Continuando con el Ciclo de Conversatorios Vicentinos, este miércoles 23 de septiembre fue el turno del P. Alejandro Fabres y el sociólogo Cristian Cortés, quienes dialogaron en torno al tema «El Estallido Social y el Carisma Vicentino.
El P. Alejandro dio una visión -desde su condición de sacerdote y vicentino- explicando que el tema social no es ajeno al Evangelio, ni al Carisma Vicentino, sino todo lo contrario. Respondió a la objeción que a veces se hace cuando los miembros de una comunidad de consagrados, opinan e intervienen en los acontecimientos sociales, con el argumento de que eso sería «meterse en política», cosas que los «curas no deben hacer». El P. Alejandro recordó que un cristiano, un sacerdote, un vicentino, sí tiene derecho a opinar y actuar en política, no partidista, pero entendiendo que » la política de la preocupación por el otro y la forma más elevada de la caridad». Posteriormente dio su visión de lo que significó el estallido social, ocurrido en Chile, a partir del pasado 18 de octubre de 2019 y cómo éste nos involucra todos y no puede, a nosotros vicentinos, dejarnos indiferentes.
Luego, el sociólogo Cristian Cortés, dio su visión, desde el ámbito de la Sociología, comentando aquella expresión de que «no son 30 pesos, sino 30 años», aclarando que el origen de la actual situación de desigualdad que vivimos en Chile y que motivó el estallido social, tiene su origen principalmente en la Constitución de 1980, que consagró -mediante una génesis absolutamente antidemocrática, con absoluta ausencia de participación ciudadana- un sistema desigual, añadiendo que esa Constitución, tal como se la pensó y se la implementó es, en la práctica, inmodificable. Por eso, Cortés señaló que no es tan justo hablar de 30 años, sino también de 40 años, que son los que han sido dominados por la actual Constitución. Así, relató con mucha claridad, cómo esta carta fundamental y sus instituciones impiden los cambios que podrían construir una sociedad mas igualitaria.
A partir de estas exposiciones y de las preguntas planteadas por las personas conectadas a las redes, se suscita un diálogo enriquecedor.