El P. Luis Felhoen, amigo personal de Gabriela Mistral, fue Visitador entre los años 1941 y 1946 y posteriormente sigue como consejero y ecónomo provincial, por varios años. Trabajó en los tres paveses que un día formaron la «Provincia del Pacífico»: Chile, Perú y Bolivia. Lea su semblanza.
Semblanzas: P. Claudio Félix Bénech Gay
El P. Claudio Félix Bénech fue el primer superior de la Casa de Santiago, el primer director provincial de las Hijas de la Caridad, cargos que asumió al llegar a Chile, el 15 de marzo de 1854 y posteriormente, fue el primer Visitador de la Provincia de Chile , a partir del 15 de mayo de 1862. Lea su semblanza.
Semblanzas: P. Roberto Schwane Kraetz
El P. Roberto Schwane, norteamericano, Doctor en Química, dejó sus clases en la Universidad De Paul, donde además era superior de la Comunidad, y vino a Chile, donde fue el Visitador entre 1969 y 1979. En sus tiempos se reabrió el Estudiantado y el Seminario Interno. Fue uno de los fundadores de CLAPVI. Vea su semblanza.
Semblanzas: P. Manuel Godoy López
El P. Manuel Godoy López, primer Visitador chileno, nació en Rancagua el 24 de noviembre de 1890 y falleció en Santiago, el 8 de octubre de 1959entró en la Congregación em 1911 y fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1921. Fue visitador entre 1946 y 1950. Lea su semblanza.
Semblanzas: P. Paul González López
El P. Paul González, nació en Laval, Francia en 1920. Entró a la Congregación en 1939 y fue ordenado sacerdote en 1947. Apenas ordenado fue enviado a Chile. Desasrrolló su apostolado en nuestra tierra y en el Perú. Falleció en Santiago en 1983. Lea su semblanza.
Semblanzas: P. Gustavo Houillier
El P. Gustavo Houillier fue un misionero, nacido en Amiens, Francia en 1881, ordenado sacerdote en 1905 y que apenas convertido en sacerdote fue enviado a Chile, trabajando en Valparaíso, en La Paz-Bolivia y en Santiago. Fue Visitador entre 1924 y 1926 y después fue trasladado a Ecuador, donde también fue Visitador… Semblanza
Semblanzas: P. Santiago Rojas Donoso
El P. Santiago Rojas fue un misionero, nacido en 1908 y fallecido en 1980. Trabajó en Valparaíso, Limache, Pichilemu y Santiago y fue el párroco fundador de la Parroquia de la Medalla Milagrosa de Playa Ancha en Valparaíso. Semblanza
De nuestra historia: P. Etienne Stardaert, Visitador 1927 a 1941
Revisando la historia de nuestra Provincia, nos encontramos con el P. Etienne Standaert, que fuera Visitador de la Provincia, después de haber trabajado en diversas obras, especialmente en seminarios, en Francia, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador.
Descubra al P. Standaert y otros vicentinos en Semblanzas
https://vicentinos.cl/semblanzas/p-etienne-standaert-1875-1941/
Apuntes de nuestra Historia: El Padre Justino Delaunay
El día 26 de diciembre de 1901, el desaparecido Diario «El Porvenir» de Santiago, publicaba la siguiente nota, acerca de la muerte del P. Justino Delaunay entonces Visitador de la Provincia, Director Provincial de las Hijas de la Caridad y superior de la Casa Central de Alameda.
Ayer, a las 5.40 mm de la mañana, dejó de existir este respetable y virtuosísimo sacerdote, Superior General y Visitador de los Padres Lazaristas y Hermanas de la Caridad de Chile, Perú y Bolivia.
El Padre Delaunay era natural de Dijon, de la Provincia de la Champagne, en Francia. Cursó las humanidades y la carrera eclesiástica en el gran Seminario que poseen los Padres Lazaristas en París. Ordenado de sacerdote a fines del año 1863, sus superiores, dándole una muestra de confianza y de reconocimiento a sus virtudes y talentos, lo destinaron a al Misión de Chile, a cargo en aquel tiempo del benemérito Padre Félix Benech. Vino de Europa, el Padre Delaunay, acompañando a 30 Hermanas de la Caridad, destinadas a incrementar la obra del Padre Benech, en las fundaciones de la casa Central y de los hospitales de San Juan de Dios y de San Francisco de Borja.
Desde su arribo a Chile, el Padre Delaunay se dio a conocer por sus virtudes y por su celo para hacer prosperar las fundaciones de casas y hospitales bajo la dirección de las abnegadas hijas de San Vicente de Paul.
Plenamente autorizado por su superior, P. Benech, echó los cimientos de la Casa de La Caridad, destinada para asilo de niñas desheredadas de la fortuna. Nombrado Capellán-Director de la Casa, no se ha separado nunca de ella, ni aún a la hora de la muerte, porque en esa misma casa exhaló ayer su último suspiro.
Hace quince años, el Padre Benech fue nombrado superior del Seminario Lazarista de Trujillo, en el Perú, y entonces el Padre General, residente en París, envió al Padre Delaunay los despachos por los cuales se le constituía Superior y Visitador General de las Casas Lazaristas y de caridad que hubiere en las tres Repúblicas antes nombradas.
Al R.P. Delaunay de deben todas las fundaciones de casas dirigidas por Hermanas de la Caridad, a excepción de las tres que encontró establecidas a su arribo a Chile.
La caridad del piadoso Lazarista se extendía a todos los necesitados: sus pobres no solamente estaban en los hospitales, sino en todo Santiago; pero, caritativo y no filántropo, sus obras eran ignoradas, y si no hubiese sido por la afluencia de pobres, de viudas, de ancianos y niños, que ayer acudieron a visitar el cadáver del hombre a quien entre desgarradores sollozos llamaban su padre y su único sostén en las miserias de la vida, nunca se habría sabido la gran esfera de acción caritativa del Padre Justino, como le llamaban cariñosamente los que tuvieron la dicha de conocerlo y tratarle.
Durante la guerra del 79, el Padre Justino atendió con sin igual solicitud a todos los preparativos de los elementos con que debían marchar a la campaña las monjas que iban a servir en las ambulancias; y después, cuando los heridos llegados a Santiago ya estaban mejor de sus heridas, se veía al Padre Justino que, con un cariño verdaderamente paternal, los sacaba a tomar el fresco de la tarde, en los carros urbanos.
Y allá por el año 1886, cuando el cólera diezmaba nuestra población, el Padre Justino, no satisfecho con multiplicar su asistencia y prodigar los consuelos de la religión a los desgraciados que caían víctimas del terrible flagelo, recurrió a los conocimientos médicos que había adquirido en Europa y logró combinar las fórmulas para arreglar una bebida que entonces conocimos bajo el nombre de Licor del Padre Delaunay y que obró prodigiosas curaciones, contribuyendo a neutralizar los efectos y a disminuir las víctimas de la horrorosa epidemia.
Postrado de la enfermedad al corazón que lo ha llevado a la tumba, residía, como hemos dicho, en La Caridad; pero tenía dadas órdenes terminantes de que nunca se rechazara a los pobres que fueran a visitarlo; y más de una vez, la Hermana portera observó que los visitantes salían al mismo tiempo que derramando lágrimas por el desesperante estado de salud de sus protector, guardando las monedas o billetes con que el Padre Justino subvenía a las necesidades de los que iban a visitarlo en su postrera hora.
Al Padre Justino no se le escapaba ninguna necesidad sin que al momento no le pusiera remedio. Testigo de la miseria en que suelen quedar algunas viudas, que por su posición no se resignan a implorar la caridad pública, fundó para socorrerlas la Asociación de las Señoras de la Caridad, en la cual figuran como directoras las Señoras: Mariana Browne de Ossa, Browne de Subercaseaux, Sábnchez de Arnols, Montt de Ortúzar, Valdés de Barros Luco y varias otras que han adquirido una gran propiedad, al lado de la Casas de Ejercicios de San Juan Bautista, en donde funciona un establecimiento que da albergue, pan y trabajo a más de 30 familias de madres viudas.
Tal es, trazada a grandes rasgos, la vida de caridad que ha llevado en Chile el Padre Delaunay.
Sus restos serán conducidos esta noche, a las 8, desde La Caridad, calle del Veintiuno de Mayo, a la iglesia San Borja (San Vicente de Alameda), en la cual se celebrarán mañana, a las 8 A.M., solemnes honras a las que asistirá el Ilmo. Y Rmo. Señor Arzobispo de Santiago.
EL PORVENIR acompaña a los Padres Lazaristas y a las Hermanas de la Caridad en la tremenda desgracia que les aflige, por la pérdida del muy respetable y virtuoso Padre Delaunay.