En una sencilla Eucaristía, presidida por el Visitador de la Provincia, P. Rodis Christensen y que tuvo lugar este domingo 26 de septiembre, en la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda, el seminarista Ángel Lucena Huérfano firmó el «Compromiso Mutuo», que lo convierte oficialmente en Estudiante de nuestra Provincia y de nuestra Congregación. Recibió, además, el alba, para que, en su calidad de seminarista, pueda servir al altar, en las distintas celebraciones litúrgicas.
Ángel Gabriel Lucena Huérfano nació en San Cristóbal, Estado de Táchira, Venezuela, el 5 de agosto de 1998. A los 16 años ingresó al Seminario del Ordinariato Castrense en su país, donde completa los estudios filosóficos, además de cumplir con experiencias pastorales y otros servicios diocesanos.
Hace 4 años, su madre Reyna Huérfano emigra a Chile -como tantos otros hermanos venezolanos- buscando mejores horizontes de vida, para ella y los suyos, dada la difícil situación política y económica de su país. Dejaba en su patria a sus padres y a sus hijos -Ángel en el Seminario y Anyert, aún menor de edad, junto a sus abuelos.
Por diversas situaciones, Ángel decide dejar el Seminario Castrense, pero no su ideal de ser sacerdote. Es así como comienza a buscar dónde poder realizar su vocación. La providencia divina hace que su mamá, Reyna, conozca al P. Fernando Macías y le hable de su hijo. El Fernando, por entonces Visitador, invita a Ángel a buscar entre nosotros la realización de la vocación que ha sentido desde pequeño.
Siguiendo las huellas de su madre, Ángel, junto a su hermano Anyert, emprende camino hacia Chile, pasando por Colombia y por Paraguay, donde tramitan su visa para entrar en nuestro país, recibiendo un trato bastante vejatorio en el Consulado de Chile en Asunción, debiendo acudir una y otra vez, para encontrar siempre una nueva excusa para negarles la Visa. Hasta que a finales de junio pasado, finalmente y después de mucha perseverancia de parte de los viajeros y de las gestiones que hubo que realizar en Santiago, pudieron finalmente viajar a Chile, reencontrarse con su mamá y cumplir -en el casi de Ángel- con el sueño de retomar sus camino al sacerdocio.
El compromiso de hoy -un pequeño gran paso- que en situaciones normales puede caer fácilmente en el olvido, en el caso de Ángel adquiere un significado especial. Esto explica la emoción que él y los suyos y también quienes los han acompañado en este proceso, experimentaron y expresaron.
Esta Eucaristía fue concelebrada por los PP. Fernando Macías, Luis Chávez y Carlos de la Rivera y contó con la presencia, además, del Hermano Polo Hidalgo, de la mamá y el hermano de Ángel, de un grupo de Hijas de la Caridad -que también colaboraron a hacer realidad este sueño- y un grupo de amigos y de fieles habituales en las celebraciones en este templo.