Con una tremenda fiesta de clausura y con el apoyo de algunos monitores de la década de los 90, concluyeron los CEVAS de la Parroquia San Miguel, de la ciudad de Punta Arenas.
Esta vez se pudo contar con una productora, iluminación, torta y comida para los niños y jóvenes.
Fue una hermosa experiencia pastoral. Una buena fusión de los adultos y los jóvenes de hoy.