FAMVIN Chile se hace presente en Argentina

Tras la convocatoria realizada por FAVILA, región cono sur. La familia vicentina de Chile se hizo presente participando activamente en el encuentro. En esta oportunidad se contó con la participación de:

Paulina Cortes (A.M.M.),
Ana Sandoval (A.M.M.),
P. Danilo Gallardo (C.M.),
Sor María Victoria Leal (H.C.),
Anita Jara representando a la J.M.V.
Romina Arancibia y Max Aviles de la Pastoral Educativa de las Hijas de la Caridad y Vicente (hijo de Paulina) quien asistió como invitado especial.

Este encuentro se realizó entre los días que van del 8 al 10 de noviembre en el colegio San Vicente de Paúl, del Escobar perteneciente a la Congregación de la Misión.

Por la mañana del sábado 9, correspondió a la delegación de Chile animar la oración, este espacio, permitió, a la luz del evangelio del día, reflexionar (por rama) que estábamos haciendo con la casa de Dios, cual es nuestra real presencia en el templo, necesaria, pero quizás mal enfocada. Luego de la oración y del desayuno, la participación de los misioneros vicentinos de Chile, contó además, con la reflexión que dirigió el P. Fernando Macías, C.M. Sobre el tema «La oración desde la espiritualidad vicentina».

No todo fue formación, el mismo sábado por la tarde noche, se realizó una muestra folclórica de cada país: Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay presentaron lo mejor de sí. Este momento de esparcimiento, permitió, una mayor integración y conocimiento de los países presentes.

En este encuentro, donde participaron más de 50 personas, miembros de las distintas Ramas y Congregaciones vicentinas, (Hermanas de la caridad de San Vicente de Paúl de Zagreb) emanará el documento final con las orientaciones de FAVILA cono sur, las cuales deberán dar las orientaciones y compromiso que cada país podrá llevar a cabo desde su propia realidad.

Además, de forma interna, el momento vivido, permitió que la FAMVIN Chile pudiera replantearse en que está fallando, que debe fortalecer y que debe mantener, además de ver la urgente necesidad de actualizar sus estatutos para poder abrir la FAMVIN a otras entidades de carácter social vicentino.

Que el buen Dios, nos conceda trabajar «Como amigos que se quieren bien».

 

Falleció Sor Ismenia Araya Solis, H.C.

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En la tarde del lunes 4 de noviembre, en la Clínica Dávila, en Santiago, a los 95 años de edad y 69 de vocación, falleció Sor Ismenia Araya Solis, Hija de la Caridad.

Había nacido el 21 de julio de 1929 en Graneros, en la entonces Provincia de O´Higgins, en la Zona Central de nuestro país, en el seno de una numerosa familia cristiana. Desde niña se despertó en ella la vocación a una entrega total a Dios en el servicio a los hermanos.

Conoció a los misioneros vicentinos – conocidos en ese tiempo como los lazaristas– que predicaban las misiones populares en esos lugares y especialmente al P. Humberto Abarca, que le ayudó a orientar su vocación hacia las Hijas de la Caridad. Así como ella fue orientada y acompañada por un misionero, también ella, después, orientó y acompañó a más de algún joven que luego se convirtió en misionero vicentino.

Después de ayudar en la crianza de sus hermanos y a pesar de la oposición de su padre, ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad el 13 de marzo de 1955, a los 25 años de edad. Hizo sus Votos por primera vez, cinco años después, el 15 de marzo de 1960.

La mayor parte de su vida de Hija de la Caridad la entregó al servicio de los enfermos en los Hospitales, en Santiago en los Hospitales “José Joaquín Aguirre” y “El Salvador”, en el Hospital Regional de La Serena, en el Hospital Regional de Talca, en el Hospital de San Fernando y en el Hospital de Puerto Montt. En todos los lugares donde le tocó estar se entregó por entero, con generosidad y abnegación, al servicio de los más pobres, los enfermos y ancianos.

Durante muchos años ejerció el servicio de Hermana Sirviente destacándose por su buen espíritu, la alegría en la vivencia de su vocación y por la preocupación por el bienestar integral de cada una de las Hermanas de su Comunidad. Siempre procuró vivir una vida plena en lo espiritual, valorando los tiempos fuertes de oración y los sacramentos. También fue consejera provincial.

En el año 2006, estando en el Hogar El Atardecer, escribió en su autoevaluación: “En la vida comunitaria: trato de ser amena con todas las Hermanas, hacer todo lo que yo pueda, contribuir con un buen espíritu, vivir la alegría de mi ser de Hija de la Caridad. En el servicio: Hago todo lo que puedo, en la portería, ayudo en la cocina, rezo con el personal, y estoy disponible a prestar cualquier servicio que sea necesario, si me lo piden dentro de mi delimitada salud”. Su Hermana Sirviente de ese momento agregó una observación: “La Hermana es una muy buena Hija de la Caridad según lo deseaban San Vicente y Santa Luisa”.

 

RV/HH.CC.

Fuente: Radio Vicentina –  https://radiovicentina.cl/2024/11/05/fallecio-sor-ismenia-araya-solis/

Entrevista Sor Françoise Petit, H.C.

Sor Françoise Petit, HC, Superiora General de las Hijas de la Caridad, tiene esperanza en el futuro de la Familia Vicenciana, especialmente al comprobar que los jóvenes se plantean preguntas y quieren servir.

Es una entrevista realizada por la FAMVIN en una sección especial denominada «El Corazón de un Líder»

Sor Françoise, ¿podría presentarse?

Sí, soy la Hermana Françoise Petit, Hija de la Caridad, y soy responsable de toda la Compañía, es decir, en todo el mundo. Somos unas 12.000 hermanas y estamos presentes en 97 países de los cinco continentes.

¿Porque es tan importante que todos los miembros de la Familia Vicenciana caminen juntos?

Sí, realmente lo es, forma parte de nuestra identidad, servir juntos, rezar juntos también, y así ha sido desde San Vicente. San Vicente fundó las Damas de la Caridad y poco después se fundaron las Hijas de la Caridad, y desde el principio trabajamos juntas. A lo largo de los años, a lo largo de los siglos, esta colaboración ha ido creciendo y es muy importante para el servicio, para la eficacia, pero más allá del servicio, para dar sentido a este servicio. Porque eso es realmente lo que nos une, es Cristo, y el texto del Evangelio de Mateo 25, es lo que nos une a todos.

Así que la colaboración, por supuesto, tiene que ver con el servicio, pero en un espíritu, en el espíritu del Evangelio, y eso es muy importante.

Así, en algunos lugares la colaboración es más con la Asociación Internacional de Caridades (AIC), en otros con la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP). Juventud Mariana Vicenciana (JMV) es otro ejemplo de colaboración, están presentes allí donde hay hijas de la caridad. Son muchas las iniciativas que se toman conjuntamente. Y eso da dinamismo, da impulso para el hoy pero también para el mañana.

Por último, de cara al futuro, sus esperanzas y también los retos para la Familia Vicenciana

Hay mucha esperanza e incluso expectación. Sentimos que todo el mundo comprende ahora que es imposible trabajar aislados. Creo que está bien arraigado en la mente de la gente. Eso es una fuente de esperanza, por supuesto. Esperanza también en ver a gente más joven, aunque no sean muy numerosos pero todavía hay muchos jóvenes, a pesar de todo que se hacen preguntas, que quieren servir y que encuentran en un movimiento, en una familia, lo que buscan, que es también la fraternidad. La fraternidad en la familia es una realidad y la fraternidad en el mundo, en la sociedad, es un reto. Y nosotros podemos ofrecerles la oportunidad de experimentar esa fraternidad, que ellos también tienen que construir. Porque, por supuesto, la fraternidad nunca puede darse por sentada, hay que construirla. Y esa es una gran llamada, un desafío misionero para los jóvenes de hoy. Es un reto y también una esperanza.

Gracias.

Fuente: https://famvin.org/es/2024/10/16/el-corazon-de-un-lider-sor-francoise-petit-hc-famvin2024/

Misa de exequias de Sor Silvia Velasquéz

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Hoy lunes 8 de julio, a las 9:45 a.m., en el Santuario de la Medalla Milagrosa, se llevó a cabo la eucaristía  de exequias por la pascua de Sor Silvia Velasquéz Vergara, H.C. La eucaristía fue presidida por el P. Fernando Macías, Asistente Provincial, acompañados de los cohermanos PP. Jorge Manríquez, Danilo Gallardo y Álvaro Tamblay, también sus hermanas de la casa de la Asunción, casa Virgen de los Rayos y Hogar Atardecer.  Participaron de la eucaristía la familia de Sor Silvia, su hermana, sobrinos y sobrinas, quienes llegaron muy temprano desde Talca.

En la homilía se destacó el caminar de Sor Silvia Velasquéz, a lo largo de sus servicios en diferentes obras de las hermanas, destacando sobre todo su entrega misionera en los hospitales de Talca, San Fernando, Van Buren en Valparaíso, El Salvador en Santiago, La Serena, Copiapó, etc. Pero también se fue recordando su gran cariño y entrega por los jovenes de Juventud Mariana Vicentina (JMV), destacando que de esos grupos de jóvenes que animó y asesoró los encaminó a muchos de ellos y ellas a consagrarse como sacerdotes y hermanas (H.C). Así mismo, se destacó como ella testimonió su vida de Sierva de Dios y los pobres en sus actitudes de una mujer sencilla, piadosa, humilde y muy apostólica. Concluyendo la eucaristía, P. Jorge Manríquez dirigió el responso final, invitando a toda su familia y a Sor Farides, H.C. para que participarán aspersión del agua bendita, se dio un momento de silencio orante para escuchar unas palabras de su sobrina de agradecimiento a la tía por su testimonio de vida y cercanía cariñosa hacia cada uno de ellos y agradeciendo a la comunidad de las hermanas por toda la atención y preocupación hacia ella.

Terminada la eucaristía, se dirigió casi toda la asamblea, para acompañarla hacia la cripta en el Cementerio General, para dejar ahí sus restos mortales, bendiciendo su féretro y el nicho. En ese momento se invitó a los participantes a expresar su gratitud hacia ella a través de una palabra o frase que reflejaba las semillas que ella planto junto a nosotros, con un hermoso canto mariano se concluyó este acto religioso, y fraterno de despedida de esta pequeña sierva de los pobres que paso haciendo el bien.