En una emotiva celebración de la Jornada Mundial de los Pobres, el Papa León XIV ofreció un almuerzo en el Vaticano con más de 1.300 personas en situación de pobreza y exclusión social, en el Aula Pablo VI. El encuentro no sólo reafirma el compromiso pastoral de la Iglesia con los más necesitados, sino que pone de relieve el papel central de la Congregación de la Misión.
Un almuerzo con rostro humano
Organizado por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, el almuerzo se convirtió en una celebración íntima y digna: el Papa se reunió con los invitados en un gran comedor, servido con vajilla de calidad, mantelería y cubiertos, evitando el uso de plástico o materiales desechables, como gesto de respeto hacia cada persona.
El menú fue sencillo pero cuidado: Lasaña de verduras, pollo empanizado con papas, agua, bebidas y frutas.
Durante la comida, el ambiente se llenó de música napolitana interpretada por jóvenes del Rione Sanità de Nápoles, aportando alegría y esperanza al momento.
La acción concreta de la Congregación de la Misión
La Congregación de la Misión, junto con las Hijas de la Caridad y Miembros de la FAMVIN fueron los responsables de organizar y servir el almuerzo.
Más de 200 voluntarios de los misioneros vicencianos, de la familia vicenciana, ramas de la familia vicentina (congregaciones) provenientes de distintos países, estuvieron presentes para servir a los invitados. Además, al final del almuerzo, cada persona recibió una “Mochila de San Vicente” con alimentos y productos de higiene, un gesto simbólico de acompañamiento y cuidado tangible ofrecido por la Congregación.
Este tipo de iniciativas refleja la espiritualidad vicenciana: El servicio a los pobres no se limita a dar lo necesario, sino que implica dignidad, presencia y una cercanía concreta.
Durante su intervención, el Papa expresó su gratitud a los vicencianos:
“Este almuerzo … es ofrecido, por la Providencia y la gran generosidad de la Comunidad de San Vicente … a quienes queremos agradecer.”
También recordó a su predecesor, el Papa Francisco, señalando que la Jornada de los Pobres fue una iniciativa muy querida por él. Además, hizo un llamado a la solidaridad, denunciando las diferentes formas de pobreza actuales: “la Iglesia sigue herida por viejas y nuevas formas de pobreza” y destacó la necesidad de construir fraternidad y justicia para todos.
Un signo en el Año Santo y Jubileo de los Pobres
Este almuerzo no es un hecho aislado, sino que forma parte de las celebraciones del Jubileo de los Pobres en el Año Santo 2025. En este contexto, la acción de la Congregación de la Misión adquiere un doble valor: no solo como servicio caritativo, sino como testimonio histórico y espiritual de su vocación vicenciana.
Nuestro Superior General, el P. Tomaž Mavrič, señaló: participar en este almuerzo representa “no solo con recursos económicos, sino con nuestra presencia y servicio, nuestro compromiso con los pobres”. Congregatio Missionis
Es importante destacar que, durante la mañana del domingo y antes de la celebración de la misa, el Papa se reunió con familias provenientes de distintas partes del mundo, entre las cuales también estuvo presente Chile. En este encuentro, se bendijeron las llaves de las viviendas y se entregaron a cada familia beneficiada. Esta iniciativa forma parte del proyecto “Mi Pequeño Refugio”, una obra que continúa avanzando y que aún requiere del apoyo y la colaboración de todos nosotros para seguir ofreciendo un hogar digno a quienes más lo necesitan.
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