Caridad y servicio en Porvenir

publicado en: Comunidades, Iglesia, Noticias, Provincia | 0

Como esta sucediendo en muchas comunidades en el país, en la parroquia San Francisco de Sales de Porvenir se ha comenzado a recolectar alimentos para ir en ayuda de quienes más lo necesitan. De esta manera, esta parroquia, dirigida por el P. Alejandro Fabres, se ha unido al llamado de la Diócesis de Punta Arenas, que con el lema «Nadie se salva sólo», ha querido motivar a los feligreses a reunir víveres y útiles de aseo para apoyar a quienes hoy, debido a la pandemia, necesitan ayuda.

En Porvenir, se ha querido focalizar esta ayuda en dos grupos: los adultos mayores y los inmigrantes. El equipo de Acción Social ya ha entregado 15 cajas a abuelitas y abuelitas, los que en su mayoría viven solos. Se les llevó alimentos, que les ayudarán a palear la difícil situación que están viviendo. De igual manera, con el equipo de trabajo pro migrantes, se ha  ido en ayuda de hermanos haitianos, colombianos, ecuatorianos y venezolanos, que producto de la pandemia, han visto mermada su situación laboral y por ende sus ingresos. Muchos de ellos tienen niños pequeños.

Con la ayuda de muchos y muchas se ha logrado hacer llegar a estos hermanos alimentos, útiles de aseo, pañales y algunas otras cosas. La generosidad se hace manifiesta. El punto de acopio ha sido la parroquia. Todo esto con ayuda de los fieles de la parroquia y otras instituciones, tal como el colegio María Auxiliadora, cuyos docentes y apoderados han apoyado esta iniciativa, la que se seguirá manteniendo, mientras dure la crisis que nos afecta como país.

El Padre Alejandro agradece a todos quienes han permitido que esta muestra de amor se haga posible.

Comunidad de Los Lagos en la senda solidaria

publicado en: Comunidades, Noticias, Provincia | 0

También los Misioneros de Los Lagos -junto a su comunidad parroquial- ha tomado la iniciativa de fortalecer el compromiso vicentino-solidario, en los tiempos difíciles que vivimos a consecuencia de la pandemia del Covid-19.

Es así como han organizado campañas de recolección de alimentos no perecibles, las que han resultado exitosa. De esta manera, esta última semana, se entregó 60 canastas a familias vulnerables, tanto de Los Lagos, como de la localidad de Antilhue. Se trata de cajas bien completas, de un valor aproximado a los $ 30.000 cada una. La gente recibió esta ayuda con mucha alegría y lo agradecieron mucho.

El P. Misael Reyes, párroco y responsable de esa Comunidad, también se siente agradecido y contento de «tener el privilegio de ser instrumento de ayuda, especialmente a los hermanos más pobres, de Los Lagos».

Pero la Comunidad Vicentina de Los Lagos, que está formada por el propio P. Misael y por el P. Pablo González, también ha seguido prestando los servicios espirituales, en medio de la pandemia. Cada domingo transmiten la Eucaristía, a través de Facebook y la celebran, cada día en la casa comunitaria. Por otra parte, han seguido visitando a los enfermos y celebrando responsos en el cementerio para las personas que han fallecido en este tiempo, cuando la familia lo ha solicitado.

Jóvenes JMV e Hijas de la Caridad siembran esperanza en Copiapó

publicado en: Familia Vicentina, Noticias | 0

Entre las muchas iniciativas emprendidas en la Iglesia y en nuestra Familia Vicentina, para ir en ayuda de quienes más están sufriendo a raíz de la crisis económica y social, que se ha visto agravada por la pandemia del coronavirus, cabe destacar la obra de las Hijas de la Caridad, y de la Juventud Mariana Vicentina en Copiapó.

Las Hermanas Raquel Argel, Carmen Gloria Acevedo, Juanita Romero y Cristina Tola, junto a los jóvenes JMV, se han organizado para llevar -al menos tres días por semana- desayuno a los ocupantes de la toma de calle Andacollo de esa nortina ciudad.

Los pobladores han recibido con alegría, gratitud y esperanza esta ayuda, en medio de la crisis que ha venido a incrementar las carencias que ya sufrían y que los ha hecho vivir en precarias condiciones  en una toma.

Los jóvenes han puesto su trabajo y a través, especialmente de las redes sociales, han convocado al resto de a población a solidarizar con estos hermanos en necesidad, poniendo en práctica toda la enseñanza valórica, con acento vicentino, recibida en la Escuela San Vicente de Paúl, de la que la mayoría de ellos son ex alumnos, tal como lo señaló el director de dicho establecimiento, Rigoberto Barrera.

Además de los más de 60 desayunos, han llevado ropa y algunas veces el almuerzo. A esto hay que agregar la campaña de recolección de leche y galletas para los niños.

Por otra parte, están empeñados en construir una sede, para atender a las familias del sector, lo que tiene como objeto trabajar en la promoción integral de las personas.

 

Misioneros en La Serena, presencia evangelizadora y solidaria en campamentos, en tiempo de pandemia

publicado en: Comunidades, Noticias, Provincia | 0

La experiencia misionera llevada a cabo, desde la Parroquia San Marcelino Champagnat,  bajo el lema «Misión Permanente»,  por parte de un grupo laicos junto a los Padres Gabriel Fuentes y Rodis Christensen, fue la ocasión para palpar la realidad de numerosas familias y y de un grupo de inmigrantes, en el Campamento La Varilla, ubicada detrás del Cementerio Municipal de Las Compañías , en la parte alta de La Serena.

Los frutos de estas misión permitieron seguir abriendo espacios entre ellos y sumando a la evangelización -desde el ámbito catequesis familiar- el establecimiento de una comunidad de base y un trabajo comunitario con las organizaciones sociales y comité de viviendas allí existentes, con mujeres dirigentes que agrupan a familias en distintos sectores, tales como Desierto Florido, Lugares que Hablan, Loma Esperanza, Comunidad Doña María y Comunidad Diaguita. También desde  la Red Uniendo Fronteras, que acompañan la realidad migrante proveniente de Colombia, Haití, Venezuela, Perú y Bolivia, haciéndose espacio de un lugar que alberga las diversas historias  de marginación, prejuicios y pobrezas.

Siguiendo el lema que marcó el Papa Francisco, a la luz de los pueblos migrantes, también como Misioneros Vicentinos de La Serena, nos sumamos a un voz fuerte y enérgica, «los migrantes no son un peligro, están en peligro».

Muchas razones tenemos, para seguir acompañando ala gente en este tiempo de pandemia, a pesar de los riesgos que esto conlleva,  porque si de algo nos sentimos orgullosos, es de pertenecer a la Congregación de la Misión, que hace suyo el sentir de Vicente de Paúl: no puede haber caridad si no va acompañada de justicia.

En este contexto, se dio la ocasión que nos movilizó, de una u otra manera, a responder y organizar ollas comunes, dando una respuesta social ante la crisis de hambre que trae el coronavirus, sumando a esto el creciente número de migrantes: el tema del agua derecho primordial, que hoy escasea en estos lugares, los desalojos de quienes han tenido que llegar al campamento por no poder pagar arriendos, etc. Por esta razón, en conjunto con los colegios de las Hermanas de la Providencia, Nuestra Señora de Andacollo, de los Hermanos Maristas y Francisco Coll, de las Hermanas Dominicas, se han convertido en una forma de contención espiritual y material a la vez.

Vea fotos en Instagram

Consejo Nacional de la Familia Vicentina sostiene reunión virtual

publicado en: Familia Vicentina, Noticias | 0

Una reunión virtual realizó, este martes 19 de mayo, el Consejo Nacional de la Familia Vicentina. En dicha reunión participaron Nany Segovia por ASEVI-AIC; Ana Sandoval y Lizardo Araya, por AMM; Héctor Mendoza por  SSVP; Daniela Quinchaman y Antonio Ibacache por JMV; Sor Dora Antimán por las HH.CC. y los Padres Fernando Macías y Carlos de la Rivera, por la C.M.

En la ocasión, además de postergar algunas actividades que estaban planificadas para las próximas semanas y meses, debido a la emergencia sanitaria, que se está viviendo, se acordó, reaccionar como familia, ante las consecuencias sociales de la pandemia. En este sentido, se decidió organizar una campaña para financiar ayudas que se entregará a familias u organizaciones que puedan auxiliar a las familias y personas más afectadas. También se decidió elaborar un documento -a modo de declaración o reflexión- para manifestar una opinión -como cristianos y como vicentinos- ante la realidad de los más postergados de la sociedad, que cómo siempre, son las primeras víctimas en cualquier situación que haga tambalear la economía y para solidarizar con quienes hoy, con justicia, reclaman por ayuda del Estado.

Finalmente, se acordó tener otra reunión semejante, el próximo martes 23 de junio, para presentar al nuevo Visitador y a la que se invitará, además, a la Visitadora de las Hijas de la Caridad, Sor María Elisa Ortiz.

Familia Vicentina lanza web para promover proyectos vicentinos en respuesta al Covid-19.

publicado en: Familia Vicentina, Noticias | 0

La Oficina de la Familia Vicentina Internacional ha entregado el siguiente comunicado de prensa:

La actual pandemia por covid-19 que sufre nuestro mundo ha multiplicado la pobreza y necesidades de millones de personas en todo el mundo. Desde el primer momento, la Familia Vicenciana (movimiento eclesial que sigue a Jesucristo a ejemplo de san Vicente de Paúl, y presente en todo el mundo a través de 4 millones de personas y más de 160 instituciones eclesiales) está trabajando incansablemente por aliviar la situación de todas estas personas que han visto empeorar su vida a causa del coronavirus: personas en situación de calle, nuevos desempleados, familias en situación de vulnerabilidad…
Con la intención de poner en contacto a los proyectos que necesitan financiación de las organizaciones
locales en todo el mundo, y a las personas de buena voluntad que deseen ayudar económicamente a que estas obras no decaigan, hemos creado una nueva página web: http://famvin.net

En estos momentos los contenidos se encuentran en español e inglés, pero pronto se añadirán contenidos en italiano, portugués, alemán, francés, y flamenco.
La situación de los que más sufren la calamidad es una preocupación de todos. Por favor, visita la web y conoce algunos de los proyectos que necesitan de tu ayuda, y, si puedes, apóyalos económicamente.
Con la ayuda de todos, lograremos vencer a esta pandemia y auxiliar a los necesitados. ¡Gracias!

Fuente: cmglobal.org

Día de la Solidaridad en Porvenir

publicado en: Noticias | 0

Con motivo del Día de la Solidaridad, celebrado el domingo 18 de agosto, en coincidencia con la memoria litúrgica de San Alberto Hurtado, la Asociación de Devotas de María Auxiliadora (ADMA), visitó el Hospital de Porvenir, llevando una donación de útiles de aseo y toallas para los pacientes, varios de los cuales viven permanentemente ahí.

La información fue entregada por el Padre Alejandro Fabres, párroco de Porvenir, quien además agradeció este gesto y el amor y generosidad demostrados por este grupo de mujeres cristianas, hacia los que más sufren.

Pobre, go home!

publicado en: Reflexión | 0

Hace una semana y media aproximadamente, fueron expulsados de Chile 51 colombianos. Todos ellos, según lo señalado por las noticias tenían antecedentes penales, estaban ligados al narcotráfico, y estaban cumpliendo penas. Fueron deportados a su país, con el compromiso de que no vuelvan nunca más a nuestro país.

La mayor parte de la gente, según algunas encuestas, aplaudió la medida. Pero quedé con un sabor amargo. No porque, como pueden pensar algunos, amparo el narcotráfico o la delincuencia, sino porque creo que hoy por hoy, a partir de lo que la prensa ha ido difundiendo, sin mayores fuentes reales, estamos criminalizando a ciertos grupos sociales, especialmente a los migrantes.

Pero no a cualquier migrante, no, sino a los migrantes que son pobres. Es decir, nos molestan los migrantes pobres, especialmente si estos tienen rasgos indígenas, afroamericanos, y más aun si hablan o tienen una cultura muy diferente a la nuestra.

La filósofa española Adela Cortina creó hace no más de diez años un neologismo, una palabra nueva, para definir lo que los chilenos estamos viviendo. Aporofobia.

La aporofobia es el odio (fobia) a los pobres (aporos). La mayoría de la gente dirá que no es así, que los que fueron expulsados eran delincuentes, que venían a dañar a los chilenos, que eran parásitos, etc.

Sin embargo, no expresamos nada de los consorcios extranjeros que se han adueñado del agua, del litio, de nuestras redes comunicacionales (telefonía, Chile tiene la telefonía más cara de toda Latinoamérica, caminos, medios de comunicación), no, ellos vienen a invertir. Pero la inversión es triplicada en las ganancias que se están llevando fuera. Pero como son rubios, de ojos azules, hablan bonito (siempre hemos sentido debilidad por las lenguas extranjeras, especialmente el inglés, francés, alemán, yugoslavo etc.) vienen a mejorar la raza.

Me ha tocado escuchar en estos días que las enfermedades como la tuberculosis, la difteria, la rubiola, han aumentado y se han triplicado. Que el SIDA se ha disparado y se ha convertido en un problema epidemiológico porque los haitianos lo han traído, porque todos vienen infectados. Nadie me ha hecho llegar pruebas objetivas, gráficos, o estudios serios. Sólo que el Ministerio de Salud lo ha dado a conocer ¿dónde? Aún no lo sé. El SIDA ha aumentado porque no se han continuado políticas que apunten a la educación sexual clara dirigida hacia adolescentes y jóvenes, pero no porque hayan llegado más o menos migrantes.

A los peruanos, los hemos dejado medianamente tranquilos porque su migración ya se está asentando en nuestra patria (tienen más de veinte años) Muchos de ellos han encontrado su nicho en el rubro gastronómico y eso les ha permitido mejorar su situación. Ya tienen hijos en nuestro país, están cotizando y pagando impuestos, lo que los hace sujetos de derecho. Ya se están incorporando a la sociedad chilena, lo mismo que pasó en el siglo pasado con la comunidad palestina. Es parte de los procesos de decantación social que se viven siempre.

Ahora tenemos a los venezolanos, quienes en su mayoría han llegado buscando mejores posibilidades económicas, los colombianos, que han llegado, inclusive algunos buscando la calidad de refugiados producto de la violencia institucionalizada que existe en Colombia; ecuatorianos, especialmente de origen otabaleños, etnia que se dedica principalmente al comercio y nuestros buenos haitianos, que han llegado escapando de una realidad de miseria profunda de la cual todos nos enteramos a través de las noticias y que aquí algo ha mejorado.

Sin embargo hemos ido criminalizando a muchos de ellos: Las colombianas y colombianos, vienen a prostituirse y a traficar con droga, los haitianos viven como animales no hablan castellano, y viven casi de la mendicidad, los ecuatorianos solo se dedican al comercio ambulante, los venezolanos nos roban el trabajo.

Hay algunos municipios que están penalizando el trabajo ambulante porque son parte de redes que perjudican al comercio establecido. Mi pregunta, esas redes ¿las manejan extranjeros o chilenos? ¿por qué debemos castigar a los vendedores y no vamos por aquellos que las sostienen?. Si los colombianos se prostituyen o viven del narcotráfico, porque no planteamos políticas que apunten a desarrollar las posibilidades de incorporación social como lo hicieron con nosotros en Suecia, Noruega o Finlandia cuando tuvimos nosotros que salir al exilio. Lo mismo con los haitianos, Y si los venezolanos vienen a robarnos el trabajo, será que atienden mejor, son más atentos, más preocupados de la atención al cliente, o inclusive son más preocupados de su presentación personal que los chilenos.

Los pobres nos complican porque debemos compartir con ellos los recursos que muchas veces pensamos que son solo para los chilenos, como pasa con los bonos que el Estado otorga.

Todo lo que he señalado lo he escuchado de personas, algunos católicos de misa, que tratan de justificar su fobia por los migrantes disfrazándola de una supuesta caridad cristiana, “yo lo digo por su bien”, “en su país estarían mejor”, “debemos preocuparnos por nuestros pobres primero”. Nos olvidamos que ser cristianos nos lleva a velar por el huérfano, la viuda y el extranjero, y que una de las frases del evangelio nos dice que “fui forastero y me acogiste”. Y los que no son cristianos el acoger al migrante nos hace hacernos uno con el otro. Reconocer en el otro a un ser humano.

No nos dejemos llevar por todo lo que dice la prensa, no creamos todo lo que aparece en la internet y en las redes sociales. Los migrantes, sean pobres o ricos, no son mejores ni peores que nosotros, son iguales a nosotros. Su formación profesional, laboral, social, es similar a la nuestra. No nos van a dañar socialmente, al revés, la migración siempre es un aporte para nuestra sociedad, nos hace ser más tolerante con nuestros propios defectos, nos complementa desde nuestra diferencia. No sigamos cultivando la xenofobia y la aporofobia. Démosle una posibilidad a la diferencia cultural.

Alejandro Fabres, C.M.