Tras el rezo del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco anunció, desde la ventana del Palacio Apostólico, la creación de 21 nuevos cardenales, entre ellos los actuales arzobispos de varias ciudades de Sudamérica, como Lima (Perú), Santiago del Estero (Argentina), Guayaquil (Ecuador), Porto Alegre (Brasil) y Santiago de Chile.
La elección de los nuevos cardenales, anunciada desde la ventana del Palacio Apostólico, “expresa la universalidad de la Iglesia, que sigue anunciando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la Tierra”, aseguró el pontífice.
El consistorio para la ordenación de los nuevos purpurados se realizará el próximo 8 de diciembre, en un eventual cónclave, explicó el papa Francisco.
“Estoy muy emocionado por la responsabilidad”
El propio Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí Garib, fue quien anunció la noticia por redes sociales. “El Santo Padre me nombró Cardenal. Estoy muy emocionado por la responsabilidad y espero ser un aporte para la Iglesia chilena. Recen por mí y yo rezaré por ustedes como siempre lo he hecho. Dios mío, ven en mi auxilio”, comentó a través de su cuenta en X.
También ésta lista de nombramientos cuenta con un Vicentino; Él es: Vicente Bokalic Iglick, C.M. Nació el 11 de junio de 1952 en Lanús, como hijo de inmigrantes eslovenos. Estudió en el Colegio Parroquial San José de Pompeya de Lanús y en el Colegio Apostólico de Escobar. Posteriormente, ingresó al Seminario Mayor de la Congregación de la Misión de San Miguel, donde realizó estudios de Filosofía en el Colegio Máximo de San José y de Teología en la Universidad Católica Argentina (UCA). Fue obispo auxiliar de Buenos Aires y desde 2013, obispo de Santiago del Estero, y a partir del 22 de julio es arzobispo primado de la diócesis santiagueña.
La designación de Bokalic Iglic se produjo en el mismo año en que el Papa, en una «reparación histórica», devolvió a Santiago del Estero la condición de «sede primada» de la Iglesia Argentina, la cual desde 1936 ostentaba Buenos Aires.
En el momento del anuncio del papa, había 122 cardenales menores de 80 años con capacidad de voto en un futuro cónclave. La ley eclesiástica limita técnicamente el número de cardenales a 120, pero los papas anteriores también han superado esa cifra.
Los cardenales ocupan el segundo lugar en la jerarquía eclesiástica, después del papa, ocupan altos cargos en el Vaticano y son los principales asesores del papa. Francisco ha dicho en repetidas ocasiones a los cardenales que deben ver su papel como una oportunidad para servir, en lugar de actuar como “príncipes”. Los cardenales visten túnicas de color rojo escarlata para simbolizar su disposición a derramar su sangre por la fe católica.
En su discurso, el papa recordó también el inminente aniversario de los atentados del 7 de octubre, pidió la “liberación inmediata” de los rehenes en Gaza y lamentó que Medio Oriente se haya visto “sumido en un sufrimiento cada vez mayor, con acciones militares destructivas que siguen afectando a la población palestina”. Pidió un “cese del fuego en todos los frentes, incluido el Líbano”.