He estado mirando imágenes de Kabul. Mirando imágenes de niñas, mujeres.
Leyendo y sabiendo lo que es el régimen Talib.
Me imagino el terror, no temor, sino terror. El pánico, el miedo de las mujeres que optaron porque sus hijas fueran al colegio. De las mujeres que tienen alguna profesión, de las que tenian algún cargo en la antigua administración, de las que son dirigentas sociales.
Ellas serán las mártires que estarán en nuestra memoria. Serán lapidadas, apedreadas, asesinadas. Ningún juez islámicos les perdonará la vida a ninguna de ellas.
Esas niñas seguramente serán obligadas a someterse a la Ley musulmana. Con la interpretación del siglo XIII, sin ninguna posibilidad de rebelarse.
Tengo un dolor profundo por ellas. Hoy, elevo una oración, pero también alzó mi voz para hacer una denuncia sobre lo que sucederá, para que luego nadie diga, que nadie levantó la voz por ellas, por las que hoy están siendo asesinadas.
Las mujeres de Afganistán pesarán en nuestra conciencia occidental.
Alejandro Fabres, C.M.