MISIONES VICENTINAS HORNOPIRÉN – CHILE

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Bajo el lema «Con Jesús, somos Misioneros de la esperanza», la Familia Vicentina en Chile inició la Misión Rural 2025 y 2028. Como parte de este proyecto, entre el 10 y el 19 de enero de 2025, comenzó el proceso de acompañamiento a la labor pastoral de la Parroquia Sagrada Familia de Hornopirén, en la Región de Los Lagos, junto a su párroco el P. Antonio Van Kessel.

Estas misiones cuentan con 3 etapas, iniciando con el proceso de Pre-Misión, en el que participaron 47 integrantes de distintas ramas de la Familia Vicentina. Entre ellos sacerdotes de la Congregación de la Misión, Hermanas Hijas de la Caridad, educadores, asistentes de la educación, así como representantes de la Asociación de la Medalla Milagrosa y de Juventud Mariana Vicentina.

Las comunidades misionadas fueron Mañihueico, La Poza, Aulen, Isla Queullín, Chauchíl, Contao, Quildaco Bajo, Curamín y Rolecha. Esta misión permitió visitar a las familias de cada comunidad, conocer sus realidades, necesidades y sueños para su localidad. Fue un tiempo de escucha y enriquecimiento mutuo, acompañado de la bendición de casas y familias, así como por momentos de cercanía y fraternidad.

Entre las actividades realizadas por la comunidad misionera en conjunto con las comunidades misionadas, se destacan: la Eucaristía diaria, diversas celebraciones y oraciones, unción de los enfermos, bendición de los hogares, encuentros de formativos y de acogida, actividades con niños y adultos, catequesis bautismal, entrega de sacramentos y peregrinaciones.

A continuación, compartimos tres testimonios de integrantes de JMV.

Las Misiones de Hornopirén han sido, hasta el momento, una experiencia enriquecedora y diferente a la vivida en Copiapó. Hubo una mayor formación, aunque esta no incluyó los recorridos. La falta de un mapa detallado de cada comunidad fue un desafío, ya que no solo debíamos caminar largas distancias, sino también adentrarnos en los cerros para localizar las casas y visitar a las familias. En Copiapó, aunque también caminábamos bastante, los sectores estaban delimitados y organizados por calles, lo que facilitaba la orientación. Sin embargo, no es posible comparar un campamento con una comunidad establecida.

En cuanto a los grupos de servicio en las nueve comunidades, estos fueron bastante dispersos, con integrantes de distintas edades, ramas vicentinas y tipos de servicio. Al igual que en las Misiones de Copiapó, no conocimos la distribución de los grupos hasta el último día, cuando ya debíamos partir hacia nuestro destino. Esto nos tomó por sorpresa, pero lejos de desmotivarnos, permitió la formación de un gran equipo, con la esperanza de que más personas se sumen en el futuro.

El servicio en la localidad no fue muy distinto al de Copiapó. En las mañanas, dependiendo del clima, recopilábamos información sobre las familias y sus necesidades, especialmente en lo que respecta a la Iglesia Católica. Muchos habitantes expresaron su preocupación por la pérdida de la costumbre de asistir a misa y las dificultades para definir quién está a cargo de la iglesia en la comunidad.

Por las tardes, realizábamos encuentros con adultos mayores, ya que eran el grupo predominante en la zona. También intentamos organizar actividades para niños y jóvenes, pero eran pocos y, en su mayoría, no residían en la localidad.

En definitiva, esta misión ha sido un aprendizaje profundo, lleno de desafíos, pero también de valiosas experiencias que fortalecen nuestra vocación de servicio.

Mikaela Villalobos -JMV San Vicente de Paúl, Copiapó.

Fue una experiencia muy bonita, desde el recibimiento que tuvimos por parte de algunas familias, que nos trataron con mucho amor y generosidad. Sin embargo, también enfrentamos algunas dificultades, como las distancias que debíamos recorrer desde donde nos hospedábamos hasta las casas que visitábamos, lo que nos restaba tiempo para llegar a más familias. Además, hubo falta de implementos para cocinar, pero aun así logramos organizarnos para que nunca faltara la comida.

Más allá de los desafíos, fue una experiencia hermosa, donde pudimos disfrutar de los paisajes y conocer a personas maravillosas de la comunidad con las que compartimos y nos relacionamos.

Mathias Bocanegra- JMV Pier Giorgio Frassati, Santiago.

Mi experiencia en la misión la describiría como algo nuevo y emocionante. Personalmente, fue la primera vez que participé en un encuentro como este, y resultó ser una experiencia muy gratificante.

Sentí que esta misión me ayudó a crecer y me dio la oportunidad de compartir con otras personas que, al igual que nosotros, viven el carisma vicentino. Fue un verdadero aprendizaje y un momento de encuentro con la comunidad y con Dios.

En la comunidad que me tocó misionar, en todo momento tratamos de dar lo mejor de nosotros. Nos encontramos con diferentes realidades y, cada día, conocimos nuevas familias con historias únicas.

Como comunidad, teníamos horarios que siempre intentábamos cumplir para salir a misionar lo antes posible. Cada casa visitada fue una oportunidad de crecimiento personal, convirtiéndose en una experiencia que valoro muchísimo.

Agradezco a quienes hacen posible estas misiones, ya que, en lo personal, siento que nos ayudan y aportan mucho a nuestra vida.

Valentina Escobar- JMV La Milagrosa, Punta Arenas.

Fuentehttps://jmvinter.org/misiones-vicentinas-hornopiren-chile/?fbclid=PAY2xjawIlYTxleHRuA2FlbQIxMQABpj-ZXJzJ6I_GMmbV0FNhkCiKaRXmcYfC3i1NOURKN7Nl6GXaltQp2ZwVaA_aem_pCdmTjx8XnW_dOxai3jYaw 

Juventud Mariana Vicentina Internacional. 

Misión Rural Etapa de Pre-Misión, Hornopirén – Chile

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Con el lema: “Con Jesús somos Misioneros de esperanza” La Familia Vicentina de Chile está dando inicio a un proceso de Misiones Rurales de verano. En enero 2025, desde el 10 al 19 de enero se llevará a cabo la primera etapa; la Pre-Misión. En los veranos siguientes, 2026 y 2027 etapa misión y post misión 2028.

Este es un proceso de 4 años de Misión Rural, los lugares a misionar están en la zona costera donde inicia la Carretera Austral (entrada norte); son Mañihueico, Contao, La Poza, Quildaco Bajo, Aulen, Curamín, Queullín, Rolecha y Chauchíl.

La convocatoria ha tenido como respuesta el interés de 50 misioneros de las diferentes ramas: AMM, Sacerdotes de la Congregación de la Misión, Hijas de la Caridad, Juventud Mariana Vicentina, Profesores y Asistentes de la Educación de cinco Centros Educativos Vicentinos de nuestro país.

Formación Previa.
El lunes 16 y el viernes 20 de diciembre de 2024, se realizó vía zoom, la formación para todos los misioneros. Los temas “El mandato Misionero” y “La Pedagogía Misionera” estuvo a cargo de Sor María Isabel Ruiz HC y en Hornopirén, el 11 de enero se realizará un día de formación presencial a cargo de Sor Susana Herrera. Como proyección con este grupo misionero se realizará en el 2025 un curso misionero más completo y profundo combinando lo virtual y presencial.

Itinerario.
El 09 de enero un grupo de Hermanas con un equipo de avanzada, esperarán el día 10 de enero a las 12:00 horas a los misioneros que llegan desde Alto Hospicio, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Tomé, Punta Arenas, Paraguay, para viajar juntos hasta Hornopirén.

Serán albergados en la Casa de formación Misionera y en la ex comunidad (espacios que aún permanecen después de que la comunidad se retiró del lugar). El día 11 está dedicado a la formación de los misioneros. El día 12 muy temprano las comunidades misioneras serán conducidos a sus lugares de misión. El día 19 las comunidades misioneras se reúnen nuevamente en Hornopirén con el fin de recoger las experiencias, evaluar el proceso, recoger la información a fin de proyectar la etapa de Misión (2026 y 2027).

Ofrecemos a Jesús esta misión, que nos ayude a hacer su voluntad, que prepare el corazón de las personas que serán misionadas y los misioneros.

Nuestra Señora de la Misión, bendice a los misioneros.

Fuente: https://www.hijasdelacaridad.net/detalle.php?id=489

Misión en Porvenir – Cerro Sombrero

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Entre los días 22 al 26 de julio se llevó a cabo la misión de invierno en las localidades de Porvenir (parroquia San Francisco de Sales) y Cerro Sombrero (parroquia San Alberto Hurtado), dónde los equipos misioneros conformados por laicos y religiosas de Instituto Misionero del Espíritu Santo; en ambos lugares se realizaron visitas a casas, bendiciones.

Además de la Eucaristía, hubo celebración del sacramento del Bautismo.

Agradecidos de este tiempo del paso de Dios por nuestro pueblo. Esperamos que esto también sea un resurgimiento de la fe en la vida de la comunidad.

 

 

Estudiantes en Misión: Verano 2022

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Del 5 al 13 de febrero los estudiantes Jasser Siles y Ángel Lucena, realizaron las Misiones de Verano bajo el lema en la parroquia San Marcelino Champagnat ubicada, en el sector la Compañía Alta en la periferia de la Serena, Región de Coquimbo. Dichas Misiones inicio con la celebración de la Eucaristía Dominical correspondiente a la semana 5ta del tiempo ordinario, dicha celebración fue presidida por el P. Rodis Christensen, CM Visitador de la Provincia y párroco de dicha comunidad. En su homilía el Padre Christensen aprovecho la ocasión para invitar a los jóvenes allí presenten a “no tener miedo y dejarse tomar por las redes del señor, para así configurarse a Cristo en el sacerdocio y la misión” (Lucas 5,1-11).

Es importante mencionar, que una vez en la parroquia todos lo planificado previamente para realizar en dicha misión fue frustrado producto del alza de contagio por la variante ómicron que afecta al territorio nacional. Sim embargo no fue impedimento para los jóvenes estudiantes ya que de inmediato se re-inventaron, logrando así ofrecer un ciclo de charlas a los servidores y miembros de los grupos de apostolado que allí hacen vida. Las mismas se dividieron en 3 secciones expositivas en la cuales se trató el tema: “La misión como fundamento imprescindible para el vicentino”. De igual forma, se dio la oportunidad de visitar algunas familias selectas que necesitan de la visita y el acompañamiento espiritual de estos jóvenes. La misión concluyo el domingo 13 de febrero con una misa de acción de gracias a Dios por lo vivido los días anteriores en marco de esta misión de verano.

Padre Amith en su destino misionero

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El P. Joseph Emmanuvel Amith Joseph Anantharaj ha anunciado, mediante mensaje whatsapp que, finalmente y luego de larga espera, está en Papúa Nueva Guinea, país a cuya misión ha sido destinado por el Superior General:

«La gracia y la paz de Cristo el Señor sea con todos ustedes,

Después de una larga espera (un año y medio), el Señor me abrió el camino hacia la tierra de las misiones. El día 20 de febrero, a las 21 hrs, comencé el viaje de Chennai (Tamil Nadu, Sur de India) hacia la ciudad Capital Nueva Delhi , donde tuve que estar dos días en cuarentena y hacerme el examen de Covid 19, antes de comenzar el viaje hacia Papua Nueva Guinea.

El día 23, en la mañana a las 9 hrs (hora india), despegamos en vuelo en el que hacia a Port Moresby Capital de Papúa Nueva Guinea, vía Indonesia. Llegamos a las 6 de la mañana (hora local). Salí del aeropuerto a las 9, luego de los tramites de inmigración. Me esperaba el P. Jacek Tendej, rector del Holy Spirit Seminary. Con él fuimos al seminario, donde deberé hacer cuarentena durante 14 días en un sector separado de los demás. Estoy junto a tres Hijas de la Caridad de Filipinas, quienes también están en cuarentena, para luego ir a trabajar en una de las islas de Papúa Nueva Guinea.»

Misión en Tierra del Fuego

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Una hermosa experiencia misionera están teniendo nuestros seminaristas, Michael Cortés y Danilo Gallardo, en la localidad de Porvenir, en Tierra del Fuego. La Misión está programada para los días del 5 hasta el 25 de enero. Durante estos días comenzaron su trabajo, visitando las casas de la población Corvi, mientras que la próxima semana lo harán en el sector del Santuario del Nazareno. La idea es animar a la comunidad, visitar a personas solas, enfermos y de la tercera edad. Durante las visitas, además han llevado la comunión a los enfermeros.

Por otras parte, visitador la a la radioemisora del lugar y fueron a saludar a la señora Marisol Andrade, alcadesa de la comuna, quien los animo a continuar en esta hermosa labor evangelizadora, con alegría y sencillez.

Los próximos días trataremos de ir también a Bahía Chilota y Timaukel, sectores un poco más alejados ya cuya gente le hará bien la visita de nuestros jóvenes.

Corresponsal: P. Alejandro Fabres, C.M.

Fotos en Instagram

Misión en Canadá – Collipulli

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Los días van avanzando y con ellos las horas parecieran ser tan largas como la espera para ver anochecer. Conforme pasa el tiempo, hemos podido recorrer kilómetros, visitando cada casa con la que nos topamos a la vera del camino. Es una lastima decir que la recepción esta teniendo un sabor amargo, ya que la realidad de este pueblo es muy diversa a lo que experimentamos anteriormente y muy distinta de la que uno podría imaginar.

La lejanía entre una casa de otra, hace ver casi imposible el acceso a la capilla y peor aun poder participar de la Eucaristía. La gente. por otro lado, se va envejeciendo y los jóvenes, por razones de estudios, tienen que salir del «campo» -como le llaman ellos a este sector- y el trabajo de hombres y mujeres hacen que las puertas de los vecinos simplemente no se abran para nosotros.

Pero en este adverso panorama, nos encontramos con el otro lado de esta gente. Algo  que nunca llegamos a imaginar y que sólo se hacia realidad en las bromas durante ¡nuestras comidas, o en los tantos y diversos memes que uno ve por las redes sociales.

Aquí pareciera que el tiempo volvió atrás, desde tener que lavar la ropa en un canal y escuchar «anda a la huerta a sacar…» Son acciones que, para nosotros, parecían pertenecer a un pasado muy lejano. También se ha hecho muy común ver por facebook aquella imagen que señala a un padre o una madre y dice algo así como: «solo quienes… entenderán»… y aquí observamos con impresión cómo se comparte aún lo poco que se tiene… donde un pan se parte en tres, para que así todos podamos comer; donde un huevo de campo y un trozo de pan amasado son muestras de afecto para con los misioneros, a quiénes se les agradece la presencia en sus hogares (a los pocos que hemos podido entrar).

Resumiendo, creo que puedo afirmar que la fe no ha muerto y que los escándalos que hemos dado como Iglesia, están lejos de ser causa de la baja en la participación en la misa. Es sólo que los campesinos se han vuelto viejos, otros han muerto y los jóvenes que no se ven, no es que no quieran, sino que no están aquí. Además, la crisis vocacional aquí se hace sentir mucho más que la baja de del número de alumnos de un seminario. Aquí la gente quiere, desea— pero todos dicen «ya no es como antes»… Agradecen que se visite sus casas, oran y tienen a Dios por sobre todo, pero hace falta más sacerdotes que no dejen enfriar la fe de estos hermanos, que tan lejos están de una parroquia o de una catedral… donde no importe la cantidad, ni si hay o no juventud; donde al parecer la misa ya no es tan esencial (viendo la realidad), sino más bien,  la vista del hogar es lo que a ellos les satisfará.

Termino con una pregunta que un niño me hizo al verme lavar la ropa en el canal :¿Tío, a usted se la ha ido alguna vez la ropa al lavarla en el canal?… Ojalá se entienda el trasfondo de la pregunta y no lo chistosa que ésta pudiera ser… Santiago no es Chile y la realidad/comodidad de muchos no existe aquí.

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