Jóvenes JMV e Hijas de la Caridad siembran esperanza en Copiapó

publicado en: Familia Vicentina, Noticias | 0

Entre las muchas iniciativas emprendidas en la Iglesia y en nuestra Familia Vicentina, para ir en ayuda de quienes más están sufriendo a raíz de la crisis económica y social, que se ha visto agravada por la pandemia del coronavirus, cabe destacar la obra de las Hijas de la Caridad, y de la Juventud Mariana Vicentina en Copiapó.

Las Hermanas Raquel Argel, Carmen Gloria Acevedo, Juanita Romero y Cristina Tola, junto a los jóvenes JMV, se han organizado para llevar -al menos tres días por semana- desayuno a los ocupantes de la toma de calle Andacollo de esa nortina ciudad.

Los pobladores han recibido con alegría, gratitud y esperanza esta ayuda, en medio de la crisis que ha venido a incrementar las carencias que ya sufrían y que los ha hecho vivir en precarias condiciones  en una toma.

Los jóvenes han puesto su trabajo y a través, especialmente de las redes sociales, han convocado al resto de a población a solidarizar con estos hermanos en necesidad, poniendo en práctica toda la enseñanza valórica, con acento vicentino, recibida en la Escuela San Vicente de Paúl, de la que la mayoría de ellos son ex alumnos, tal como lo señaló el director de dicho establecimiento, Rigoberto Barrera.

Además de los más de 60 desayunos, han llevado ropa y algunas veces el almuerzo. A esto hay que agregar la campaña de recolección de leche y galletas para los niños.

Por otra parte, están empeñados en construir una sede, para atender a las familias del sector, lo que tiene como objeto trabajar en la promoción integral de las personas.

 

Misioneros presentes en la II Escuela de Líderes de la Juventud Mariana Vicentina en Punta Arenas

publicado en: Familia Vicentina, Noticias | 0

En Punta Arenas, se llevó a cabo la II Escuela de Líderes de la Juventud Mariana Vicentina de Chile, entre el lunes 20 y el domingo 26 de enero. Además de las fechas de llegada de las comunidades, a partir del viernes 17 en adelante, para la organización. Se ha profundizado en el enfoque de la formación, uno de los pilares de la JMV, para incorporar herramientas que les permitan ejercer un sano y esclarecedor liderazgo en tiempos que corren. Hay que decir que esta experiencia se inició, el año pasado  en Copiapó y ahora se repitió en Punta Arenas. Ambos lugares cuentan con comunidades JMV, que sirven a la Iglesia y a los pobres.

Esta Escuela ha contado con la presencia de la Congregación de la Misión, en la persona del Director Nacional de JMV, P. Álvaro Tamblay y de uno de los Asesores, el P. Gabriel Fuentes, los que han participado activamente en el desarrollo del encuentro. Además, en algún momento se integraron y participaron el Visitador, P. Fernando Macías y el Párroco de San Miguel, P. Pablo Vargas, además de un diácono y los seminaristas, participando en la misa con el Obispo de la Diócesis, Monseñor Bernardo Bastres.

También se contó con la presencia de las Hijas de la Caridad, las que han sido las grandes anfitrionas del encuentro, por el espacio que brindaron como lo es el Colegio La Milagrosa, como también por la participación de la Consejera Nacional, Sor Raquel Argel y otras Hermanas, asesoras de comunidades JMV, y las Hermans de la Comunidad local de HH.CC.

Por su parte el Consejo Nacional de JMV participó en la organización y logística del encuentro, para llevar a cabo el fin de esta Escuela y la Comunidad JMV Punta Arenas  ayudó a concretar estos deseos de organización por ser anfitriones. Participaron comunidades de Copiapó, La Serena, Santiago, Valparaíso y Punta Arenas.

Este espacio de liderazgo ha confrontado parte de los sueños e inquietudes de los jóvenes como también de sus esperanzas y ganas de participar en la transformación del país y de su Iglesia. Ellos son actores vinculantes en el desarrollo de nuevas formas de abordar estas crisis, que han permitido que nazcan formas de liderazgo que incidan en la vida de las comunidades JMV y su entorno, como su sentido de pertenencia a la Asociación.

Esta Escuela ha desarrollado una serie de módulos de formación, en los que se trabajó intensamente en la parte teórica del desarrollo de los cursos, como también de las actividades que propiciaron la participación concreta de su liderazgo, en situaciones de servicio entre los pobres.

Este encuentro tuvo espacios de oración, formación, comunidad, servicio y recreación. Todos ellos marcados por un sello de crecimiento y desarrollo de habilidades personales para sostener la proyección y vida de liderazgo de los jóvenes de la Asociación.

Corresponsal: P. Álvaro Tamblay, C.M.

 

Ver fotos en Instagram

Jóvenes vicentinos en peregrinación al Santuario de San Alberto Hurtado

Jóvenes integrantes de la Juventud Mariana Vicentina y seminaristas de la Congregación de la Misión, encabezados por el P. Álvaro Tamblay, Director Nacional de JMV, participaron en a tradicional peregrinación juvenil hacia el Santuario de an Alberto Hurtado, ubicado en al Comuna de Estación Central, en Santiago.

Esta actividad que se realiza cada año, con motivo del Mes de la Solidaridad y de la Memoria e San Alberto Hurtado, contó con la participación, en, esta oportunidad, de unos 20.000 jóvenes, sean informa el sitio del Arzobispado de Santiago, iglesiadesantiago.cl. 

La actividad comenzó e el Parque de Los Reyes, donde el Obispo Administrador Apostólico De Santiago, Monseñor Celestino Aós, hizo el envío de los jóvenes, haciéndoles un fuerte llamado al compromiso: «Chile somos nosotros. Son los niños, son los adultos. Chile son ustedes los jóvenes y cada uno de nosotros tiene que tomar partido en este Chile. Miren a Jesucristo y traten de hacer lo que Jesús les dice. Es el momento de caminar, de cantar, de sentir la bondad y la alegría, formando comunidades y sentirnos contentos. Poner paz donde otros ponen violencia, poner generosidad donde otros ponen el egoísmo. Es hermoso ver que Chile somos nosotros», les dijo.

A la llegada al Santuario de san Alberto Hurtado, el Vicario General del Arzobispado de Santiago y Vicario de la Esperanza Joven, monseñor Cristian Roncagliolo, invitó en su homilía, a poner a Cristo en el centro y en los más alejados de la sociedad: «Pidámosle a Dios ser renovados en la fe, que la fe sea un fuego grande en nuestro corazón. Y con ese fuego, podamos encender los fuegos de nuestro Chile y de nuestra Iglesia que tanto sufre en este tiempo, pero que espera una semilla de esperanza y de la cual, nosotros y los jóvenes, no podemos estar ausentes, sino llamados a ser protagonistas. Nuestra ciudad y nuestra Iglesia necesita de Dios», reflexionó.

Todo culminó con la visita por parte de los sacerdotes y los miles de jóvenes asistentes a la peregrinación, hasta la tumba de san Alberto Hurtado donde pudieron rezar y pedir por cada una de sus intenciones.