Obispos piden respetar derechos de las personas y evitar más derramamiento de sangre para reconstruir la paz social

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En una nueva declaración pública desde el estallido social de la última semana, el Comité Permanente del Episcopado dice compartir la «esperanza de tantos que anhelan el pronto restablecimiento del orden público y confiamos en el juicio de la autoridad que se ha comprometido a terminar las medidas de excepción establecidas».

La declaración fue hecha pública la tarde de este jueves 24 de octubre y lleva por título «Levantarnos de la mano de la justicia y del diálogo». La firman los cinco obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile.

Los obispos recuerdan su declaración del sábado 19 de octubre “Cuidar la convivencia: la paz es fruto de la justicia”, en la que hacían presente la necesidad de “comprender el profundo malestar de personas y familias que se ven afectadas por injustas desigualdades, por decisiones arbitrarias que les afectan en su vida diaria y por prácticas cotidianas que consideran abusivas, porque lesionan especialmente a los grupos más vulnerables”. Junto con condenar la violencia, dijimos también que “tenemos que hacernos cargo de entender las raíces de esa violencia y trabajar con urgencia para prevenirla, detenerla y generar formas pacíficas de hacerse cargo de los conflictos”.

Agenda social con participación ciudadana

En su mensaje de este jueves, los obispos valoran los gestos de autoridades y dirigentes que han procurado acoger las demandas expresadas por diversos sectores. «La mayor responsabilidad la tienen quienes ocupan cargos de dirigencia en la vida política y social. Es necesario confiar en su buena fe y su capacidad de llegar a acuerdos. Confiamos en que la agenda social se pueda ir construyendo con amplia participación ciudadana. La ciudadanía espera altura de miras de todos sus líderes, y sólo el diálogo fundado en una auténtica amistad cívica podrá superar las legitimas diferencia entre sectores, lo cual contribuirá a la pacificación de los ánimos».

Respetar los derechos de todas las personas, evitar más derramamiento de sangre

Agregan los pastores que «la vida de todos quienes vivimos en Chile y el respeto a la dignidad y los derechos de cada persona y la inculcación de sus deberes ha de ser una preocupación de todos nosotros. Unidos al dolor de los familiares de quienes han perdido la vida y de tantos que han resultado heridos, llamamos a todas las personas que se están manifestando y a los organismos y autoridades competentes a velar por el respeto de los derechos fundamentales, el trato ajustado a derecho de las personas detenidas y el respeto a los servidores públicos llamados a mantener el orden y la seguridad de acuerdo a las normas que la ley consagra».

Y añaden: «Evitar más derramamiento de sangre tiene que ser para todos la principal motivación en este momento para construir efectivamente la paz social. Los caminos de vida y unidad jamás se construyen con la muerte de compatriotas ni atropellando la dignidad de las personas, de todas las personas, independiente de su condición».

Levantarse desde la humildad y el diálogo, evitando toda violencia

Los obispos comparten «la esperanza de tantos que anhelan el pronto restablecimiento del orden público y confiamos en el juicio de la autoridad que se ha comprometido a terminar las medidas de excepción establecidas. Chile necesita levantarse desde la humildad y la generosidad mediante un diálogo constructivo y mayoritario, propio de la democracia, dejando de lado toda violencia, venga de donde venga. En este sentido, agradecemos las palabras del Papa Francisco que en estos días nos exhorta a que a través del diálogo se pueda trabajar para encontrar soluciones a la crisis».

Gratitud a quienes ayudan a construir el bien común

Finalmente, los obispos destacan que, en medio de la crisis que estamos viviendo, «ha habido muchas personas que han dado lo mejor de sí realizando acciones generosas para ayudar a otros, evitando la violencia y contribuyendo eficazmente en la construcción del bien común. En estos días también se han multiplicado en nuestras comunidades momentos de oración, reflexión y gestos concretos de fraternidad y servicio. Sigamos orando y comprometiéndonos, personal y comunitariamente, por la amistad cívica y la paz social en nuestro país».

La nota concluye pidiendo que la Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, interceda por nosotros para que nos encontremos como hermanos, para que esta patria sea un hogar para todos.

Declaración pública de la Provincia ante la situación actual del país

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Los hijos de San Vicente de Paúl al Pueblo de Chile y a sus dirigentes

Los miembros de la Congregación de la Misión, hijos de San Vicente de Paúl, convocados para trabajar en la Evangelización y Servicio a los pobres, a los más postergados de la sociedad, no podemos permanecer ni impasibles ni silenciosos, ante la situación violenta que vive en este momento nuestro país, como consecuencia de largos años de postergación, injusticia y desigualdad.

Rechazamos la violencia desatada, en medio de legítimas manifestaciones de descontento y reivindicación del derecho a condiciones de mayor justicia y equidad. La violencia irracional, que lo destruye todo y pone en peligro la integridad y la vida de las personas, claramente no es aceptable. Rechazamos, también, la respuesta simplista de que lo que está sucediendo es sólo obra de exaltados y delincuentes, desconociendo las causas profundas de este estallido social.

Porque violencia no son sólo las manifestaciones y la destrucción de estos días. También es violencia todo aquello que sufren los pobres e incluso las capas medias de la sociedad: Violencia es el alza de los pasajes del Metro, las pensiones miserables, las alzas de los combustibles, la energía eléctrica. Violencia es la desigualdad en el acceso a la educación, la salud y a otros bienes esenciales. Violencia es la concentración de la riqueza en pocas manos y sus privilegios. Violencia es la falta de protección contra la delincuencia en los sectores más populares. Violencia es también la represión violenta de manifestaciones pacíficas y el trato denigrante o displicente hacia los más humildes o a quienes tienen una opinión distinta. Violencia es también legislar para mantener la desigualdad y que los trabajadores pagando proporcionalmente más impuestos que las grandes empresas y los más acaudalados de la sociedad.

Solidarizamos, por lo tanto, con todos aquéllos que se cansaron de recibir siempre malas noticias, los que siguen recibiendo salarios miserables, mientras los precios se incrementan una y otra vez, los que se sienten abusados y estafados. Solidarizamos con quienes se levantan para exigir sus derechos. Solidarizamos y nos unimos al clamor de los más pobres y de aquellos sectores medios cada vez más empobrecidos.

Clamamos, junto a los postergados, por una respuesta urgente, respetuosa y digna a sus legítimas demandas. Sólo que el diálogo, la escucha respetuosa, la búsqueda sincera de soluciones, lo que nos llevará a la superación de los problemas que hoy vivimos y no medidas de fuerza, que sólo consiguen exasperar más los ánimos y podrían conducir a una tragedia.

San Vicente de Paúl nos enseñó que la caridad no sólo consiste en dar auxilio inmediato a los que están en necesidad, sino que también significa enseñar a la gente ganarse el sustento y a ser conscientes de su dignidad. San Vicente nos enseñó que caridad es también cómo a veces es necesario enfrentar al sistema establecido y abogar y trabajar por la superación de las estructuras injustas de la sociedad.

Al Señor de la historia, liberador de los pobres, príncipe de la paz y Dios de toda justicia, invocamos para que calme los ánimos y ablande el corazón de aquéllos que tienen el poder y los medios para procurar que injusticias y desigualdades puedan revertirse y por el contrario, los más pobres y postergados puedan, por fin, recibir BUENAS NOTICIAS.

 

Congregación de la Misión
Provincia de Chile

 

Músico vicentino ofrece concierto en Parroquia Santa María Reina del Mundo de Macul

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El músico y cantante Sergio «Keko» González ofreció un concierto, el pasado viernes 4 de octubre, en la Parroquia Santa María Reina del Mundo, con motivo del lanzamiento de un nuevo disco «Cantar para reencontrar» y de la próxima conmemoración de sus 50 años de participación, especialmente a través del cato litúrgico, en la vida de la Parroquia, primero en San Sebastián, como miembro del coro que dirigía el P. David Herrera y posteriormente en la iglesia parroquial, donde continúa hasta el día de hoy.

Sergio «Keko» González, se siente profundamente identificado con el carisma vicentino y con la Congregación de la Misión, junto a cuyos misioneros ha servido desde que tenía 12 años de edad. Además, trabajó durante largos años en el Colegio Regina Mundo, junto a las Hijas de la Caridad. Tuvo, también, una importante participación, en la celebración, el año 2004, de los 150 años de presencia vicentina en Chile y en otros eventos de la Familia Vicentina.

Además de su servicio como músico cristiano y vicentino, Keko González es integrante de «Los Cuatro de Chile», con quienes ha participado incluso en eventos como el Festival del Huaso de Olmué, en 2017, donde obtuvieron el tercer lugar con el tema «Dame la mano», compuesto por el propio Keko.

Durante el concierto, Keko González dio un recorrido por diversas canciones de contenido cristiano, de su propia autoría y también alguna de otros autores, especialmente de Nelly Luco y Orlando Muñoz, antiguos integrantes de los Cuatro de Chile y que fueron miembros del Coro de la Parroquia.

Al final del recital, el P. Fernando Macías, Visitador y Administrador Parroquial, quien había presentado al músico, le entregó -junto al P. Carlos de la Rivera y en nombre de la Comunidad parroquial- un galvano como reconocimiento por sin servicio durante tantos años, en la parroquia.

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Padre Gastón Parada participa en Curso del CIF

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A Paris viajó el P. Gastón Parada, a fin de participar en el curso «La Espiritualidad y la Ética Vicentina», que se desarrolla entre el 1 y el 31 de octubre y es organizado por el Centro Internacional de Formación (CIF).

El curso contempla módulos tales como: «La Biblia y San Vicente, dictado por el P. Roberto Gómez;  «Introducción al Vicencianismo», dirigido por el P. Andrés Moto; «Las cinco virtudes», con el P. Luigi Nuevo; «Santa Luisa: Vida y teología», también con el P. Luigi Nuovo; «Historia de la C.M.», con el P. Andrés Moto; «La santidad y el proceso de canonización en la Iglesia» y Los Santos de la Familia Vicentina en proceso», con el P. Giuseppe Guerra; «San Vicente y la oración. Doctrina., con el P. Emmanuel Typamm.

El curso, además incluye peregrinaciones a Cannes, Folleville, al Berceau de San Vicente y a otros lugares vicentinos.