25 años de Vocación de SOR ORIANA DIAZ VARGAS, HIJA DE LA CARIDAD.

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El día sábado 1 de junio, en el «Santuario» de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, se realizó la celebración de acción de gracias a Dios, por los 25 años de entrega como Hija de la Caridad en pobreza, castidad, obediencia y servicio a los pobres de Sor Oriana.

Está celebración estuvo presidida por su capellán, el P. Fernando Macías y acompañaron los PP. Gastón Otárola, Pablo González, Jorge Manríquez y Danilo Gallardo; sirvió en el altar el hermano de Sor Oriana el diácono Carlos Díaz Vargas. Acompañaron en esta celebración distintas comunidades de hermanas de Chile, algunos familiares y todo el pueblo de Dios que se reúne en el Santuario.

Sor Oriana, dejo familia, trabajo, amigos, para servir al Señor en la persona de los pobres. Ha sido un camino largo, valiente, un camino de incertidumbres, anhelos, esperanzas y entrega, para dar respuesta al llamado que Dios le hizo, de ser una discípula al servicio de los demás.

«Es por Dios, es por los Pobres» (Lema de sor Oriana).

 

 

 

Servicio al pobre, pobreza, castidad y obediencia. Cuatro votos, un sólo SÍ

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“UN SÍ GENEROSO, COMO RESPUESTA DE AMOR AL LLAMADO DE DIOS”

El 08 de abril, las Hijas de la Caridad en todo el mundo renuevan sus votos de servicio al Señor y a los más pobres a través de un sí generoso para entregarse, seguir y servir a Cristo en quienes son privilegiados de su amor.

Agradecemos al Señor por el maravilloso don de sus vocaciones, las cuales, llevan adelante en proyectos de asistencia en escuelas, comedores sociales, hogares de ancianos, hogares de menores, hospitales, casas de acogida, y tantas otras acciones centradas en la búsqueda de la justicia social y acompañamiento espiritual.

Hoy pedimos una oración por las Hijas de la Caridad, para que se mantengan siempre en fidelidad a Dios, apoyándose en su misión común de servicio a los más necesitados. Que ese sello de amor que ustedes dan en cada acto de servicio, continúe con la misión de Cristo, interpretando los signos de los tiempos, emprendiendo nuevos caminos en bien de la transformación de las realidades de sufrimiento por las que pasan los pobres que tocan a su puerta.

“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc. 1, 28)

Provincia Nuestra Señora de la Misión América-Sur

Falleció sor Evelyne Franc, ex Superiora General de las Hijas de la Caridad

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A los 75 años de edad y 49 de vocación, falleció, este lunes 8 de enero, Sor Evelyne FRANC, que fuera Superiora General de la Compañía de las Hijas de la Caridad, entre 2003 y 2015. Así lo informó la actual Superiora General, Sor Françoise Petit, mediante un comunicado enviado a toda la Compañía.

Su funeral se celebrará el viernes 12 de enero de 2024 a las 11 horas, en la capilla de la Residencia de la Providencia de Le Coteau, comunidad de la Provincia Bélgica-Francia-Suiza, a la que se unió al final de su mandato como Superiora General.

En la página internacional de las Hijas de la Caridad se lee el siguiente homenaje:

«Damos gracias a Dios por su vida ejemplar, por su inquebrantable adhesión a Cristo y por su incansable dedicación al servicio de la Compañía a lo largo de todos estos años.

Rezamos por ella, su familia, los pobres a los que ha servido y amado y las Hermanas que ha conocido y acompañado.

¡Que el Señor la acoja en su paz y su alegría!»

Falleció Sor Anita Gamín Muñoz, Hija de la Caridad

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A las 00.10 de este sábado 25 de noviembre, falleció, en la Casa Nuestra Señora de la Asunción y después de una larga agonía, Sor Ana del Carmen Gamín Muñoz, conocida como Sor Anita.

Sor Anita había nacido en Punta Arenas, Región de Magallanes, Chile, el 13 de septiembre de 1944. Había sido bautizada el 7 de diciembre de 1944 y había recibido por primera vez la Sagrada Comunión el 8 de diciembre de 1954. Su Confirmación tuvo lugar el mismo día de su Primera Comunión.

Entró en el Seminario de las Hijas de la Caridad, en Santiago, el 12 de marzo de 1979 y emitió sus primeros Votos el 15 de marzo de 1984.

Entre los servicios que ejerció en la Compañía están los de Directora del Seminario (1992), Hermana Sirviente (1995) y Secretaria provincial (2001). Entre sus apostolados, fue asesora de catequesis y de grupos juveniles.

Sor Anita es descrita por sus compañeras como una Hermana con una gran madurez en su vida de piedad; no tenía dificultades para la vida comunitaria. Demostró gran interés y responsabilidad en el trabajo; tenía sentido del sacrificio y abnegación. Amable, de buenos modales, con capacidad para vivir los votos y para el servicio.

Sus funerales tendrán lugar este domingo 26 de noviembre, con una misa alas 12 horas en la Capilla de Calle Venecia, para luego ser sepultada en el Mausoleo de la Doble Familia, en el Cementerio General de Santiago

CdlR

Superiora General de las Hijas de la Caridad en Chile

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Entre los días 18 y 20 de julio recién pasados, visitó a las Hijas de la Caridad en Chile su Superiora General, Sor Françoise Petit. En este contexto la Madre compartió con sus Hermanas , que vinieron desde las distintas comunidades presentes en el país, celebrando, además los 10 años de la Provincia Nuestra Serra de la Misión – América Sur. Además, participó de la re-inauguración de la Casa de la Asunción, después de su refacción y también de la inauguración de la obra Effatá, que se estableció en el recinto del Ex-Regazo, en Macul.

En la tarde del martes 18, la Superiora General participó en la Misa de los martes, con la Novena Perpetua, en la Capilla de Calle Venecia, en la que además se celebró el aniversario de la primera aparición de la Virgen a Santa Catalina. La Misa fue presidida por el P. Carlos de la Rivera y concelebrada por el P. Sergio Plana, director provincial de las Hermanas y el P. Álvaro Tamblay.

El miércoles 19, tuvo lugar otra Eucaristía con las distintas asociaciones de la Familia Vicentina. esta Misa fue presidida por el P. Sergio Plana y concelebrada por otros  siete misioneros, entre ellos el Visitador, P. Gastón Otárola. Luego de esa misa hubo una cena de honor, ofrecida por las Hijas de la Caridad.

Celebran Solemnidad de Santa Luisa de Marillac

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Con una solemne Eucaristía, presidida por el P. Carlos de la Rivera y concelebrada por el P. Álvaro Tamblay, se celebró en la Capilla-Santuario de la Medalla Milagrosa, en al Casa Central de las Hijas de la Caridad de calle Venecia, la Solemnidad de Santa Luisa de Marillac, este martes 9 de mayo.

En la celebración participó un importante número de fieles, especialmente de los que integran los diferentes grupos y comunidades que se reúnen en torno al Santuario, pero también quienes habitualmente asisten, incluso provenientes de diversos sectores de Santiago, para pedir y agradecer a la Virgen por su intercesión.

En la homilía se destacó la figura de Santa Luisa, su profunda vida interior, su devoción al Espíritu Santo y su entrega al servicio de los pobres.

Al final de la Eucaristía se destacó la labor de los diferentes agentes pastorales que trabajas en el Santuario, entregándosele a cada uno una luz, co mo signo de la tarea que tenemos como cristianos de ser luz del mundo y en recuerdo de la luz del Espíritu Santo, que iluminó a santa Luisa y le ayudó a disipar sus dudas.

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Falleció sor Elena Ortiz Aguilar, Hija de la Caridad

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En la mañana de este Lunes Santo, 3 de abril, falleció en la Casa Nuestra Señora de la Asunción,  Sor Elena Haydée Ortiz Aguilar. El señor se la llevó mientras dormía y sin previo aviso.

Sor Elena había nacido en Puerto Montt, el 12 de abril de 1927 y había sido bautizada el 24 de mayo de 1928. Hizo su Primera Comunión recibió el sacramento de la Confirmación el 20 de enero de 1946.

Ingresó en el Seminario de las Hijas de al caridad el 23 de junio de 1951. Había sido presentada por el P. Humberto Abarca, gran misionero vicentino en los campos chilenos. Hizo el Aspirantado en la antigua Casa de Belén en Santiago y el Postulantado en la Casa Provincial.

Realizó estudios de Humanidades y Catequesis. Estuvo en diferentes Comunidades: Quilpué, San Fernando, Hospital El Salvador en Santiago, Talagante, San Bernardo, Hospital de Rancagua, Casa Provincial, Hogar La Paz de la tarde en Limache. Finalmente, estuvo en la Casa de la Asunción desde 1987 hasta su muerte.

Era pequeña de estatura, tenía salud débil, pero muy buen espíritu. Era trabajadora, piadosa, bondadosa, inteligente, muy educada y servicial.

 

 

Tradicional saludo navideño entre Hermanas y Misioneros

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Como es tradicional, este lunes 26 de diciembre, tuvo lugar en nuestra Casa de Alameda, el saludo navideño entre Hijas de la Caridad y Misioneros, de las comunidades de Santiago. Dado que el año pasado se tuvo en la Casa de Venecia de las Hermanas, este año los Misioneros fueron los anfitriones.

El encuentro comenzó con la celebración de la Eucaristía, en la Iglesia San Vicente de Paúl, la que fue presidida por el superior local, P. Carlos de la Rivera y concelebrada por los PP. Fernando Macías, Jorge Manríquez, Álvaro Tamblay y Cristopher Groff y la presencia de todos los seminaristas y unas 40 Hijas de la Caridad. El celebrante principal, en la homilía, explicó el sentido de este encuentro festivo y explicó además, la relación entre la Navidad y la Fiesta del martirio de San Esteban, afirmando que la Navidad no es sólo alegría, belleza y romanticismo, sino que también en este misterio, como en la vida del cristiano, está presente el sufrimiento, sobre todo aquel que surge como consecuencia del compromiso de la fe.

Luego de la misa, los participaron compartieron un almuerzo, ofrecido en el comedor de la Casa Central y a cargo del P. Luis Chávez. Al final del almuerzo, se cantó villancicos y se compartió los regalos del «Amigo secreto».

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Superiora General de las Hijas de la Caridad concede entrevista a Vida Nueva Digital

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La Superiora General de las Hijas de la Caridad, Sor Françoise Petit, ha concedido una entrevista a Vida Nueva Digital, la que ha sido publicada, en español, este lunes 19 de diciembre de 2022. La entrevista estuvo a cargo de Marie-Lucile Kubacki.

El siguiente es el texto de la entrevista:

PREGUNTA.- Son la primera congregación del mundo en términos numéricos: ¿cómo lo explica?

RESPUESTA.- Cierto, todavía somos muchas, pero los números están bajando. ¡Llegamos a ser 40.000! Actualmente hay unas 140 hermanas en el seminario (novicias). Las jóvenes que entran son atraídas por la vida comunitaria, por la vida de oración. Ven que estamos verdaderamente al servicio de las personas que viven hoy en condiciones precarias, según el carisma recibido por nuestros fundadores, San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac.

P.- Realizan un voto de pobreza y compromiso al servicio de los pobres: ¿cómo viven la pobreza?

R.- Tratamos de contentarnos con lo necesario. Ponemos todo en común y por lo tanto nada nos pertenece. Cuando tenemos que comprar algo, primero pensamos en si realmente es importante. Pero el voto de pobreza no se vive tanto como obediencia a una disciplina hecha de reglas cuanto como una conducta libremente elegida, que nos lleva a despegarnos lentamente de las cosas materiales. Cuando entré en la congregación de las Hijas de la Caridad tenía mi propia idea de cómo debían ser las cosas, pero luego esa idea evolucionó cuando me di cuenta de que el voto de pobreza era una respuesta dada continuamente. Hay un camino para seguir a Cristo, casto, pobre, obediente.

P.- ¿Cuál es el voto más difícil? ¡Muchas consagradas dicen que es el de la obediencia!

R.- Depende de los momentos de la vida y de los acontecimientos. Obedecer puede ser difícil por ejemplo cuando cambias de comunidad, si estás apegado a la misión y sobre todo a la gente de la que te vas. Puede ser un desarraigo, vivido en carne propia. A veces es el voto de pobreza porque te sorprendes teniendo la tentación de comprar. A veces es el de la castidad, porque puede hacernos sentir falta de afecto y una sensación de soledad. Pero los votos están todos ligados entre sí y gradualmente experimentamos su capacidad para hacernos libres. A menudo digo que no nos endurezcamos, sino que confiemos al Señor todos los deseos que tenemos de responder a su llamamiento a través de los votos.

Los votos son un compromiso, y también son un camino a seguir. La paz interior, la madurez espiritual se logran con los años. Al principio es fuerte el deseo de vivir todo de manera radical, luego nos endurecemos un poco, nos comparamos con las demás o nos desesperamos con nosotras mismas. Y todo esto no hace crecer… Es necesario empezar por reconocer tus dones y aceptar tus limitaciones. La meditación de la Palabra de Dios y el tiempo de compartir en comunidad ayuda en esto. Además, dialogar sobre la Palabra de Dios nos permite conocer más profundamente a las hermanas de nuestra comunidad y ayudarnos unas a otras.

P.- ¿Cuál es la pobreza del pecador tal como la reconocemos, por ejemplo, en el Avemaría, cuando le imploramos diciendo “ruega por nosotros pecadores”?

R.- La pobreza del pecador es que a veces está lejos de Dios, sordo a sus peticiones, o ciego a sí mismo, a los demás, o a las miserias que le rodean. Sin darnos cuenta, ya no nos conformamos con la voluntad del Señor, que sin embargo nos perdona, afortunadamente. Y también nos olvidamos de esto. Quizás es una de las mayores pobrezas, y es la que nos lleva a desesperarnos con nosotras mismas, olvidando que el Señor confía en nosotras, y si volvemos a Él, Él siempre nos acoge.

P.- ¿En qué consiste la pobreza evangélica? ¿Hay una pobreza para buscar y una para combatir?

R.- La pobreza evangélica es la que se nos pide vivir en el seguimiento de Cristo, que no tenía ni siquiera donde reposar la cabeza. Es también la pobreza de espíritu y la sencillez de corazón que no obstaculizan los dones de Dios. La pobreza a combatir no es de este tipo. Es la violencia, la injusticia, la miseria. Uno de nuestros desafíos como Hijas de la Caridad es la defensa de los derechos humanos. Muchas hermanas están comprometidas en ello, tanto participando en proyectos y acciones de asociaciones, en la ONU –donde hay dos Hijas de la Caridad– como en la vida cotidiana a nivel local.

P.- ¿Cómo vivís la ancianidad en las comunidades?

R.- Hay grandes diferencias de un país a otro. En Kenia o Albania, por ejemplo, no hay monjas ancianas. En cambio, en Europa –en Italia, Francia, España, Alemania y los Países Bajos– las comunidades están envejeciendo. Algunas Provincias pueden permitirse mantener a las hermanas mayores en comunidades activas, porque hay suficientes hermanas capaces de ocuparse de ellas. En Francia, las hermanas ancianas son a menudo ubicadas en un Ehpad (centro de acogida para personas ancianas no autosuficientes) donde, con sus limitaciones, siguen su misión entre otras personas ancianas. Son un signo de la Iglesia a través de la vida fraterna, prestando una atención particular a los demás.

P.- ¿Hay pobrezas que le resultan más insoportables que otras, a nivel personal?

R.- Cuando era trabajadora social, lo que más me conmovía era conocer a los padres, en particular a las madres, que habían perdido a un hijo. A finales de agosto fui a Ucrania para visitar a nuestras hermanas, que están acogiendo a muchas personas desplazadas, sobre todo mujeres y niños. En esa ocasión me impactó mucho escuchar, por ejemplo, a una mujer que contó que sus dos hijos estaban en el frente. Su dolor me golpeó profundamente. Hay pobrezas que dejan huella.

P.- Ha sido elegida superiora general de las Hijas de la Caridad: ¿quien cubre puestos de autoridad debe a su vez hacer frente a la pobreza?

R.- La experimento todos los días. Pobreza de competencias, de carácter, aridez espiritual, cansancio… Siempre tengo que enfrentarme a mis límites. Tengo defectos, como todo el mundo. ¡Afortunadamente no los tengo todos en el mismo día! (risas). Pero no estoy sola, estoy rodeada de ocho hermanas del Consejo General. Confío en ellas, nos complementamos. Cuando tienes autoridad, el problema es que es más difícil para los demás decirte que algo va mal.

Cuando te aplauden es hermoso, pero debemos aprender a no tomarlo como algo personal y nunca perder de vista que se aplaude al Señor. Cuando veo a las monjas rezando, me digo: ¡tal vez soy yo la que reza peor! Luego me tranquilizo, porque no hay primero ni último. Lo importante es saber que somos acogidos por el Señor, sean cuales sean nuestros límites. Es Él quien hace lo esencial, hacemos lo que podemos con lo que somos.

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Falleció Sor Cecilia Ortiz Saldías, Hija de la Caridad

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A las 11.30 horas de este lunes 5 de diciembre, falleció en la Casa de Hermanas Mayores, Sor Cecilia Ortiz Saldías. Desde el miércoles de la semana recién pasada, había mostrado signos de que se estaba despidiendo. Durante estos días recibió la visita de sus familiares, de las Hermanas, como también de Padres y seminaristas y de algunos amigos. El domingo por la noche recibió, una vez más, el Sacramento de la Unción de los Enfermos.

Sor Oriana Cecilia Ortiz Saldías nació en Santiago el 7 de mayo de 1925. Tuvo cuatro hermanos y seis hermanas. Estudió en «La Caridad», que posteriormente sería el Liceo Santa Luisa de Marillac. Hizo el Postulantado en Valparaíso y entró en el Seminario de las Hijas de la Caridad el 25 de noviembre de 1950. Emitió sus primeros Votos el 27 de noviembre de 1955.

En su larga vida como Hija de la Caridad Sor Cecilia sirvió en obras tales como Los Ángeles; la Escuela Pío XII; la Escuela e Internado Lourdes en Valparaíso; la Escuela Regina Mundi de Macul, donde fue Hermana Sirviente; el Hogar de niños Santa Ana de Quilpué, donde fue Directora; la Casa Provincial, donde fue Hermana Sirviente; el Hogar el atardecer y el Hospital El Salvador de Santiago, donde se desempeñó como sacristana.

En 1981 fue nombrada consejera provincial y también se desempeñó como responsable de las postulantes.

Fue una buena educadora, era profesora de Estado de Enseñanza Básica. Era muy inteligente, trabajadora y piadosa, abnegada y fiel a su consagración. Siempre demostró dedicación en el apostolado  con los niños, siempre atenta a los pequeños detalles. Sabía escuchar a las personas. También se destacó por su aprecio a las personas mayores. Tenía muy buen humor. Amaba y respetaba a los sacerdotes, especialmente a los miembros de la Congregación de la Misión. Era cariñosa, espontánea, reflexiva y buena consejera. Su aprecio por los misioneros le ganó también el amor y el respeto de ellos.

Sus funerales tendrán lugar este miércoles 7 de diciembre, con la Misa en la Casa de la Asunción (ex-Regazo) y su posterior sepultación en el Mausoleo Vicentino, en el Cementerio General de Santiago.