Reflexión hacia el Jubileo C.M. – P. Salvatore Farì C.M.

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La oración del pobre

En el año 2017, el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres, con la intención de que fuera la respuesta de toda la Iglesia a los pobres (dolor, marginación, opresión, violencia, torturas, prisión y guerra, privación de libertad y dignidad, ignorancia y analfabetismo, emergencia sanitaria y falta de trabajo, trata y esclavitud, exilio y miseria), para que no pensaran que su clamor caía en el vacío. Estos son los temas de las Jornadas Mundiales de los Pobres:

  • No amemos de palabra, sino con obras (2017)
  • Este pobre grita y el Señor lo escucha (2018)
  • La esperanza de los pobres no será defraudada (2019)
  • Tiende tu mano al pobre (2020)
  • A los pobres los tendrán siempre con ustedes (2021)
  • Jesucristo se hizo pobre por ustedes (2022)
  • No apartes tu mirada del pobre (2023)

El 13 de junio de 2024, en la memoria litúrgica de San Antonio de Padua, patrono de los pobres, el Papa Francisco envió a la Iglesia universal un hermoso mensaje para la VIII Jornada Mundial de los Pobres, titulado: «la oración del pobre sube hasta Dios» (Sir 21,5). El texto bíblico pone en evidencia cómo los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios, tanto que, ante su sufrimiento, Dios está «impaciente» hasta que les ha hecho justicia. ¡Nadie, absolutamente nadie, está excluido de su corazón!

La Jornada Mundial de los Pobres se ha convertido en una cita anual que invita a cada creyente y a cada comunidad a escuchar la oración de los pobres, tomando conciencia de su presencia y de sus necesidades. Escuchar a los pobres significa también ser discípulos de los pobres; sí, ¡podemos acudir a la escuela de los pobres! En una cultura que ha puesto la riqueza en primer lugar y que a menudo sacrifica la dignidad de las personas en el altar de los bienes materiales, ellos van contra la corriente, subrayando que lo esencial para la vida es otra cosa.

En su mensaje, el Papa Francisco nos invita, en el camino hacia el Año Santo 2025, a cuidar «los pequeños detalles del amor» en la fidelidad cotidiana: detenerse, acercarse, prestar un poco de atención, una sonrisa, una caricia, una palabra de consuelo…

Un aspecto que, en mi opinión, es muy importante se menciona en el n. 5 del mensaje del Papa: la oración. “Necesitamos hacer nuestra la oración de los pobres y orar junto a ellos. Es un desafío que debemos aceptar y una acción pastoral que necesita ser alimentada. De hecho, la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una apertura especial hacia la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.

Manos para la oración

El cuarto centenario de la fundación de la Congregación de la Misión es, no solo para los misioneros vicencianos, sino para toda la Iglesia y para todos los creyentes, una invitación a la oración, a tener manos para la oración.

En esta segunda reflexión, también les propongo una pintura sobre lienzo, Hombre en oración, del artista bosnio Safet Zec, quien huyó del asedio de Sarajevo durante la guerra de los Balcanes en los años 90. El artista retrata a un hombre que, precisamente en la oración, encuentra la luz y la esperanza en la oscuridad.

Esta imagen puede acompañarse de la iconografía bíblica de la curación del sordomudo (Marcos 7,32-37): «Jesús lo llevó aparte, lejos de la multitud, le puso los dedos en los oídos y, con saliva, le tocó la lengua; luego, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effatá», es decir, «Ábrete»».

El texto bíblico revela que el profundo vínculo entre el amor a Dios y el amor al prójimo también debe entrar en nuestra oración. En Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, la atención hacia el otro, especialmente si está necesitado y sufriendo, lo lleva a dirigirse al Padre, en esa relación fundamental que guía toda su vida. Pero también sucede al revés: la comunión con el Padre, el diálogo constante con Él, empuja a Jesús a estar atento de manera única a las situaciones concretas del hombre, para llevarles el consuelo y el amor de Dios. La relación con el hombre nos guía hacia la relación con Dios, y la relación con Dios nos guía de nuevo al prójimo.

Vicente de Paúl entre el servicio y la oración

Vicente, tocado por la cercanía con los pobres, los miraba con una mirada teológica, es decir, la mirada que Dios ha mostrado tener hacia el pueblo de la alianza, reducido a condiciones miserables en la historia de la salvación: la mirada comprensiva del amor misericordioso, que fue transparentada de manera inequívoca en la mirada con la que Jesús acariciaba a los pecadores, desafortunados y débiles.

Los pobres se convirtieron para Vicente en el punto más sensible de su conciencia, en cuyo contacto su espíritu vibraba. Jean Calvet (un biógrafo suyo) escribe: “Él sentía y creía que realmente, sin metáfora, el mendigo, el harapiento, era su hermano. Si todos los días hacía sentarse a su mesa a dos pobres de la calle y quería servirles él mismo, era porque veía en ellos a Jesucristo, pero antes de todo porque veía en ellos a sus hermanos. Y como eran hermanos desdichados, pensaba que merecían esa mirada particular: los consideraba sus «amos y señores»

Traduciendo con otro lenguaje una de sus exhortaciones en favor de los pobres, podemos escucharlo nuevamente en estas palabras: “Miren a los pobres, obsérvenlos bien. Son rudos, desfigurados por el dolor y el hambre. Sucios. Apenas tienen apariencia humana. Y sin embargo, den vuelta a la moneda y verán en ellos la imagen del Hijo de Dios, quien en su pasión en la cruz asumió ese rostro desfigurado y humillado”

Para Vicente, cada pobre era un rostro cargado de historia. Un rostro que debía ser descifrado y amado con ternura y cordialidad, reconociendo el mismo misterio del Dios que se hizo hombre y compartió el sufrimiento humano.

A este respecto, recuerdo un texto tomado del Reglamento de la Caridad femenina de Montmirail, donde Vicente educa en el servicio y la oración: “Al entrar en la casa de un enfermo lo saludará amablemente, luego, acercándose a la cama con una cara modestamente alegre, lo invitará a comer, le acomodará la almohada, arreglará la manta, pondrá la mesita, el mantel, el plato, la cuchara, limpiará el tazón, servirá la sopa, pondrá la carne en el platillo, hará que el enfermo bendiga la comida y tome la sopa, cortará la carne en trozos pequeños, le ayudará a comer diciéndole alguna palabrita santamente alegre y de consuelo para animarlo, le servirá de beber, lo invitará nuevamente a comer. Finalmente, cuando haya terminado la comida, después de lavar los platos y los cubiertos, doblará el mantel y quitará la mesita, hará que el enfermo diga la oración de agradecimiento y enseguida lo saludará para ir a servir a otro”.

No olvidemos que los pobres, la gente, las «cosas por hacer» no apartaron a Vicente del corazón de su experiencia con Dios, en la oración: Dedicado continuamente a la oración, no se distraía ni con la contemplación de los misterios divinos, ni con la gente, ni con los asuntos, ni con cosas felices o tristes: de hecho, siempre tenía a Dios presente en su mente, y con gran esfuerzo y santas estrategias había logrado que todo lo que se presentaba ante sus ojos le recordara a su Creador; expresando a su manera la gloria de Dios y las alabanzas divinas, lo impulsaban a la contemplación de la belleza celestial. Por eso siempre era modesto, manso, dócil y benévolo, conservando en todas las cosas una maravillosa serenidad de espíritu: no se exaltaba con las cosas felices ni se turbaba con las adversidades, ya que podía decir con el profeta: “Siempre tengo a Dios ante mis ojos porque Él está a mi derecha para que no sea sacudido”

Conclusión

Que el Señor nos conceda la capacidad de una oración cada vez más intensa, para fortalecer nuestra relación personal con Dios Padre, ensanchar nuestro corazón hacia las necesidades de quienes nos rodean y sentir la belleza de ser «hermanos en el Hijo» (Lumen gentium, 62) para construir fraternidad y amistad social (Fratelli tutti, 6).

Il Signore ci conceda di essere capaci di una preghiera sempre più intensa, per rafforzare il nostro rapporto personale con Dio Padre, allargare il nostro cuore alle necessità di chi ci sta accanto e sentire la bellezza di essere «fratelli nel Figlio» (Lumen gentium, 62) per costruire fraternità e amicizia sociale (Fratelli tutti, 6).

 

Roma, 7 de octubre de 2024 Memoria liturgica

Beata Virgen María del Rosario

Oficina de comunicaciones Congregación de la Misión.

Misión Internacional de Bolivia

No soy de aquí ni de allá… sino de donde Dios quiera que esté” (SVP).
Mi nombre es Jorge Manrique Castro, C.M., de nacionalidad boliviana, que formo parte del equipo Misión Internacional en  Bolivia, y pertenezco a la Provincia de Chile; fui ordenado sacerdote el año 1997, y ya cumplí las Bodas de Plata en el ministerio sacerdotal y misionero.
Me permito citar a nuestro fundado en su frase de no ser de aquí o de allá, sino donde Dios quiera que esté en mi labor misionera; luego de un periodo de 10 años en la misión de Cochabamba – Bolivia, donde la labor de acompañar, animar a los feligreses de la parroquia y desde luego a cada una de las ramas de la Familia Vicentina, lo cual me permitió ver la riqueza que se tiene como familia y también la necesidad de hacer presencia en cada uno de los momentos que se fueron dando a razón de mi trabajo en la parroquia, esto fue en el transcurso de los años 2019 – 2020.
A partir del año 2021 y luego de ese momento que nos tocó vivir como humanidad, el tiempo del Covid, y viendo las necesidades propias de cada lugar, pedí estar y ser parte de la comunidad misionera en Trinidad el Beni, en el TIPNIS Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure, donde la presencia de los misioneros esta dedicada a un gran territorio, que se comprende en mas o menos unas 32 comunidades, que se encuentran dispersas por todo este territorio; es así que llego a integrarme al equipo misionero en el año 2021, siendo todo un desafío, pues dejar el apacible clima de la ciudad de Cochabamba con 14 grados en su mínima y 29 grados en su máxima para llegar a sentir, los 35 o 40 grados de calor y mucha humedad propias del departamento del Beni.
Experiencia que acompaño con ir enriqueciéndome con lo propio del lugar y de cada una de las comunidades de los Ríos; estas pues se dividen en tres, Río Isiboro, Secure y Ichoa, en casi ninguno de ellos hay presencia de nuestra Iglesia, la cual ha sido acompañada por las comunidades de los Jesuitas y Franciscanos, tocándonos a nosotros los Vicentinos la ardua tarea de continuidad en el crecimiento de su fe, que está muy enraizada en su cultura, de hecho en mi se dio la ruptura de lo propio de occidente en cuanto a algunas de las celebraciones propias de nuestra Iglesia en el plano litúrgico, causando un sentido más pleno y vivencial del por qué aquello se debería hacer como signo de la gracias del resucitado al hacerse presente para ellos en la acción del preparado de cada uno de los momentos propios de las celebraciones de cada uno de los tiempo litúrgicos y también en los sacramentos, gran riqueza acompañada de sus tradiciones.
La urgencia de estar entre ellos es para seguir fortaleciendo su sentido de fe, de esperanza y caridad que se van dando de lo más hondo de su sentir en Dios como Padre creador de todo lo que les rodea, esto también implica el sentido de poder tener la grata y buena convivencia con ellos en sus festejos de sus santos patronos de comunidad, a los cuales les hacen participes de su sentido de comunidad que vive su ser cristiano, en cada uno de los sacramentos que piden y desean recibir en favor de sus hijos y ellos mismos al contraer matrimonio, sin dejar pasar la oportunidad de la bendiciones de sus propiedades como casas o herramientas de trabajo que en ellos hacen presente a sus fieles compañeros de trabajo en la tarea de ir con el ganado como son los perros, y sus caballos, ellos sumas todo a que Dios siempre los acompañe… y también sus compañeras en su labor de hogar y educar a sus hijos, eso sin desmerecer el hecho de hacer muchas labores de oficio de pesca o caza, siendo una contribución al sustento de sus hogares, la riqueza es diversa, como los frutos naturales que la misma tierra les proporciona, de  naranja, toronjas o pomelos, limón al igual que caña, yuca, plátano y desde luego el chocolate, tierra bendita como ellos la llaman y la cuidan, es ahí donde la labor misionera se hace presente junto a  ellos, en suplica y gratitud a Dios por todo lo recibido y la que es necesario para su sustento.
Descubrir su espíritu de buena convivencia, esto al ser recibido como uno mas de ellos en las comunidades, de experimentar los diferentes peligros y riesgos que conlleva el navegar por las aguas de los ríos, o la incomodidad persistente de los mosquitos, pero a pesar de ello, siempre habrá de ser mayor el gusto del encuentro tanto en los festivo de cada acontecimiento litúrgico como en el fraterno encuentro con cada uno de ellos, desde los mas ancianos llenos de experiencia de vida y acompañados de sus esposas, sin desmerecer las actitud de alegría y gozo de los niños y jóvenes, también de aquellos que son ya parte de las nuevas generaciones de padres, todos y cada uno de ellos orgullosos de su rol en la comunidad, es por eso que como misionero me ha tocada muy de cerca el saber culturizarme en lo que ellos proponen como lo propio y que ya está acompañado por la Iglesia por un largo tiempo, de ahí que el ser misionero por estas tierras es una riqueza que Dios me ha permitido sentir y vivir.
De las nuevas experiencias están, el hecho de aprender a manejar lancha o deslizador con motor fuera de borda, o también lo que es muy común entre ellos y es su medio de trasporte el peque-peque, pequeños motores que  se usa para los viajes por los ríos, de igual manera el ir conociendo un poco mas de la mecánica de este tipo de motores, y el cuidado al navegar por las aguas de los ríos, ya que siempre se puede llevar una sorpresa al chocar con un palo que no se ve por el color del agua o la escasez de agua en los ríos, que dan origen a las llamadas panduras, don el quedar encallado conlleva el bajar de la embarcación y ponerse a empujar para sacarla de ese lugar…
Agradecido de Dios por esta experiencia y cada momento que me permite vivirlo.

Asamblea General: tiempo de silencio y reflexión

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Nos han llegado los ecos de lo sucedido en el segundo día de la Asamblea General, es decir, el martes 28 de junio. se ha tratado de un día de reflexión guiado por Monseñor Andrew Belisario, C.M., arzobispo de Anchorage-Juneau en Alaska.

La primera  reflexión, que tuvo lugar durante la noche del día lunes  trató el tema de la Asamblea:  revitalizar nuestra identidad al inicio del quinto centenario de la Congregación de la MisiónA la luz del texto bíblico, Juan 20,16 el obispo habló de la manera en que Jesús habla a nuestro corazón. Por lo tanto, no tenemos por qué ceder al miedo, sino que debemos revitalizarnos. San Vicente es nuestro Fundador, y está con nosotros.

En la mañana del martes, el obispo dio una segunda conferencia, la que tituló :  los pobres, el carisma y la llamada. Al hablar de los pobres, el obispo narró su historia y el descubrimiento de san José, descubrimiento que lo hizo más sensible y más consciente de las personas que se sentían desamparadas. Al hablar del carisma, señaló que Jesús es capaz de llenarnos para que seamos capaces de descubrir nuestra vocación y revestirnos de las virtudes vicentinas. Finalmente, al hablar de la llamada, se refirió a su vocación al episcopado, una realidad presente y bastante diferente en la que está continuamente interpelado a abrirse a la vida de la Iglesia.

En la homilía, durante la Eucaristía el obispo compartió su experiencia con los pescadores y el agua. Se refirió al pasaje del evangelio donde se encuentra a Jesús en el mar de Galilea y explica su relación con sus apóstoles que eran expertos pescadores. Jesús les dio a los discípulos lo que necesitaban para creer en él, incluso en tiempos difíciles. El don del Espíritu es el mejor don y dicho don puede transformarnos y convertirnos en personas salvas.  Por otro lado, el obispo recordó experiencias de adoración y reflexión con Jesús y cómo se puede profundizar esta relación. San Pablo deseaba la gracia de ser fuerte por la efusión del Espíritu Santo.

 

Juventud en tiempos difíciles: En el camino de Santa Luisa de Marillac

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Juventud en tiempos difíciles, en el camino de Santa Luisa de Marillac, es una buena manera en que la vida juvenil vicenciana, pueda
conocer y revisar la vivencia más experiencial y sensible de lo que fue la vida de Santa Luisa y así asumir que la juventud de ella, al igual que la nuestra, no está ausente de las dificultades y de lo que es un tiempo difícil, como la estamos enfrentando hoy, producto de la pandemia.

Asumir los tiempos difíciles desde nuestro ser joven vicenciano, a la luz de la vida y santidad de Luisa, es una oportunidad para asumir nuestras carencias, posibilidades y las capacidades personales para salir adelante desde nuestro carisma. Luisa asume el tiempo difícil con valentía y tenacidad, como también con una gran esperanza revolucionaria y protagonista de su entrega entre los pobres.

¿Cómo puedo vivir en medio de la dificultad? ¿Cómo poder ver la luz en medio de mi propia confusión? ¿Qué pasará durante esta pandemia, en mi vida personal?

Luisa de Marillac, mujer que vive una niñez y juventud muy dura, la falta de una madre que pueda abrazar y que acompañe su crecimiento. Mujer que se deja modelar por la vida, por un estilo que la haga más próxima. Luisa, que vive la muerte de su marido, la bendición de su hijo como también el sufrimiento por él. Como Madre, ayúdanos a sentirnos cobijados por tu fuerza servicial y tu testimonio de valentía para soñar con un verdadero paraíso para los pobres. Mujer, que vives constantemente buscando en todo, la Voluntad de Dios. Ayúdanos a aprender a mirar lo que sucede a nuestro alrededor y confiar en Dios, que pueda darnos una señal que pueda ser esa Luz de Pentecostés, que cada uno necesita para impulsar su corazón a una manera de vivir radical según Dios. Estamos llenos de estímulos por todas partes, por las redes sociales, las luces del mundo y las maneras egoístas y autosuficientes de mirar nuestras propias realidades. Entonces, ¿desde dónde recomenzar?

Como jóvenes, pocas veces pensamos, en como gastar nuestra propia vida sino es para nosotros mismos, porque se nos ha modelado en un entorno personalista, donde cada uno se las arregla por sus propias opciones, y donde el mirar más allá de nuestras narices se reduce a mirar desde fuera, pero no involucrarse. Luisa decide involucrarse, decide decir sí, decide dejar todo aquello que solo le obtenga felicidad personal, para asumir que su vida, juventud en tiempos difíciles, es una verdadera OPORTUNIDAD, para proyectar que es lo quieres hacer y dejar de hacer lo que te deje aislado en un mundo, lleno de posibilidades. Por eso te invito a leer, próximamente este E-book, que lanzaremos, para reconocer el verdadero espíritu que animó y modeló en un tiempo difícil, la juventud de Luisa, para llevarla a comprometerse en el camino con Jesús.

Álvaro Tamblay Godoy, C.M.

Encuentros de Oración en Iglesia de Alameda

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Tal como ha sucedido en los meses anteriores, en la tarde del sábado 7 de septiembre, se realizó en la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda, un  Encuentro de oración y reflexión, organizado por el Grupo Oración  Música. Esta vez el tema fue la mujer y el abandono del que éstas, muchas veces, son objeto.

Durante la tarde se rezó la Coronilla de la Misericordia, se dio un tema de reflexión, se tuvo una hora de Adoración al Santísimo Sacramento y se concluyó con la Eucaristía.

Estos Encuentros se repetirán en el futuro, como ha venido siendo hasta ahora.

Encuentro de la Familia Vicentina

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Como es tradicional, desde hace algunos años, al comienzo del mes de septiembre, Mes Vicentino, el pasado sábado 7 de septiembre, tuvo lugar el Encuentro de la Familia Vicentina, que esta vez se realizó en la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda. En la ocasión, unas 90 personas, pertenecientes a las distintas ramas de las Familia y provenientes especialmente De Santiago, Valparaíso y Rancagua, participaron de una reflexión, en torno a la manera cómo cada rama está enfrentando actualmente el desafío de vivir en Carisma Vicentico.

Al final del Encuentro, el P. Álvaro Tamblay, nos ilustró acerca de la Iniciativa de la Familia Vicentina para las personas sin hogar, conocida también como «Campaña 13 casas», cumpliendo de esta manera, con una de las tareas que tiene como embajador de esa Iniciativa, en nuestro país.

Además de la reflexión, los participantes pudieron compartir fraternalmente, disfrutando d ella hospitalidad de los Misioneros de la Casa Central.

Vea fotos en Instagram: Album Uno  Album Dos  Album Tres

 

 

Navidad, es Navidad

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Navidad, es navidad
Toda la tierra se alegra
Y se entristece la mar
Marinero, ¿Adónde vas?
Deja tus redes y reza
Mira la estrella pasar
Marinero, marinero haz en tu barca un altar
Marinero, marinero porque llegó navidad.

(José Luis Perales)

Navidad es posiblemente la fecha más estremecedora para todas las personas, no solamente para los cristianos. Todos en el mundo, seamos creyentes o no le damos un significado a este tiempo, en que un niño nos trae la paz. Navidad nos remece, nos conmueve, nos llama a ser mejores personas.

Lamentablemente, muchas veces sea sólo eso: una fecha, un momento en que nos agobiamos por los regalos, la cena, la fiesta… y nos olvidamos del gran motivo de celebración: Jesús, la Buena Noticia.
Muchos viven la Navidad desde la tarjeta de crédito, el endeudamiento, los obsequios. Hay otros para los que la Navidad nunca llega.

Y la Navidad es de todos, la Navidad es para todos.

Jesús se encarna en la historia para restaurar la relación de amor entre Dios y el ser humano. Pero también para restaurar las relaciones entre los seres humanos. Es por eso que, en la mayor parte de los que están en conflicto, en el día de Navidad se decreta un alto al fuego; para que todos puedan alzar sus ojos, mirar al cielo y hacer una breve oración… una acción de gracias, un pensamiento para los que están lejos.

En nuestro mundo hay muchos que no tendrán una buena Navidad. Los presos en las cárceles, los que han perdido un ser querido, aquellos a los que su sueldo no les alcanza para cubrir sus más mínimas necesidades, aquellos que tienen a sus familias en zonas de conflicto y otros que están lejos de los suyos y que no pueden reunirse con sus seres amados.

Y Navidad es de todos, la Navidad es para todos.

María y José se han dispuesto para este nacimiento. Pero como el hombre propone y Dios dispone, el nacimiento los ha sorprendido mientras iban de camino, van a registrarse con motivo del censo decretado por el Emperador. Van a la tierra de José, quien es descendiente de David. El trabajo de parto los sorprende en el camino. Buscan posada en Belén, la pequeña e insignificante Belén, pero para ellos no hay posada. María debe disponerse a parir en un pesebre. Pesebre no es el romántico pesebre que ponemos en nuestros hogares, iluminado y bello. Es un lugar oscuro, hediondo, insalubre. Un espacio donde habitan animales y duermen los pastores. Es el lugar donde están los pobres. Jesús siempre hace una opción preferencial por los pobres.

¡Cuántas María han parido en estos días en la caravana de migrantes que busca llegar al gran país del norte! ¿Cuántas María han parido en las chalupas que cruzan el Mediterráneo desde África, buscando mejores oportunidades! ¡Cuántos José han acompañando ese momento con miedo, esperando que alguien se apiade de ellos! ¡Cuántas María y cuantos José se alegran de recibir a un niño, aunque sus condiciones de vida sean precarias!

Y Navidad es de todos, la Navidad es para todos.

Y hay quienes buscan a este niño para encontrarse con él… y otros para eliminarlo. Los reyes o mejor dicho los sabios de Oriente llegan al palacio de Herodes en busca de aquél que la estrella anuncia. Sabios que buscan la verdad. Herodes se complica, ve en este niño, peligro para su poder. Pide a los sabios que, cuando lo encuentren, le avisen para ir a adorarlo.

¡Cuántos poderosos buscan acabar con Jesús y su buena noticia, con Jesús y su profetismo! Jesús y la esperanza de los pobres. Monsalvo y sus transgénicos, las grandes transnacionales, los que explotan a los niños en India, China, Pakistán y otros tantos lugares especialmente del tercer mundo. El G20 y sus propuestas económicas para asfixiar las naciones más pequeñas. Los ricos y poderosos que no aceptan la opción de Jesús y su anuncio de salvación, la sanación del planeta, la economía solidaria, los Derechos Humanos. Sólo los sabios y prudentes, los que buscan la verdad y la justicia, los que tienen anhelos de respeto por el ser humano… sólo ellos verán a Dios.

Y Navidad es de todos, la Navidad es para todos.

Navidad mueve, inquieta, interpela de distintas maneras. ¿Desde dónde nos posicionaremos para mirarla, para contemplarla, para provocarla en nuestro interior y en la de los demás? Jesús nace para todos, Jesús sigue apostando por nosotros, Jesús sigue confiando en cada uno de nosotros. ¡Feliz Navidad para todos! ¡Qué Jesús siga naciendo en nuestros corazones y en nuestra vida, a pesar de las adversidades. Navidad es de todos. Navidad es para todos y nadie nos la puede arrebatar!

Alejandro Fabres, C.M.