El sábado recién pasado, día 31 de agosto, se desarrolló la proyectada Asamblea Parroquial, en que pretendíamos, en un espíritu sinodal, revisar cuál es nuestra realidad como comunidad parroquial y qué desafío enfrentamos, como también cuáles serían las acciones que deberíamos emprender para mejorar nuestro servicio.
Aunque la asistencia fue más bien escasa, logramos identificar algunas dificultades que enfrentamos, tanto en el plano de las infraestructuras, como en el aspecto estrictamente pastoral.
Es así como se identificó en infraestructura, especialmente en el templo parroquial, la necesidad de adaptar el ingreso, pensando en personas ancianas, discapacitadas o con dificultades de movilidad. También se dialogó en torno a los problemas de audio existentes en el templo. Además hubo alguna referencia a mejoras o reparaciones necesarias tanto en el templo como en las demás dependencias parroquiales.
En lo pastoral, se señaló la necesidad de implementar pastorales tales como la de juventudes, adultos mayores, migrantes, mundo de la diversidad. Debido al servicio que la parroquia presta con su sala de velaciones y las misas de exequias, se pensó en la posibilidad de implementar una «pastoral del duelo». En lo litúrgico, se presentó la necesidad de establecer un equipo de acogida para las celebraciones.
Se hizo diversas propuestas y se decidió tener una segunda sesión de esta asamblea, el próximo sábado 5 de octubre, para concretar algunas iniciativas.