Carta del Superior General con motivo del Día del Buen Pastor

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El superior General de P. Tomaž Mavrič, ha enviado la siguiente carta dirigida a todos los miembros de la Congregación, con motivo del próximo Domingo del Buen Pastor, Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones:

 

Roma, 27 de abril de 2020

 

Domingo del Buen Pastor
Día Mundial de las Vocaciones 2020

Queridos cohermanos,
¡La gracia y la paz de Jesús estén siempre con nosotros!

Cada año en el Cuarto Domingo de Pascua, también llamado Domingo del Buen Pastor, celebramos el Día Mundial de las Vocaciones. En la carta de este año para el Día Mundial de las Vocaciones 2020, el Papa Francisco reflexiona sobre cuatro palabras: gratitud, estímulo, fatiga, y alabanza.

Como recientemente celebramos Cuaresma, Semana Santa, y Pascua de forma muy diferente a causa de las condiciones extraordinarias que estamos experimentando en el mundo, relacionadas con el COVID-19 coronavirus, tal será también el caso para el Día Mundial de las Vocaciones 2020. A la luz de la carta del Papa Francisco para el Día Mundial de las Vocaciones, debemos reflexionar, actuar, y vivir la situación en la que el mundo de hoy nos coloca. Así, sus palabras se convierten en un faro para responder a las presentes circunstancias, así como para prepararnos a afrontar el tiempo y la realidad después del COVID-19 coronavirus, teniendo especialmente en la mente la promoción vocacional.

Pasemos de los pensamientos de desánimo y fatiga a los de gratitud y alabanza. Es la gratitud de ser llamado por el Maestro de Nazaret para encontrar plenitud en la vida, para ser mirado por Jesús, para experimentar un encuentro ojo-a-ojo con el Amor de mi vida. Como el Papa Francisco escribe en su mensaje, “Toda vocación nace de esa mirada de amor.” Él continúa para afirmar, “Jesús danos el entusiasmo que necesitamos para vivir nuestra vocación con alegría y fervor.”

Desde el 19 de noviembre hasta el 1 de diciembre de 2018, unos 75 cohermanos de cada provincia, vice-provincia, región y misión internacional participaron en el Primer Encuentro Internacional de Ministros de Promoción Vocacional. Se reunieron en el Centro Internacional de Formación (CIF) en la Casa Madre de la Congregación de la Misión en París y compartieron la alegría de la vocación misionera vicenciana.

En el Documento final de aquel encuentro, los cohermanos expresaron una opción clara por una “Cultura Renovada de las Vocaciones,” cuya opción cuando se experimenta y se vive desde el Evangelio, revitaliza nuestra pasión para seguir a Jesucristo, evangelizador de los Pobres (un seguimiento de Cristo en cada aspecto de nuestras vidas). De esta forma, podemos desarrollar una actitud, una sensibilidad, y una pedagogía que nos ayudará a poner en marcha un estilo de vida que favorezca el establecimiento de una cultura de las vocaciones en cada una de nuestras comunidades locales y eso, al mismo tiempo, nos permitirá cultivar una Espiritualidad Vicenciana del ser llamado. El celo, el fuego, la convicción, y el compromiso expresados en el Documento Final por los cohermanos oficialmente responsables para la promoción vocacional deben estar continuamente alimentados en cada provincia, vice-provincia, región, y misión internacional y en los corazones, las mentes y las obras de cada cohermano de la Pequeña Compañía.

Desde la mirada de Jesús, que nos da el entusiasmo que necesitaos para vivir nuestra vocación con alegría y fervor, sigue la consecuencia lógica de que cada uno de nosotros hará todo lo que está en su capacidad para ayudar a esos jóvenes a quienes Jesús está llamando a la vida consagrada, a nuestra Pequeña Compañía concretamente, para responder positivamente a su llamada. Si cada uno de nosotros, por la misericordia de Jesús, invita incluso a un joven a entrar en la Congregación, acompañándole con la oración y el ejemplo personal, y apoyándole directa o indirectamente a lo largo de las distintas etapas de formación, nuestra Pequeña Compañía crecerá en santidad y en miembros. Esto es posible, porque para Jesús nada hay imposible.

En medio de la pandemia COVID-19 estamos experimentando la gratitud porque nuestra llamada personal fluye en alabanzas y da lugar a nuevas iniciativas, decisiones, y caminos que cultivarán la cultura de las vocaciones y, como parte de ella, la promoción vocacional. La presente limitación de encuentros personales con las gentes está estimulando nuevas ideas y actitudes que nos mantienen en contacto con los jóvenes a través de la oración personal y comunitaria por las nuevas vocaciones; organizando encuentros de oración, discernimiento vocacional y retiros on-line; participando en la Eucaristía y Adoración del Santísimo Sacramento a través de streaming; compartiendo materiales de formación con la juventud, etc. Es una fuente profunda de alegría ver la inventiva, el celo, el fuego, y la convicción de tantos cohermanos en este campo de la promoción vocacional, que es una de las prioridades claras de la Congregación.

¡Me gustaría agradecer profundamente a todos los cohermanos directamente responsables de la promoción vocacional en cada provincia, vice-provincia, región, y misión internacional, juntamente con el equipo de colaboradores entre los sacerdotes, hermanos, y seminaristas, así como entre los laicos, por todo su maravilloso servicio y testimonio! También me gustaría agradecer profundamente a todos los Visitadores, Superiores Regionales, y Superiores de las Misiones Internacionales por su gran apoyo personal a todos nuestros cohermanos, así como el estímulo para participar activamente, de cualquier forma posible, en esta llamada común.

Si, por cualquier razón, una provincia, vice-provincia, región, o misión internacional no tiene todavía un cohermano responsable principalmente de la promoción vocacional, apoyado por un equipo de colaboradores con un plan anual que ayude a dar pasos regulares y concretos en esta dirección, quisiera animarles, en este preciso momento, a pedir a un cohermano hacer de este servicio su principal ministerio, con frecuencia además de otros servicios que tiene.

Las palabras conclusivas del Documento Final del Primer Encuentro Internacional de Ministros de la Promoción Vocacional en la Casa Madre de París, en 2018, dice lo siguiente:“Estamos convencidos que la cultura de las vocaciones representa el sueño y la misión de nuestro Fundador, porque sabemos que se multiplicarán los trabajadores, atraídos por el perfume de tal caridad” (CCD III, 258; carta 1002 a Étienne Blatiron, Superior en Génova, 13 diciembre 1647).

Me gustaría concluir esta carta citando el final del mensaje del Papa Francisco para el Día Mundial de las Vocaciones 2020:

Queridos amigos, particularmente en esta Jornada, como también en la acción

pastoral ordinaria de nuestras comunidades, deseo que la Iglesia continúe promoviendo las vocaciones. Que toque el corazón de los fieles, para que cada uno pueda descubrir con gratitud la llamada de Dios en su vida, encontrar la valentía de decirle “sí” a Dios, vencer la fatiga con la fe en Cristo y, hacer de sus propias vidas como un cántico de alabanza a Dios, a los hermanos y hermanas, y al mundo entero. Que la Virgen María nos acompañe e interceda por nosotros.

 

Su hermano en San Vicente,

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Tomaž Mavrič, CM
Superior General

 

 

 

200 años de la Congregación de la Misión en Brasil

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Los cohermanos del Brasil están celebrando, este año, el segundo centenario de la presencia de la Congregación en ese gran país. Como una forma de adherirnos a tan importante jubileo y para conocer algo más de la historia de nuestra Congregación y en particular de la acción vicentina en esa nación, hemos pedido al estudiante de teología Cleber Teodosio, que escribiera los principales de esa historia de misión, formación y compromiso con los pobres. He aquí en texto que gentilmente nos envió:

  1. La Misión Vicentina llega a las Indias Occidentales (Américas)

 Vicente de Paúl (1581–1660) fundó la Congregación de la Misión en Paris (Francia) ,en 1625 (HERRERA, 1949). Aun en vida (1640), deseó enviar sus misioneros para Pernambuco de las Indias, como era llamado Brasil, en ese tiempo, en Europa (COSTE, SVP, II, 468). “También en 1743, el Obispo Botelho de Matos solicitó Lazaristas para su diócesis en Bahía” (SANTOS, 2020, p. 151). En 1807, con la comitiva del Príncipe Regente de Portugal, Don Joan VI, venida al Brasil, huyendo de la amenaza de Napoleón Bonaparte, también vinieron al país, tres padres Lazaristas: P. Manoel de Brito, que autorizado por sus superiores, sirvió como rector del Seminario San José de Rio Comprido – RJ (1810-1813); P. José Cardoso de Brito, su sucesor (1813-1814) y P. Alexandre Macedo, que actuó como Procurador de la Corte (SOUZA, 2016, p. 23). Todos ellos vinieron con el permiso de sus superiores y estaban a servicio de la corte.

La Congregación de la Misión (Lazaristas o Misioneros Vicentinos), se hace oficialmente presente en el Brasil con la llegada de los misioneros portugueses, Padres Leandro Rebelo Peixoto y Castro y Antonio Ferreira Viçoso, a finales de 1819. Ellos se establecieron, inicialmente, en Minas Gerais, dando origen la Provincia Brasileira de la Congregación de la Misión (PBCM), que desde 1949, contó con gran presencia de misioneros de otros países, principalmente de Francia. Además de la PBCM, también señalamos, en ese texto, las otras provincias del país. En las primeras décadas del siglo XX, llegaron los misioneros polacos, que se establecieron en la zona sur del país. La Provincia de Holanda, por su parte, envió misioneros que se concentraran en la zona norte y nor-este del país. A partir de estos dos grupos, fueran creadas las provincias del Sur (Curitiba) y de Fortaleza, siendo así las tres provincias que la Congregación de la Misión tiene actualmente en el Brasil (TEODÓSIO, 2019).

  1. La acción de la Congregación de la Misión en el Brasil

 2.1. Provincia Brasileña de la Congregación de la Misión (PBCM), Rio de Janeiro – RJ.

 Los primeros lazaristas, enviados por la Provincia Portuguesa, los P. Leandro Castro y P. Antônio Viçoso, vinieron para trabajar en una misión en el Mato Groso. Pero a su llegada, la misión ya era servida por los capuchinos. Recibieron, entonces del Rey Don Juan VI, la Ermita de la Virgen Madre de los Hombres, en la Sierra del Caraça, Minas Gerais, con la finalidad de fundar allí un colegio, atender los peregrinos y predicar misiones. El día 15 de abril de 1820, los misioneros llegaron a Caraça y empezaron la predicación de misiones, abrieron el colegio (1821), e iniciaron el Seminario Interno de la Congregación, recibiendo como primer seminarista al sacerdote diocesano Juan Garcez.

En Caraça funcionaba el colegio y, por algunos períodos, el seminario menor. El colegio alcanzó gran fama. Allí estudiaron diversos personajes importantes en la historia del país, tales como gobernadores y los presidentes Artur Bernardes y Afonso Pena. En tanto, Los también ex-presidentes Juscelino Kubitschek y Jânio Quadros fueran alumnos de los lazaristas en Diamantina – MG y en Curitiba – PR, respectivamente. El colegio funcionó por casi 150 años, cuando en 1968, un incendio destruyó parte de sus instalaciones. A estas alturas de la historia, la urbanización del país y las reformas en la Iglesia ya no hacían necesario el modelo de pensionado y aquel tipo de seminario. Para ampliar el espíritu caracense en la educación, los padres de la Congregación de la Misión fundaron en Río de Janeiro, en 1959, el Colegio San Vicente de Paúl, considerado heredero del Colegio de Caraça, en funcionamiento hasta hoy.

Además del Colegio del Caraça, los padres dirigieron colegios en Congonhas del Campo – MG (1827-1860) y en Campina Verde – MG (1829-1983) y el Seminario de Jacuecanga – RJ (1822-1837). Se dedicaron también a las misiones populares, partiendo especialmente del Caraça y de Campina Verde.

El 1850, la misión de los Padres Lazaristas se expandió, especialmente por la mejoría de sus relaciones con el Imperio Brasileño. Llegaran al país diversos misioneros extranjeros, principalmente franceses y se incrementó el trabajo de formación del clero. Muchos seminarios diocesanos pasan a ser dirigidos por la Congregación, entre estos los seminarios mayor y menor de Mariana – MG (1853-1965), de Salvador – BA (1855-1862; 1888-1957), de Río de Janeiro ( 1869-1901), de Fortaleza – CE (1864-1963), de Diamantina – MG (1866-1963), el seminario menor del Crato – CE (1875-1878) y el seminario menor de Cuiabá – MT (1888-1945). El servicio lazarista en los seminarios diocesanos fue fundamental para la formación del clero brasileño, ayudando a implantar las orientaciones del Concilio de Trento y a dar un nuevo rosto a la Iglesia en el Brasil.

Para la predicación de misiones populares, se fundó diversos centros en Minas Gerais, de donde partieran equipos que misionaron innumerables localidades en varios estados brasileños. También, los colegios y seminarios donde trabajaban los lazaristas se convertían en centros misioneros, de donde se partía para la evangelización popular.

A inicios del siglo XX, la venida de misioneros franceses cesó. La acción de la Congregación empezó a depender de misioneros ya formados en el Brasil, dedicado especialmente a la formación del clero diocesano. Nuevos seminarios fueron a ellos confiados: los Seminarios de Curitiba – PR (1895-1961), de San Luís – MA (1904-1962), de Botucatu – SP (1913-1936), de Assis – SP (1957-1972), de Brasília – DF (1962-1971), de Luz MG (1970-1977) y de la Prelazia de Cametá – PA (1988-1995). El total de seminarios diocesanos dirigidos por la Congregación llegó 19, en 12 diócesis, formando un promedio de 2.600 sacerdotes, de los cuales 156 fueron nombrados obispos y de ellos seis fueron creados cardenales. En la educación de la juventud, además de los colegios del Caraça y de Campina Verde, se estableció los colegios de Petrópolis – RJ (1897-1909), Irati – PR (1950-2001) y Río de Janeiro – RJ (1959).

Para la formación de los seminaristas de la propia Provincia, varios seminarios fueron fundados en períodos diversos: Caraça – MG,  Seminario de Petrópolis – RJ (1890-1968 y 1972-1980); Escuelas Apostólicas de Campina Verde – MG, de Irati – PR y de Fortaleza – CE, Seminario de Aparecida – SP (1969-1976) y, por último, en Belo Horizonte – MG (1977), donde funciona hasta hoy. El Seminario Interno tuvo como sede varias ciudades: Caraça – MG, Petrópolis – RJ, Aparecida – SP. En nivel interprovincial, en Bambuí – MG, Campina Verde – MG y actualmente se está en Belo Horizonte – MG, con participación internacional, acogiendo seminaristas de Argentina y anteriormente también de Mozambique.

Las misiones populares permean toda la presencia de los lazaristas en Brasil con contenido y metodología propios de la herencia vicentina. Desde los años 1960, las reformas introducidas por el Concilio Vaticano II tuvieron gran impacto en la Provincia y fueron cuestionados tanto el modelo de grandes seminarios, como el de las misiones populares. Los seminarios entraron en crisis y varios cohermanos dejaron la Congregación. Desde entonces, se ha buscado una renovación y actualización en los métodos y en la Congregación: en la formación, se asumió la pedagogía liberadora; en las misiones, se ha comenzado experiencias de misiones renovadas; la organización interna busca un nuevo modelo de vida comunitaria, una actualización administrativa y teológico-misionera, para responder a los desafíos del tiempo presente.

Según Frencken (2010, p. 476), en 1983, estudiantes de la PBCM gestaron el Encuentro Nacional de los Estudiantes Vicentinos (ENEV), uniendo estudiantes de las tres provincias brasileiras. El encuentro se da anualmente y de forma alternada entre las provincias. El primero se realizó en Belo Horizonte, en 1984. El ENEV tiene como objetivo la integración de los estudiantes que discuten los procesos formativos y temas relacionados con la vida de la Iglesia, de la Congregación, de las misiones, de la formación del clero y temas de la sociedad, desde de la realidad en que viven.

Actualmente, los 60 misioneros vicentinos de la PBCM continúan viviendo el carisma, sirviendo junto a los pobres, en más de 20 obras: parroquias misioneras, formación de los seminaristas vicentinos y algunos servicios al clero, misiones populares y ad gentes (Amazonia), formación de los laicos, educación de los jóvenes en el colegio SVP y evangelización a partir de la cultura, turismo y ecología (Santuario del Caraça), colaboración con la Familia Vicentina y promoción de servicios sociales, junto a los pobres.

  2.2 Congregación de la Misión Provincia del Sur (CMPS), Curitiba – PR.

 La Congregación de la Misión llegó al sur del Brasil junto con los inmigrantes europeos a finales del siglo XIX. Según Teodosio, (2019), en 1898, Don José de Camargo Barros, el primer Obispo de Curitiba, solicitó a la provincia polaca misioneros para atender a los inmigrantes polacos. De esta manera, 96 padres y 3 hermanos coadjutores polacos llegaran al Brasil entre 1903 la 2003, con esta finalidad. Se instalaron inicialmente en Tomas Coelho, Araucaria – PR. La Viceprovincia polaca fue creada en 1921, convirtiéndose en la Provincia en 1969, abarcando los estados del Paraná, Santa Catarina, Rio Grande do Sul, Mato Grosso do Sul y São Paulo. Trabajan en parroquias, misiones populares, misiones ad gentes(Angola), seminarios, universidad, medios de comunicación y en pastorales específicas, como la Pastoral de la Carretera.

  2.3 Provincia de Fortaleza de la Congregación de la Misión (PFCM), Fortaleza – CE

 A partir de 1923, la Provincia de Holanda empezó la enviar misioneros, teniendo en cuenta la acción y la solicitud del Padre Guilherme Vaesen, CM. Los misioneros holandeses marcaron presencia en los Estados del Pará, en el Rio Grande do Norte, en el Maranhão, en Pernambuco y en el Ceará. En 1967, constituyeron la propia y autónoma Provincia de Fortaleza. Entre tantos trabajos significativos desenrollados por ellos, hay que destacar el servicio misionero en la Prelatura de Cametá – PA, donde fueron pioneros en la defensa de los pobres, en la fundación y organización de comunidades y en la formación de los laicos. Hoy, la PFCM continúa su acción en parroquias, misiones populares y misiones ad gentes(Mozambique), educación y seminarios.

  1. Misioneros Vicentinos que iluminan etos 200 años de historia

 Todos los miembros de la CM Brasil colaboraran en la construcción de estos 200 años de historia, aunque, según Santos (2020, p. 151-172), especialmente en la PBCM, se destacan los siguientes misioneros:

1) Venerable Don Antonio Ferreira Viçoso, 7º Obispo de Mariana, por la reforma de la Iglesia y formación del clero;

2) P. Leandro Rebelo Peixoto e Castro, CM, por el legado a la educación durante el período imperial;

3) P. Guilherme Vaesen, CM, por la incansable exploracióna las tierras de misión a lomo de animal;

4) P. João Chanavat, CM, por la cátedra de Derecho Canónico en el Caraça;

5) P. Pedro Maria Bos, CM, por la idea de colocar la imagen de Cristo Redentor en la montaña del Corcovado, Rio de Janeiro – RJ;

6) P. Júlio J. Clavelin, CM, por la difusión del estilo neogótico en la arquitectura sacra brasileña;

7) P. Manuel González, CM, por la fabricación de la primera pelota de coro crudo del Brasil y la introducción del futbol en el país;

8) P. Joaquim S. Horta, CM, por el la iniciativa y la coordinación de la campaña nacional para la construcción de la Catedral de Brasilia – DF. Construyó el Santuario de San Vicente de Paúl en SãoPaulo – SP y el Colegio de mismo nombre en el Rio de Janeiro – RJ;

9) P. Rui Pereira Aguiar, CM, por la aplicación de la metodología “Cambio Sistémico” construyendo en régimen de trabajo colectivo casas, iglesia, escuela y centro de salud en las parroquias de Taguatinga (Brasilia – DF) y de Mariápolis (Padre Bernardo – GO);

10) P. Hugo de Vasconcelos Paiva, CM, por la fundación y dirección del Instituto Superior de Pastoral Catequética en el Rio de Janeiro – RJ, en 1963, renovando así la pastoral en sintonía con el Concilio Vaticano II;

11) Monseñor Belchior Joaquim da Silva Neto, CM, quien atendiendo el pedido del P. José Nunes Coelho, CM, llevó a la Roma el pedido de creación de los ministros de la Eucaristía (MESC), posteriormente aprobado;

12) Monseñor José Elias Chaves, CM, por la argumentación junto la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB) en favor de la permanente opción preferencial por los pobres, como objetivo explícito de las Directrices de la Acción Evangelizadora de la Iglesia en el país;

13) Don Helder Câmara (afiliado a la Familia Vicentina) y P. Josimo Morais Tavares (diocesano que estudió con los lazaristas), el primero, profeta de los pobres y defensor de la justicia y de la paz, y el segundo, miembro de la Comisión de la Pastoral de la Tierra (CPT) y mártir de la caminhada.

14) Vale destacar también la simplicidad, el espíritu de fe y de servicio de los hermanos: Eugênio Goch, CM, Vicente Melo, CM, Thomaz Glinski, CM entre otros que donaron su vida a Dios y a los pobres en la Iglesia, por medio de la Congregación.

Sirvieron a la Iglesia como obispos los siguientes Misioneros Vicentinos:

a) CMPS:

  1. Don Domingos Gabriel Wisniewski, Obispo de Cornélio Procópio – PR (1979-1983) y de Apucarana – PR (1983-2005);
  2. Don Inácio Krause, Obispo auxiliar de Curitiba – PR (1950-1963) y Administrador Apostólico de Joinville – SC (1955-1957);
  3. Don Izidoro Kosinski, Obispo de Três Lagoas – MS (1981-2007);
  4. Don José Carlos Chacorowski, Obispo Auxiliar de San Luís – MA (2011-2013) y Obispo de Caraguatatuba – SP (2013 hasta hoy);
  5. Don Ladislau Biernaski, Obispo auxiliar de Curitiba – PR (1979-2006) y Obispo de São José dos Pinhais – PR (2006-2012).

b) PBCM:

  1. Don Antonio Ferreira Viçoso, Obispo de Mariana – MG (1844-1875);
  2. Don Antônio José dos Santos, Obispo de Assis – SP (1930-1956);
  3. Don Belchior Joaquim da Silva Neto, Obispo de Luz – MG (1960-1993);
  4. Don Cláudio Gonçalves Ponce Leon, Obispo de Goiás – GO (1881-1890) y de Porto Alegre – RS (1890-1913);
  5. Don Fernando de Sousa Monteiro, Obispo de Vitória – ES (1901-1916);
  6. Don Fernando Taddei, Obispo de Jacarezinho – PR (1927-1940);
  7. Don Francisco de Paula e Silva, Obispo del SãoLuís (MA) (1907-1918);
  8. Don Joan Batista Cavati, Obispo de Caratinga – MG (1938-1956);
  9. Don José Afonso de Morais Torres, Obispo de Belém do Pará – PA (1844- 1857);
  10. Don José Carlos Melo, Obispo Auxiliar de Salvador – BA (1991-2002) y Arzobispo de Maceió – AL (2002-2007);
  11. Don José Elias Chaves, Obispo de Cametá – PA (1980-1999);
  12. Don José Lázaro Neves, Obispo de Assis – SP (1948-1977);
  13. Don Luís Gonzaga da Cunha Marelim, Obispo de Caxias – MA (1941-1981);
  14. Don Pio de Freitas, Obispo de Joinville – SC (1929-1954);
  15. Don Sebastião Dias Laranjeira, CM, Diócesis de SãoPedro – RS (1860 – 1888);
  16. Don Vicente Zico, Arzobispo Coadjutor de Belén do Pará – PA (1980-1989) y después Arzobispo (1990-2004) de la misma archidiócesis.

c) PFCM:

  1. Don Cornélio Veerman, Obispo de Cametá – PA (1908 – 1994);
  2. Don Evaldo Carvalho dos Santos, Obispo de Viana – MA (2019 hasta hoy);
  3. Don Fernando Barbosa dos Santos, Obispo de Tefé – AM (2014 hasta hoy).

El legado de los Padres y Hermanos lazaristas en Brasil se dio en tres frentes: la formación del clero diocesano, la predicación de misiones populares y la educación de la juventud. En este año jubilar, la CM en Brasil alaba y agradece a Dios por sus 200 años y con humildad y renovado ardor misionero continúa el seguimiento a Jesucristo fiel la misión ya  la caridad comprometida con la evangelización y servicio a los más pobres.

REFERÊNCIAS

COSTE, Pierre (org.) São Vicente de Paulo:Obras Completas.Trad. Getúlio Mota Crossi. Belo Horizonte: O Lutador, 2012. 2 v.  (Português)

FRENCKEN, Gerardo. Em missão:padres da Congregação da Missão (Lazaristas), no Nordeste e no Norte do Brasil.Fortaleza: Edições UFC, 2010.

HERRERA, José. Historia de la Congregación de la Misión, Madrid: La Milagrosa, 1949

SANTOS, Eli Chaves dos, Congregação da Missão: 200 anos no Brasil. I. ed. – Rio de Janeiro: Província Brasileira da Congregação da Missão, 2020.

SOUZA, Maria Rebouças de “Ir. Rosalie”. História das Filhas da Caridade da Província do Rio de Janeiro– Brasil 1849 – 2003. Ed. Vozes, Petrópolis – RJ, 2016.

TEODOSIO, Cleber, Pequeno Histórico sobre a Congregação da Missão. (2019). Disponível em: <http://clefabio.blogspot.com/2019/03/pequeno-historico-sobre-congregacao-da.html> Acesso em 24 abr. 2020.

Cleber Teodosio, CM
Estudiante de Teología

De nuestra historia: P. Etienne Stardaert, Visitador 1927 a 1941

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Revisando la historia de nuestra Provincia, nos encontramos con el P. Etienne Standaert, que fuera Visitador de la Provincia, después de haber trabajado en diversas obras, especialmente en seminarios, en Francia, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.

Descubra al P. Standaert y otros vicentinos en Semblanzas

https://vicentinos.cl/semblanzas/p-etienne-standaert-1875-1941/

Sor Rosario Pradenas Salgado, Hija de la Caridad (Q.E.P.D.)

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Esta mañana, en la Casa Nuestra Señora de la Asunción, ha fallecido víctima de un cáncer, Sor Filomena del Rosario Pradenas Salgado, Hija de la Caridad, que había nacido en Coelemu, el 7 de octubre de 1942. Sus padres fueron Don Artemio Praderas y la Señora Emilia del Carmen Salgado Rivas.

Sor Rosario sirvió en distintas obras de la Provincia, empezando en el Hospital de Concepción y concluyendo en la Comunidad del Hospital El Salvador de Santiago, con trabajo en el vecino Hospital Geriátrico. En el Hospital de Concepción recibió la formación profesional y luego fue contratada y trabajó como una funcionaria más, cumpliendo con todos los turnos diurnos y nocturnos, sin excluir los días festivos. Tenía gran capacidad para comprender y atender las diferentes patologías que afectaban a los pacientes.

En el Hospital de Rancagua tuvo una gran experiencia de trabajo «en terreno», una manera de trabajar que a ella le gustaba mucho y se trasladaba en bicicleta, en la ambulancia, en el bus, para visitar a los enfermos en su domicilio. Era un trabajo muy bello y my propio de una Hija de la Caridad, porque los pacientes eran pobres, que vivían en poblaciones marginales.

En Valparaíso, trabajó, primer en el desaparecido Hospital Enrique Deformes, incluso después que las Hermanas salieron de ahí. En ese Hospital también estuvo contratada y por lo tanto, viviendo en e Hospital Van Buren, siguió trabajando en el Deformes. Posteriormente, también trabajó en el Hospital Carlos Van Buren.

Pero, a pesar de su especialización en el área de la salud, Sor Rosario no sólo trabajó en hospitales. También trabajó en el Hogar del Niño en Punta Arenas; en El Centro Abierto Belén de El Manzano, en San Bernardo; en el Hogar El Atardecer e incluso en la entonces Casa Provincial de calle Venecia.

Sor Rosario no gozó de buena salud. Debió someterse a intervenciones quirúrgicas varias veces, ya que sus huesos estaban muy debilitados. Tenía cuatro prótesis. Esto significó que tuvo que dejar el servicio por largos períodos, cuando era intervenida y para sus respectivas recuperaciones. este mal le acompañó desde joven. Sin embargo, nunca se acobardó para seguir sirviendo a sus enfermos. Era una mujer muy apostólica y sirvió muchas veces de nexo para encontrar un sacerdote para satisfacer las necesidades espirituales y pastorales de sus pacientes, consiguiendo la celebración de la misa y la administración de la Santa Unción. Y sólo para los pacientes, sino también para los doctores y el personal. También trabajó preparando a hijos del personal para los sacramentos.

Otra de sus obras era el Ropero para los pobres, para los pacientes, especialmente con pijamas, para que los enfermos estuvieran siempre limpios, aseados y bien presentados para las visitas.

Era aficionada a las manualidades; tejidos, bordados, pinturas, rosarios. Estos trabajos los vendía para ayudar a los enfermos, especialmente cuando les daban el alta y no tenían los medios para irse. Lo mismo para ayudar en los gastos por el funeral d los que fallecían.

Por otra parte, Sor Rosario era una mujer muy alegre. Le gustaba ir de paseo, salir al centro, gozaba de la buena mesa y de las fiestas, como también de las amistades y de su familia, con la tenía una muy buena comunicación.

También, Sor Rosario tenía una vocación especial para trabajar con los jóvenes, especialmente con la Juventud Mariana Vicentina, con quienes sentía gran cariño. Donde era destinada, trabajaba con JMV y conseguía nuevos jóvenes para la Asociación.

Hace unos meses se le diagnosticó este cáncer que la atacó muy duramente y el cual debió dejar su trabajó en el Hospital Geriátrico y la Comunidad de El Salvador, para ir a la Casa de La Asunción. Sus últimos días los vivió en una actitud de absoluta entrega a la voluntad de Dios.

Oficializada la sucesión de la Superiora General de las Hijas de la Caridad

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Luego del fallecimiento de Sor Kathleen Apple, Superiora General de las Hijas de la Caridad, se cumplió con las disposiciones de las Constituciones de la Compañía y asumió como Superiora General quien, hasta ese momento, era la Asistente General, Sor Françoise Petit. Sor Françoise ejercerá este servicio hasta la próxima Asamblea General, que debería celebrarse durante el año 2021. También se ha informado que la nueva Asistente General es Sor Iliana Suárez.

Así lo ha hecho presente el Superior General, P. Tomaz Mavric, en una carta dirigida a la Compañía, el pasado 1 de abril:

«La desaparición de Sor Kathleen nos sume a todos en la tristeza, pero nuestra fe inquebrantable en la

Asistenta General

Resurrección nos mantiene en la esperanza de que volveremos a vernos y de que estaremos juntos por toda la eternidad… Toda buena organización tiene un plan de sucesión. La Compañía de las Hijas de la Caridad no constituye una excepción. Sus Constituciones lo han previsto. El objetivo de esta carta es informarles de las medidas que se han tomado o se tomarán en este aspecto.

La Constitución 66g estipula: «Su oficio [el de la Superiora general] queda vacante al terminar su mandato; puede quedar vacante también por fallecimiento… En caso de quedar vacante el oficio de Superiora general, la Asistenta general desempeña el oficio hasta la próxima Asamblea general ordinaria».

A la muerte de Sor Kathleen, Sor Françoise PETIT, como Asistenta general, ha asumido inmediatamente este oficio y lo desempeña hasta la Asamblea general, el próximo año. Confío en que concederán a Sor Françoise el mismo apoyo y la misma oración que han concedido a Sor Kathleen. Ella ha sido una ayuda preciosa para Sor Kathleen, sobre todo durante la enfermedad de esta última, y cuenta de ahora en adelante con su ayuda.»

San Juan Gabriel Perboyre, el intercesor contra el coronavirus

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Compartimos el articulo difundido por la Agencia Católica de Noticias, en el que Courtney Mare, presenta la vida de los santos vicentinos Juan Gabriel Perboyre y Francisco Regis Clet y presenta las razones por las cuales, él propone como los intercesores por las personas que están padeciendo el COVID-19.

Ciudad del Vaticano, 9 de abril de 2020 / 8:00 AM (CNA)

El primer santo canonizado de China murió por ahogamiento en una cruz en Wuhan el epicentro de la pandemia actual de coronavirus.

San Juan Gabriel Perboyre, un misionero Vicentino sacerdote de Francia, fue traicionado por uno de sus catecúmenos por dinero, encadenado, torturado, atado a una cruz de madera y estrangulado hasta la muerte en Wuhan en 1840.

El Dr. Anthony  Clark, profesor de historia china, ha invertido tiempo en Wuhan investigano sobre la vida de Perboyre y San Francisco Regis Clet, otro sacerdote Vicentino martirizado en Wuhan.

Clark le dijo al CNA que los santos mártires de Wuhan son intercesores particularmente adecuados para aquellas personas que están sufriendo el COVID19 hoy en día.

Los santos Perboyre y Clet fueron martirizados por estrangulación; murieron porque no podían respirar” dijo. “¿Cómo podrían no ser intercesores apropiados para esta enfermedad en particular?”

Entre los tormentos que se le infligieron a Perboyre hubo continuos golpes en su espalda y fue obligado a arrodillare sobre cristales rotos. Es un santo que definitivamente conoció las agonías del sufrimiento físico y puede ser un buen consuelo para aquellos que sufren por este virus”.

Wuhan, conocido ahora como el origen del coronavirus, fue en su día un puesto de avanzadilla para misioneros católicos, que fundaron hospitales católicos en la ciudad.

Fuera del Hospital Central de Wuhan, donde el Dr Li Wenliang (quien avisó sobre la existencia del virus) murió, hay una estatua del misionero italiano Monseñor Eustachius  Zanoli, fotografiado por el corresponsal del New York Times, Chris Buckley.

La placa bajo su busto dice, tanto en chino como en inglés: el Monseñor Eustachius Zanoli, de Italia, fue el primer Obispo de la Iglesia Católica Romana en la provincia Este de Hube. En 1886, invitó a las Hijas de la Caridad Canossianas a Wuhan para que proporcionaran servicios sociales y en 1880 fundó el Hospital Católico de Hankou, el cual supuso el inicio del desarrollo para el Hospital nº 2 de Wuhan (1955) y, seguidamente, el Hospital Central de Wuhan (1999).”

Otro edificio cercano relacionado con el coronavirus, el Hospital Jinyintan de Wuhan, se remonta a un hospital para el tratamiento de enfermedades infecciosas fundado por misioneros franciscanos en 1926, el Father Mei Memorial Catholic Hospital de Hankou.

El nombre se debe al P. Pascal Angelicus Melotto (1864-1923), un misionero franciscano de Italia martirizado en Wuhan, que adoptó el nombre chino de P. Mei Zhanchun. Fue secuestrado con la intención de pedir un rescate por él, pero le dispararon en el estómago con una bala envenenada en 1923.

Me siento feliz de morir por los chinos”, dijo el misionero en el momento de su muerte, según el sitio web de la Oredn Franciscana. Viví en China para los chinos y me siento feliz de morir por ellos.”

El Father Mei Memorial Catholic Hospital de Hankou fue administrado por las Hermanas Franciscanas de la Cristiana Doctrina hasta que los misioneros fueron expulsados de China en 1952, tras la Revolución Comunista china.

La comunidad católica de Wuhan ha sufrido enormemente durante la era del Presidente Mao y la Revolución Cultural, y durante ese tiempo se escondieron las tumbas de los santos Perboyre y Clet para protegerles, debido a la profunda devoción que despertaban”, dice Clark.

Mientras estaba allí, visité el seminario donde las dos tumbas se exhiben ahora para su veneración; los católicos de Wuhan sienten una gran devoción por la Eucaristía y por los Paúles, como Perboyre y Clet, que murieron por ellos, y que derramaron su sangre en el suelo de esa ciudad” añade.

Muchos misioneros partieron a China en el siglo XIX con la seguridad de que nunca regresarían.

No sé qué me espera en el camino que se abre frente a mí; sin duda la cruz, que es el pan de cada día del misionero. ¿Qué más podemos esperar mientras vamos a predicar a un Dios crucificado?” escribió en una carta durante sus viaje a China.

Los restos de Perboyre fueron finalmente trasladados a París, a la casa madre de los Paúles. Hoy en día, su tumba está expuesta en una capilla lateral en la misma iglesia donde descansa el cuerpo incorrupto de san Vicente de Paúl. Fue beatificado en 1889 por el Papa León XIII.

En la canonización de Perboyre en 1996, el Papa Juan Pablo II dijo: Por las calles por las que fue enviado encontró la Cruz de Cristo. A través de la imitación de su Señor, con humildad y mansedumbre, se identificó completamente con él… tras ser torturado y condenado, reproduciendo la Pasión de Jesús con extraordinaria similitud, fue llevado a la muerte, y una muerte de cruz.”

San Juan Pablo II canonizó a san Francisco Regis Clet en octubre del año 2000, junto con otros 33 misioneros y 87 fieles católicos chinos martirizados durante la Dinastía Qing (1644-1911).

Michael Fu Tieshan, un obispo de la iglesia católica gubernamental, la Iglesia Patriótica de China, condenó la canonización llamándola humillación pública” en una entrevista en una televisión gubernamental. AP lo reportó en aquel momento.

El primer obispo patriótico” fue nombrado por el Gobierno comunista de China en 1958, procedente de Wuhan. Dong Guangqing, que murió en el año 2007, fue presidente de la Asociación Católica Patriótica de Wuhan y presidente del Comité Administrativo Nacional de la Iglesia Católica China.

Hoy en día, los católicos de Wuhan tienen una particular devoción por san Francisco en el Sacramento de la Penitencia, según observó Clark.

Los católicos de Wuhan son conocidos por hacer filas muy largas junto a los confesionarios de los sacerdotes que son vistos como más fieles a las auténticas enseñanzas de la Iglesia; son una visión preciosa”, afirma.

Es raro encontrar una iglesia en la que no haya una estatua de san Francisco, y a veces devoción por san Vicente de Paúl. La fe allí e fuerte, y ha florecido incluso más durante tiempos de persecución”, añade Clark.

He oído, de hecho, de católicos que durante este tiempo, se vuelven al Señor y su misericordia  en estos momentos en que nos confrontamos con nuestra fragilidad”, afirma. Recientemente he escuchado de un protestante de Wuhan que ha destacado la tristeza de ver a miembros ancianos de su iglesia falleciendo. El trauma en la comunidad cristiana de Wuhan se ha visto ayudado por la poderosa fe de los cristianos de esa área”.

Falleció Sor Silvia Muñoz Urrutia, Hija de la Caridad

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A las 15.15 de este Domingo de Pascua, 12 de abril de 2020, falleció Sor Silvia Muñoz, Hija de la Caridad, víctima de un agresivo cáncer que la afectaba desde hace algún tiempo. En las últimas semanas había recibido la Unción de los Enfermos y había renovado sus Votos en su lecho de enferma. Había mandado celebrar misa para poder por su buena muerte y para prepararse para su «pascua» con mucha paz, sin miedo ni temor y confiando al señor, al que le pedía que se acordara pronto de ella.

Sor Silvia del Carmen Muñoz Urrutia había nacido en La Calera, Región de Valparaíso, el 30 de diciembre de 1933 y sus padres fueron Don Romilio Muñoz y doña Ana Urrutia, tuvo dos hermanos y una hermana, la que ayudó arriarla junto a su abuelita, ya que su mamá falleció cuando ella era pequeña. Ingresó a la Compañía el 25 de septiembre de 1956.

Sor Silvia era profesora normalista y por lo mismo, su vida como Hija de la Caridad estudio dedicada especialmente a la Educación. sirvió en colegios como Santa Luisa de Marillac de Santiago, Margarita Nasseau de Tomé,San Vicente de Paúl de Copiapó, en el Hogar santa Ana de Quilpué y en la Escuela Santa Anna de Valparaíso, donde permaneció por 20 años y dio clases de religión y de artes manuales. Era muy artista, le gustaba la belleza del baile, la danza, el teatro, le gustaban mucho las flores.

Sus últimos años fue destinada al Hospital Salvador de Santiago, donde descubrió esa otra faceta de una Hija de la Caridad: acompañe y servir a os enfermos y a sus familiares. Fue muy feliz en ese servicio. Cuando se le declaró en cáncer, que poco a poco fue siendo más agresivo, los superiores decidieron que fuera a la Casa de La Asunción, para cuidarla mejor en su enfermedad.

Era una mujer muy espiritual, piadosa y espontánea. Uno de sus santos favoritos era el Santo Cura de Arsenal, por su sencillez y mortificación; le gusta leer su vida. Pero también era una persona que disfrutaba de las cosas de la vida, de una buena comida, de una buena película y de combatir con los demás. Era muy cariñosa. Hasta sus últimos días, cuando algún seminarista o algún Padre que ella había conocido desde joven, lo trataba con mucho afecto y con su típica expresión: «mijito».

Recibió la gracia de partir a la Casa del Padre justo el día de la Resurrección del señor, quizá como un premio por todo el bien que hizo y la alegría que prodigó, entre quienes compartieron con ella.

Una Pascua diferente

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Por estos días, hemos tenido una Semana Santa y una Pascua diferentes. Nosotros y todo el mundo.

En un año normal, éstos hubiesen sido días de mucho trabajo, de muchos preparativos y nerviosismo, de muchas carreras y de mucho entusiasmo. Per la Pandemia del Coronavirus y las medidas que las autoridades han debido tomar, así como también nuestra propia conciencia del peligro que todos corremos, nos ha obligado a hacer las cosas en forma diferente.

Algunos de nuestros cohermanos están en zonas donde se ha decretado cuarentena obligatoria y absoluta, como es el caso de la Casa de Santiago y también la de Punta Arenas; otros como en Macul, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Collipulli y Los Lagos, enfrentando cuarentenas parciales y voluntarias. La mayoría de las diócesis ha decretado el cierre de los templos y de las actividades pastorales.

Como muchos sacerdotes en el mundo, hemos optado por celebrar la misa y todos los ritos de Semana Santa y transmitirlos por streaming o en algunos casos, por la radio. alguien ha objetado diciendo que no es necesario que todos lo hagamos, pero a los fieles les motiva y consuela ver a los sacerdotes de su parroquia o comunidad y estar en contacto, aunque sea virtual, con ellos.

La Comunidad de Macul salió el Viernes Santo, a la hora en que cada año se realiza el Vía Crucis, a recorrer las calles del territorio de la Parroquia Santa María Reina del Mundo, ellos encomendada. Se acercaron a una distancia prudente, a la gente y repartieron medallas.La gente valoró mucho este gesto de cercanía en medio de días tan difíciles. También transmitieron las celebraciones desde la capilla del ex-Regazo y desde el Seminario, transmitieron reflexiones para ayudar a vivir mejor estos días.

El P. Alejandro Fabres, en Tierra del Fuego, llegó a sus feligreses a través de las ondas de Radio Porvenir, con algunos de los ritos de Semana Santa y con reflexiones propias de Semana Santa. Otro tanto hizo la Comunidad de Collipulli por Radio Mirallay.

Y este Lunes de Pascua no habrá paseo, pero de seguro habrá el compartir alegre y sencillo en Comunidad, ejerciendo, como nunca, eso de «vivir como hermanos que se quieren bien» y un poco de aquello de ser «cartuchos en casa», sin dejar de ser misioneros, no ya quizá en la campiña, sino ahora en la red…