Este domingo, 26 de mayo, volvió a la casa del Padre, la señora Lily Castro Careaga, mamá de nuestro cohermano, el P. Jorge Manrique Castro.
Desde aquí enviamos nuestras condolencias al P. Jorge y a su familia. La ausencia física de la propia madre es un hecho que a todos produce un gran dolor. Por eso le deseamos consuelo y esperanza cristiana.
La señora Lily se distinguió por s fe y su devoción y particularmente por su amor a María y a su Sagrada Medalla. Fue una difusora incansable de la Medalla Milagrosa y animó a otros -también a sacerdotes- a realizar esa misma Misión.
Agradecemos a Dios su vida y su generosidad al dar un hijo para que sirviera al Señor, a su Iglesia y especialmente a los pobres.