Falleció el P. Jaime Corera Andía, C.M.

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Este viernes 22 de julio, falleció en Pamplona-España, el P. Jaime Corera Andía, cohermano de la Provincia de Zaragoza, que estuvo dos veces en Chile, dirigiendo el Seminario Interno (1986 y 1989) y que se distinguió por su trabajo en la formación de los nuestros y por su dedicación a los estudios vicentinos, lo que plasmó en varios libros y a través de múltiples conferencias.

Los funerales del P. Corera tendrán lugar este sábado 23 de julio. Desde Chile enviamos nuestras condolencias a su provincia y elevamos una oración llena de fe y agradecimiento por su trabajo entre nosotros.

Biografia del P. Jaime Corera

Falleció la Sra. Anadelia Ruiz, mamá del P. Pablo Vargas

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Al mediodía de este miércoles 23 de febrero falleció en Hornopirén la mamá de nuestro cohermano, el P. Pablo Vargas Ruiz, la señora Anadelia Ruiz. El Padre Pablo la acababa de visitar y cuando regresaba a Puerto Montt para luego volver a Punta Arenas, recibió una llamada urgente de su hermana, que le comunicaba que la mamá estaba en estado gravísimo, por lo que el Padre se devolvió a la casa paterna, produciéndose el fallecimiento poco después.

El Pablo ha comunicado que él y su familia están tranquilos, que su mamá ya deseaba partir. La señora Anadelia había cumplido 63 años de matrimonio con su esposo, don Andrés Vargas.

El Visitador, P. Rodis Christensen, partió en la madrugada de este jueves a Puerto Montt, para acompañar al P. Pablo en este duro momento. Junto al P. Visitador viaja hacia Hornopirén el P. Luis Chávez, que se encontraba en Puerto Montt, visitando a su familia.

Desde aquí enviamos nuestro cariño, condolencias y solidaridad a nuestro hermano Pablo y a su papá y hermanos.

Falleció el Padre Jorge René Aguirre Soto (Q.E.P.D.)

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Pasada la medianoche de este lunes 23 de agosto, falleció en el Hogar El Atardecer, el P. Jorge Aguirre Soto. Más temprano había recibido la Santa Unción, de manos del P. Fernando Macías.

El P. Jorge, que padecía una diabetes avanzada e insufiencia renal, que le obligaba a someterse a diálisis tres veces por semana, había decidido hace unas semanas, no seguir recibiendo este tratamiento  por lo que su partida se vio acelerada.

El P. Jorge Aguirre había nacido en San Fernando, el 3 de febrero de 1937. Sus padres fueron Pedro Pablo Aguirre Contreras y María Luisa Soto Villanueva y tuvo cinco hermanos: Orlando, María, Enrique y Fernando.

Ingresó en la Escuela Apostólica San José de Limache, el 15 de abrigo de 1957 y  fue admitido  el Seminario Interno en Quito, el 10 de junio de 1960.

Comenzó, también en Quito, los estudios de Filosofía, los que debió interrumpir más tarde, por razones de salud, regresando a Chile.

El 19 de julio de 1964, emitió los Votos, como Hermano de la Congregación de la Misión.

Como Hermano, trabajó en la Casa Central de Alameda, en la Casa de Macul y en la Parroquia Inmaculada Concepción de Pichilemu. Durante este tiempo, además, se destacó como formador de catequistas en la Diócesis de Rancagua.

En 1980 partió a Colombia para retomar los estudios conducentes al sacerdocio, en el Seminario Cristo Sacerdote de La Ceja.

El 25 de marzo de 1984, recibe el Ministerio del Lectorado. El 25 de marzo de 1985, es instituido en el Ministerio del Acolitado. El 27 de octubre de 1985 es ordenado Diácono.

El 5 de julio de 1986, en la ciudad de Medellín, Colombia, es ordenado sacerdote, por el Papa San Juan Pablo II, en el marco de su visita a Colombia.

Su sacerdocio lo ejerció en Los Ángeles, Perquenco, Macul, Teno, Casa Central, Puerto Montt. Fue superior en Perquenco, Teno, Alameda y Macul. Fue Párroco en Los Ángeles y Teno. Trabajó como formador del propedéutico y de los candidatos a Hermano. Fue capellán del Hospital Tisné de Peñalolén. Fue Director Espiritual del Seminario.

El miércoles 25 de agosto, fue sepultado, en el Mausoleo de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, en el Cementerio General de Santiago, luego de una misa celebrada en la Iglesia San Sebastián de Macul, la que fue presidida por el Visitador de la Provincia, P. Rodis Christensen y concelebrada por la mayoría de los misioneros de la Provincia. La homilía estuvo a cargo del P. Fernando Macías

 

 

Agradecimientos del P. Fernando Macías

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El pasado domingo 6 de junio, falleció repentinamente en Estados Unidos, donde residía desde hace largos años, uno de los hermanos del P. Fernando Macías, Juan Carlos Macías Fernández, que tenía 52 años de edad. Como es natural, esta muerte ha producido un gran dolor en nuestro cohermano, en sus papás y en su otro hermano y demás familiares, como también en varios de los nuestros que lo conocieron, algunos incluso desde niño.

El P. Fernando y su familia han recibido múltiples muestras de solidaridad y d apoyo en este momento tan duro, empezando por los propios cohermanos, pero también Hijas de la Caridad, obispos, otros sacerdotes, otras religiosas, laicos de los distintos lugares donde ele Padre ha trabajado y amigos en general. Obviamente, también de los amigos de Juan Carlos, de Chile y de Estados Unidos.

El viernes 11, se celebró una misa por el eterno descanso de Juan Carlos, en la Parroquia San Vicente de Paúl, donde él había sido bautizado y recibido otros sacramentos. Esta misa, presidida por su hermano y concelebrada por varios cohermanos, y en la que participaron sus papás y algunos familiares, fue acompañada, además por un grupo de fieles y de amigos, en forma presencial, y espiritualmente por muchos amigos de Juan Carlos y de su familia.

Luego de esta misa, el P. Fernando quiso enviar a todos quienes se han hecho presente, de diversas formas, apara acomunarlos en su dolor, a través de al siguiente carta:

Santiago, 12 de junio de 2021

Queridos cohermanos hermanas, familiares, feligreses y amigos:

Aprovecho este día sábado del Inmaculado Corazón de María, lleno de ternura y amor para su hijo y para cada uno de nosotros.

Quiero agradecer a cada uno de ustedes su cercanía afectuosa, demostraciones de cariño y, por supuesto, sus oraciones y eucaristías con motivo la pascua de mi hermano Juan Carlos, muerto hace unos días, súbitamente debido a un infarto cardíaco, a los 52 años de edad, en la ciudad de Jacksonville – Florida, USA.

Para quienes ha sido más difícil esto es para mis papás, que están solos y son mayores, sobre todo para mi mamá es muy difícil. Cuando tuve la dolorosa misión de comunicarles  tan triste noticia, ella lloraba y me decía desde su sencillez y con una gran pena, “una espada atraviesa mi corazón” ….y lloraba…. Fue difícil comunicarlo, todo agravado por la distancia y la imposibilidad de viajar a despedir los restos de mi hermano. Pero la ayuda de todos Uds. ha sido un bálsamo de paz y fortaleza y a pesar de las lágrimas y del dolor devastador, sentimos la esperanza y el consuelo, que en última instancia, viene de Dios.

Quiero agradecerles a todos: Las llamadas y las palabras de Monseñor Cristian Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago; las varias llamadas de Don Gonzalo Duarte, quien además ha llamado a mi mamá para consolarla; de Monseñor René Rebolledo, que me llamó para expresar su cercanía y también llamó a mi mamá, además de ofrecer un novenario eucarístico por mi hermano y por mis padres; al Vicario Episcopal de la Zona Oriente, Padre Jorge Merino, que ha manifestado su preocupación, su cercanía y su ayuda; a nuestro Superior General y al Consejero General, P. Aarón y a los demás Padres de la Curia; a nuestro Visitador, P. Rodis, que se ha mostrado cercano hacia mí y hacia mis  padres; a todos mis cohermanos, seminaristas y vocacionales de la Provincia, como también a los cohermanos y amigos de Chile y de otros países. Gracias a todos por sus llamadas escritos y oraciones

No puedo olvidar aquí a mis hermanas, las Hijas de la Caridad de las distintas casas de Chile y de la Provincia. Muchas apoyando con su cercanía, sus llamadas,  oraciones y detalles. Agradezco especialmente a la Visitadora, Sor María Elisa -que está con Covid- y que me ha escrito con gran fraternidad desde Paraguay. A mis Hermanas y amigas de la Providencia, muchas de quienes han expresado con ayuda, oraciones, cercanía y cariño a mi y  a mis  padres. También las hermanas amigas contemplativas de la Visitación de Santa María Ñuñoa y a las Carmelitas Descalzas de Lagunillas, que han enviado y mensajes, asegurando su oración y mucha cercanía.

A mis amigos feligreses de Valparaíso; de la Capilla de la Virgen Milagrosa en Independencia: y de mi parroquia Santa María Reina del Mundo; los miembros de la Familia Vicentina y tantos amigos que, pesar de la distancia han estado presente.

En la Eucaristía de ayer en Valparaíso, los sentimos a todos presentes, a pesar de los protocolos exigentes por la crisis sanitaria. Sentimos a mi otro hermano, que junto a sus hijos, se unieron a nosotros desde Estados Unidos, como también los muchos y muy queridos amigos en Chile y en EE.UU. A todos Ustedes los sentimos presentes en esa sencilla pero significativa Eucaristía.

Después de la Eucaristía tuvimos un compartir fraterno, pascual, festivo, cariñoso. Así acompañamos a mis padres, quienes a pesar de la tristeza pudieron sentir la alegría de la cercanía de amigos y familiares, que les comunicaban esperanza y fortaleza…

¡Cómo no agradecer al Señor todo el bien que nos ha hecho y cómo no agradecer a todos Uds. por su presencia física o remota, espiritual y llena de amor….

Que el Señor les recompense ese amor y sólo puedo decirles que cuentan para siempre con mi cariño, gratitud y servicio.

Dejo para el final un esperanzador detalle. Mi hermano Juan Carlos siempre se mostró solidario y altruista. Fue una característica de su vida. Eso ha quedado refrendado con la noticia recibida, de que gracias a su generosidad, un joven en EE.UU. podrá volver a ver, porque él dejó estipulado que al morir donaba sus órganos para quien los necesitase. Sus córneas servirán a este joven, quien podrá VER la generosidad, la esperanza y la belleza de la vida, gracias a Juan Carlos

Con cariño, su amigo,

Fernando Macías Fernández

 

Falleció Sor Monserrat Vallés Rovira(Q.E.P.D.)

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A las 22.00 horas de este miércoles 24 de marzo, falleció en Macul, donde está asentada actualmente la Comunidad Nuestra Señora de la Asunción, falleció Sor María Monserrat Vallés Rovira, a los 99 años de edad y 78 de vocación. Sor Monserrat había nacido en Hostalet Cataluña-España el 22 de febrero de 1922. Entró en el Seminario de la Compañía de las Hijas de la Caridad el 23 de enero de 1943. Llegó a Chile el 18 de julio de 1967. Era enfermera y asistente social.

Provenía de una familia acomodada. Su padre se llamaba Evaristo Valles y era abogado. Su madre se llamaba Monserrat Rovira y se dedicaba por completo al cuidado del hogar.

Sor Monserrat era muy piadosa y servicial, trabajadora, de juicio recto, inteligente. Era alta, bien cultivada, sociable, poseía un espíritu renovador. Tenía un gran sentido de responsabilidad. Su vida apostólica fue excelente, poseía un gran interés por extender el reino de Dios. Era muy fraterna en la vida de comunidad, de una vida espiritual profunda; amante d los pobres y muy amable en el servicio de los niños. Era muy acogedora. Tenía una gran devoción por la Palabra de Dios.

En España, donde perteneció a la Provincia de Pamplona, estuvo destinada en la Casa de Madrid-Central, entre 1944 y 1962 y en Gijón-Zaragoza, entre 1962 y 1967. En Chile, estuvo en la Casa Provincial; en el Hogar Sor Vicente de Los Ángeles, en Rancagua y en otros lugares.

Sus funerales se realizaron, este viernes 26 de marzo, en el Mausoleo de la Compañía, en el Cementerio General, luego de la Eucaristía celebrada por su eterno descanso, en la Comunidad de la Asunción, en Macul.

Sor Rosario Pradenas Salgado, Hija de la Caridad (Q.E.P.D.)

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Esta mañana, en la Casa Nuestra Señora de la Asunción, ha fallecido víctima de un cáncer, Sor Filomena del Rosario Pradenas Salgado, Hija de la Caridad, que había nacido en Coelemu, el 7 de octubre de 1942. Sus padres fueron Don Artemio Praderas y la Señora Emilia del Carmen Salgado Rivas.

Sor Rosario sirvió en distintas obras de la Provincia, empezando en el Hospital de Concepción y concluyendo en la Comunidad del Hospital El Salvador de Santiago, con trabajo en el vecino Hospital Geriátrico. En el Hospital de Concepción recibió la formación profesional y luego fue contratada y trabajó como una funcionaria más, cumpliendo con todos los turnos diurnos y nocturnos, sin excluir los días festivos. Tenía gran capacidad para comprender y atender las diferentes patologías que afectaban a los pacientes.

En el Hospital de Rancagua tuvo una gran experiencia de trabajo «en terreno», una manera de trabajar que a ella le gustaba mucho y se trasladaba en bicicleta, en la ambulancia, en el bus, para visitar a los enfermos en su domicilio. Era un trabajo muy bello y my propio de una Hija de la Caridad, porque los pacientes eran pobres, que vivían en poblaciones marginales.

En Valparaíso, trabajó, primer en el desaparecido Hospital Enrique Deformes, incluso después que las Hermanas salieron de ahí. En ese Hospital también estuvo contratada y por lo tanto, viviendo en e Hospital Van Buren, siguió trabajando en el Deformes. Posteriormente, también trabajó en el Hospital Carlos Van Buren.

Pero, a pesar de su especialización en el área de la salud, Sor Rosario no sólo trabajó en hospitales. También trabajó en el Hogar del Niño en Punta Arenas; en El Centro Abierto Belén de El Manzano, en San Bernardo; en el Hogar El Atardecer e incluso en la entonces Casa Provincial de calle Venecia.

Sor Rosario no gozó de buena salud. Debió someterse a intervenciones quirúrgicas varias veces, ya que sus huesos estaban muy debilitados. Tenía cuatro prótesis. Esto significó que tuvo que dejar el servicio por largos períodos, cuando era intervenida y para sus respectivas recuperaciones. este mal le acompañó desde joven. Sin embargo, nunca se acobardó para seguir sirviendo a sus enfermos. Era una mujer muy apostólica y sirvió muchas veces de nexo para encontrar un sacerdote para satisfacer las necesidades espirituales y pastorales de sus pacientes, consiguiendo la celebración de la misa y la administración de la Santa Unción. Y sólo para los pacientes, sino también para los doctores y el personal. También trabajó preparando a hijos del personal para los sacramentos.

Otra de sus obras era el Ropero para los pobres, para los pacientes, especialmente con pijamas, para que los enfermos estuvieran siempre limpios, aseados y bien presentados para las visitas.

Era aficionada a las manualidades; tejidos, bordados, pinturas, rosarios. Estos trabajos los vendía para ayudar a los enfermos, especialmente cuando les daban el alta y no tenían los medios para irse. Lo mismo para ayudar en los gastos por el funeral d los que fallecían.

Por otra parte, Sor Rosario era una mujer muy alegre. Le gustaba ir de paseo, salir al centro, gozaba de la buena mesa y de las fiestas, como también de las amistades y de su familia, con la tenía una muy buena comunicación.

También, Sor Rosario tenía una vocación especial para trabajar con los jóvenes, especialmente con la Juventud Mariana Vicentina, con quienes sentía gran cariño. Donde era destinada, trabajaba con JMV y conseguía nuevos jóvenes para la Asociación.

Hace unos meses se le diagnosticó este cáncer que la atacó muy duramente y el cual debió dejar su trabajó en el Hospital Geriátrico y la Comunidad de El Salvador, para ir a la Casa de La Asunción. Sus últimos días los vivió en una actitud de absoluta entrega a la voluntad de Dios.

Falleció Sor Silvia Muñoz Urrutia, Hija de la Caridad

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A las 15.15 de este Domingo de Pascua, 12 de abril de 2020, falleció Sor Silvia Muñoz, Hija de la Caridad, víctima de un agresivo cáncer que la afectaba desde hace algún tiempo. En las últimas semanas había recibido la Unción de los Enfermos y había renovado sus Votos en su lecho de enferma. Había mandado celebrar misa para poder por su buena muerte y para prepararse para su «pascua» con mucha paz, sin miedo ni temor y confiando al señor, al que le pedía que se acordara pronto de ella.

Sor Silvia del Carmen Muñoz Urrutia había nacido en La Calera, Región de Valparaíso, el 30 de diciembre de 1933 y sus padres fueron Don Romilio Muñoz y doña Ana Urrutia, tuvo dos hermanos y una hermana, la que ayudó arriarla junto a su abuelita, ya que su mamá falleció cuando ella era pequeña. Ingresó a la Compañía el 25 de septiembre de 1956.

Sor Silvia era profesora normalista y por lo mismo, su vida como Hija de la Caridad estudio dedicada especialmente a la Educación. sirvió en colegios como Santa Luisa de Marillac de Santiago, Margarita Nasseau de Tomé,San Vicente de Paúl de Copiapó, en el Hogar santa Ana de Quilpué y en la Escuela Santa Anna de Valparaíso, donde permaneció por 20 años y dio clases de religión y de artes manuales. Era muy artista, le gustaba la belleza del baile, la danza, el teatro, le gustaban mucho las flores.

Sus últimos años fue destinada al Hospital Salvador de Santiago, donde descubrió esa otra faceta de una Hija de la Caridad: acompañe y servir a os enfermos y a sus familiares. Fue muy feliz en ese servicio. Cuando se le declaró en cáncer, que poco a poco fue siendo más agresivo, los superiores decidieron que fuera a la Casa de La Asunción, para cuidarla mejor en su enfermedad.

Era una mujer muy espiritual, piadosa y espontánea. Uno de sus santos favoritos era el Santo Cura de Arsenal, por su sencillez y mortificación; le gusta leer su vida. Pero también era una persona que disfrutaba de las cosas de la vida, de una buena comida, de una buena película y de combatir con los demás. Era muy cariñosa. Hasta sus últimos días, cuando algún seminarista o algún Padre que ella había conocido desde joven, lo trataba con mucho afecto y con su típica expresión: «mijito».

Recibió la gracia de partir a la Casa del Padre justo el día de la Resurrección del señor, quizá como un premio por todo el bien que hizo y la alegría que prodigó, entre quienes compartieron con ella.

Fallece Sor Kathleen Appler, Superiora General de las Hijas de la Caridad

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A las 7 de la mañana de hoy, en la Casa Madre en París, falleció apaciblemente, sor Kathleen Apple, Superiora General de las Hijas de la Caridad. Ayer había recibido la Santa Unción, rodeada por las Hermanas que conforman el Consejo General.

Nacida en Utica, Nueva York, Estados Unidos, sor Kathleen fue elegida Superiora General de las Hijas de la Caridad , en la Asamblea General, el 25 de mayo de 2015. Antes de su elección como Superiora General,  había sido miembro del Consejo General de las Hijas de la Caridad, desde junio de 2009 y Visitadora de la antigua Provincia del Noreste de Estados Unidos, con sede en Albany, Nueva York.

Sor Kathleen ingresó en la Compañía de las Hijas de la Caridad en abril de 1973 en Boston, Massachusetts. Había cumplido 46 años de vocación en abril de 2019.

Sor Kathleen sirvió en ministerios de educación, administración, vocación y formación. Sirvió en escuelas en Syracuse, N.Y. (Cathedral School, 1974 a 1975); Bridgeport, Connecticut (St. Ann’s School, 1975 a 1979); Utica, N.Y. (Escuela de Nuestra Señora de Lourdes, 1979 a 1982 y 1985 a 1995); y Wilmington, Del. (St. Peter’s School, 1982 a 1985). También prestó servicios en St. John’s Parish Center en Brooklyn, Nueva York, de 1995 a 2000. También se desempeñó como Hermana sirviente en Brooklyn de 1997 a 1999. La hermana se trasladó al gobierno de la Provincia y residió en Albany hasta su nombramiento en París. en 2009.

Graduada en 1970 de la Utica Catholic Academy en Utica, N.Y., sor Kathleen obtuvo una Licenciatura en Artes Liberales en el Maria Regina College en Syracuse, N.Y., en 1975; licenciatura en literatura inglesa con especialización en educación primaria de la Universidad del Sagrado Corazón en Bridgeport, Connecticut, en 1978; maestría en educación primaria de la Universidad Estatal de Nueva York en Cortland, Cortland, N.Y., en 1984; y Certificación en Dirección Espiritual del Centro para la Espiritualidad en el Trabajo, Denver, Colorado, en 2006.

El 8 de julio de 2019, el Papa Francisco la nombró miembros de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, junto a otras seis superioras generales, siendo la primera vez que se nombraba a mujeres en estas responsabilidades.

Desde hace algunos meses, se sabía que la Madre General estaba afectada por una grave enfermedad, la que ahora provocó su lamentablemente fallecimiento.

 

Falleció P. Antonio Elduayen Jiménez, ex-Visitador de la Provincia

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En el día de hoy, falleció en Lima, el Padre Antonio Elduayen Jiménez, que fuera Visitador de nuestra provincia, entre los años 1983 y 1989 y Director Provincial de las Hijas de la Caridad entre 1989 y 1999.

El Padre Antonio Elduayen, de nacionalidad española, había nacido en Mar del Plata, Argentina, el 4 de agosto de 1927 y sus padres fueron Tomás Elduayen y Carmen Jiménez. Hizo sus estudios básicos y secundarios en Pamplona, cursó la Filosofía en Madrid y la Teología, en Cuenca. Fue admitido en el Seminario Interno de la Congregación de la Misión, el 19 de septiembre de 1944. Fue ordenado diácono en 1950 y presbítero el 9 de septiembre de 1951, en Cuenca, de manos de Monseñor Emilio Lisson.

Llegó al Perú en 1952, donde desempeñó diversos ministerios, incluido el de Visitador de esa Provincia, entre 1974 y 1982. Llegó a Chile en 1983, para asumir como Visitador, oficio que desempeñó hasta 1989, en que asumió como Director de las Hijas de la Caridad hasta 1999, en que regresó al Perú.