tal hacen de Vicente para Director del monasterio de la Visita­ción recién fundado en París, a pesar de que «había por aquellos días en París varios sacerdotes sabios, virtuosos y de más edad que el señor Vicente».

En este caso no se trataba sólo de una impresión, sino que res­pondía a la realidad de una relación íntima. Así nos lo confirma­rá Vicente en diversas ocasiones y de forma solemne en la Decla­ración tomada a Vicente el 17 de abril 1628 para la Beatificación de san Francisco. «Muchas veces me honré con el trato de Fran­cisco de Sales», confiesa Vicente. «Añadiré además —continúa—, basándome en el trato familiar con que me honró, que abriendo conmigo su corazón me dijo una vez que, cuando predicaba, se daba cuenta de que alguno le movía interiormente»’.

El nivel de la confianza depositada por Francisco de Sales en Vicente, lo expresa una confidencia que el Santo Obispo le con­fía en presencia de la Madre Juana Francisca Frémiot, viuda de Chantal, que había llegado a París el 6 de abril de 1619, llamada por Francisco para la fundación del nuevo monasterio de la Visi­tación. Les confía el mismo Francisco: «¡Qué bien he humillado a nuestras hermanas, que se esperaban que iba a decir maravi­llas en tan buena compañía!». Se trataba del primer sermón que Francisco predicó al día siguiente de su llegada a París en pre­sencia de la corte y del auditorio más selecto. Este tipo de con­versaciones tan íntimas no eran casuales, sino habituales. En otra ocasión llegó a confesar a Vicente que no podía leer sus pro­pios escritos sin llorar. «Supe de su propia boca por haberlo visto en su trato familiar, que solía derramar lágrimas, cuando repasaba los capítulo de los libros que él mismo había compues­to, pues se daba cuenta de que todas aquellas cosas las había escrito tan excelentemente, no por su propio ingenio, sino bajo la inspiración de Dios». La confianza e intimidad con que le solía tratar el santo Obispo hace exclamar a Vicente en un momento de su Declaración en el proceso de Beatificación: «Sé a ciencia cierta».

Por su parte, la admiración y veneración que Vicente de Paúl llegó a profesar a san Francisco de sales, creció de día en día. «Cuando repaso en mi mente las palabras de este siervo de Dios, excitan tanto mi admiración que me muevo a creer que ha sido el hombre que mejor copió al Hijo de Dios, mientras moró en esta tierra». Llamó especialmente la atención de Vicente la bondad desbordante que transmitía en sus conversaciones perso­nales al hablar del amor de Dios. Esto le hizo exclamar en una ocasión en que repasaba en su interior la idea de la bondad de Dios, que Francisco le había manifestado: «¡Qué bueno eres, Dios mío, cuando tan amable es esta criatura vuestra!».

A Vicente que, según Abelly, «era de natural bilioso y de un temperamento vivo y, por consiguiente, muy inclinado a la cólera», se le grabó en el fondo del alma este modelo. Ya antes se esforzaba en moderar su temperamento, que, además, inquie­taba especialmente a la señora de Gondi, porque pensaba que estaba disgustado por alguna queja contra su casa. Desde el encuentro con Francisco de Sales intensificó este esfuerzo. Nos cuenta Abelly «que la primera vez que lo vio, reconoció enseguida en su aspecto, en la serenidad de su rostro, en la manera de tratar y de hablar una imagen muy clara de la man­sedumbre de Nuestro Señor Jesucristo, que le había ganado el corazón».

Pero también Francisco de Sales, refiere su confesor Miguel Favre, había declarado «que no era dulce tanto por inclinación natural como por esfuerzo”. Más aún, como un día su herma­no, probablemente Juan Francisco, le mostrase su admiración por como había dominado su cólera, el Santo le confesó que «en muchas ocasiones, la cólera le hervía en el cerebro como hierve el agua en un cacharro puesto al fuego, pero que por la gracia de Dios, aunque tuviera que morirse por la violencia que tenía que hacerse para resistir esa pasión… jamás diría una palabra en su defensa».

En el retiro de Soissons de 1621, según asegura P. Collet’, Vicente le rogó a Dios que le cambiase ese temperamento brus­co y le concediese uno dulce y benigno. Poco después, nos dice Jean Calvet, quedó curado por una gracia especial, precisamen­te a la muerte de Francisco de Sales en 1622, como si fuese «la última sonrisa de su amigo’. Ya al final de su vida, confiesa a sus misioneros con evidente humildad: «Hace tanto tiempo que estudio esta lección y todavía no me la he aprendido».

Lo que el mismo Vicente recomienda al P. Codoing, es que desconfíe de los fervores naturales, ya que el espíritu de Dios procede con suavidad y con toda humildad. Y le confirma que, al comienzo de proyectar la Misión, hizo expresamente un retiro en Soissons por ese motivo, y añade: Dios quiso escucharme.

José Mª López Maside,

CEME, 2008

Carta del Santo Padre por el 400 aniversario de nuestra Congregación

El Santo Padre Francisco ha hecho llegar al superior general y a toda la Congregación, la siguiente carta, con motivo de los 400 años del contrato de fundación de la Congregación de la Misión.

«Rezo para que este 400 aniversario sea ocasión de alegría y de renovada fidelidad para la visión del discipulado misionero, basado en la imitación del amor preferencial de Cristo por los pobres» 

Papa Francisco

5 puntos importantes de reflexión:

1. RENOVAR LA FIDELIDAD A LA VISIÓN MISIONERA

2. INSPIRACIÓN PARA QUE LOS JÓVENES CONSTRUYAN UN MUNDO MEJOR

3. MISIÓN Y FORMACIÓN DEL CLERO

4. IMPORTANCIA DEL SERVICIO A LOS MÁS NECESITADOS

5. IMITAR EL AMOR PREFERENCIAL DE CRISTO POR LOS POBRES

 

 

La Compañía de los Sacerdotes de la Misión: la misión anglicana en el espíritu de San Vicente

La Compañía de los Sacerdotes de la Misión (CMP) es una orden anglicana que se ha entregado al servicio de las comunidades desfavorecidas desde su creación durante la Segunda Guerra Mundial. Los fundamentos de la CMP se centran en la misión, la atención pastoral y la evangelización, enraizados en las enseñanzas y el ejemplo de San Vicente de Paúl.

Orígenes y desarrollo histórico

La Compañía de los Sacerdotes de la Misión nació en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Auspiciada por tres Comunidades Religiosas Anglicanas y el Arzobispo de Canterbury, su propósito original era proporcionar sacerdotes para atender a las poblaciones evacuadas en lugares donde no se podía disponer del grado normal de alojamiento y remuneración.

Así pues, estos Sacerdotes de la Misión tendrían que ser solteros y estar dispuestos a compartir alojamiento, medios económicos y gastos. Después de la guerra, se confiaba en que estos sacerdotes pudieran prestar servicio en las grandes barriadas de viviendas, donde los recursos eran escasos y la necesidad de atención pastoral y misión era grande.

Esto fue exactamente lo que ocurrió. Después de la guerra, los sacerdotes de la CMP, tanto en equipo como individualmente, sirvieron ejemplarmente en algunas de las zonas más necesitadas de Gran Bretaña, y también en el extranjero, en Guyana, Madagascar y otros lugares.

Lamentablemente, en la década de 1990, una crisis en la Iglesia de Inglaterra en torno a la ordenación de mujeres llevó a la mayoría de los sacerdotes de la CMP a retirarse de la Compañía y unirse a la Iglesia Católica Romana.

Para la minoría que permanecía en la Iglesia de Inglaterra, bien podría haber parecido que la vida y el trabajo de la Compañía habían llegado a su fin. Pero de esta triste situación surgió, por la gracia de Dios, un nuevo comienzo, nueva vida y crecimiento cuando la Compañía adoptó a San Vicente de Paúl como su patrón segundo, y ha crecido en una estrecha relación con la Familia Vicenciana mundial formada por congregaciones religiosas y organizaciones laicas, inspirándose y guiándose por el innovador trabajo de San Vicente de Paúl en la misión, la evangelización y el cuidado pastoral.

Espiritualidad e influencia vicenciana

San Vicente de Paúl, célebre sacerdote francés conocido por su dedicación al servicio de los pobres, se convirtió en el patrón de CMP en su etapa de renovación posterior a la década de 1990. El legado de evangelización, caridad y trabajo misionero de San Vicente resuena profundamente en la misión y espiritualidad de la CMP. Su visión del servicio cristiano enfatiza la humildad, la sencillez y la dedicación compasiva a los demás, valores que se alinean estrechamente con el espíritu de la CMP.

La conexión de la CMP con la Familia Vicenciana se ha hecho más profunda, fomentando la colaboración con congregaciones religiosas y organizaciones laicas arraigadas en la espiritualidad vicenciana. Esta afiliación amplía la comunidad de las CPM, centrada en el trabajo misionero y la justicia social, y refuerza su impacto a través de valores compartidos de humildad, colaboración y defensa de los pobres. Los sacerdotes de la CMP participan activamente en las iniciativas para aliviar la pobreza y proporcionar atención espiritual, participando en reuniones vicencianas mundiales para compartir estrategias que permitan servir mejor a las comunidades vulnerables.

Áreas de ministerio y actividades

Los sacerdotes de la CMP atienden a las comunidades en varias zonas problemáticas y desatendidas, especialmente en el Reino Unido. Trabajan en parroquias anglicanas, centros urbanos y regiones rurales, centrándose en la atención pastoral, la evangelización y la promoción comunitaria. Sus servicios incluyen:

  • Atención pastoral: Los sacerdotes de CMP proporcionan asistencia espiritual a personas y familias, atendiendo a sus necesidades materiales y emocionales.
  • Evangelización: El trabajo misionero sigue siendo una piedra angular del ministerio de la CPM, con sacerdotes comprometidos en difundir el mensaje cristiano en comunidades que puedan carecer de atención pastoral ordinaria.
  • Justicia social y abogacía: Inspirada por los ideales vicencianos, la CMP aboga por la justicia social, centrándose en los problemas que afectan a las poblaciones marginadas, como la pobreza y la falta de vivienda.

Más allá del ministerio local, los miembros de la CMP participan en misiones internacionales, continuando la tradición de la institución de llevar el ministerio anglicano a lugares necesitados de todo el mundo.

El legado y los retos actuales de la CMP

Ante el cambiante panorama social y eclesiástico, la CMP sigue evolucionando. La Compañía sigue comprometida con su misión fundacional de servir a los necesitados, al tiempo que se adapta a los nuevos retos de la Iglesia Anglicana y de la sociedad. Los miembros de la CMP están unidos por una vocación compartida de vivir con sencillez, con recursos comunitarios dedicados a apoyar la misión, reflejando su espiritualidad de inspiración vicenciana.

El impacto del trabajo de la CMP se puede ver en las vidas de las comunidades a las que sirven, donde su compromiso con la atención pastoral y la proyección social aporta esperanza y apoyo espiritual. A pesar de los desafíos modernos, la CMP continúa llevando adelante su patrimonio de servicio y misión, encarnando la compasión y la dedicación de San Vicente de Paúl.

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La Compañía de los Sacerdotes de la Misión es un ejemplo del poder de la fe y del servicio impulsado por la misión. A través de su compromiso permanente con las enseñanzas de San Vicente de Paúl, los sacerdotes de la CMP sirven como faros de esperanza en la tradición anglicana, ofreciendo atención pastoral, fomentando la evangelización y atendiendo las necesidades de las personas marginadas. En colaboración con la Familia Vicenciana, el trabajo de la CMP representa un legado vivo de caridad cristiana, resiliencia y abnegación.

Fuente: https://famvin.org/es/2025/01/15/la-compania-de-los-sacerdotes-de-la-mision-la-mision-anglicana-en-el-espiritu-de-san-vicente/?utm_source=facebook&utm_medium=jetpack_social

EN MEMORIA DON EVALDO CHÁVEZ HIJERRA (Q.E.P.D.)

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El día de ayer martes 3 de diciembre, en horas de la mañana, partió a la Casa del Padre Dios, Don Evaldo Chávez Hijerra, papá del Padre Luis Chávez Savareses, actual vicario y antiguo párroco -entre 2001 y 2011- de nuestra parroquia San Vicente de Paúl de Playa Ancha.

Conocimos a Don Evaldo -que tenía 95 años al fallecer- por allá por el año 1994, cuando su hijo fue ordenado sacerdote y ya estaba destinado en esa parroquia. Muchos de nosotros pudimos compartir con él en innumerables ocasiones, ya que visitaba a su hijo en cada cumpleaños y en cada aniversario de ordenación, además de otras ocasiones. Supimos de su sencillez, de su sonrisa y de su silenciosa sabiduría.

Nos admiró su tremenda fortaleza, que le permitió llegar a tan avanzada edad. Esta fortaleza fue vencida finalmente, por el peso de los años, pero conservó su lucidez hasta el final. Aunque no podía ni alimentarse, ni hablar, durante este último casi mes y medio, dio ejemplo, a sus hijos, nietos y demás familiares, de fortaleza espiritual. de amor y de fe.

Murió rodeado del amor de los suyos y del recuerdo y la oración de todos los que lo conocimos y lo quisimos.

Don Evaldo ya descansa y pedimos que esté en los brazos del Padre. Pedimos fortaleza para sus hijos y familiares, especialmente para nuestro querido Padre Luis.

Los funerales de Don Evaldo tendrán lugar este jueves 5 de diciembre, a las 12 horas, en la ciudad de Puerto Montt.

Fuente: https://psanvicentedepaul.cl/2024/12/03/in-memoriam-don-evaldo-chavez-hijerra-q-e-p-d/