Con una solemne Eucaristía, presidida por Monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar y vicario general de la Arquidiócesis de Santiago y concelebrada por el Padre Visitador, Rodis Christensen y los misioneros de las comunidades de Santiago, se celebró, este lunes 27 de septiembre, la Solemnidad de San Vicente de Paúl, en la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda en Santiago.
En esta Eucaristía participaron delegaciones de las diferentes ramas de la Familia Vicentina, amigos y feligreses habituales en la Iglesia de Alameda. Cabe destacar la presencia de varias Hijas de la Caridad, de alguna Hermanas de la Providencia -entre las cuales su superiora provincial electa- como también otras religiosas.
Junto con la Fiesta del fundador, se celebraron 30 años de la ordenación presbiterio del P. Fernando Macías y 27 años de la ordenación del P. Luis Chávez. También se tuvo presente el aniversario 18º del P. Pablo Vargas. Al final de la Eucaristía el obispo bendijo especialmente a la mamá del P. Fernando Macías, presente en la celebración.
El obispo destacó la figura de San Vicente, que «encontró la bienaventuranza gloriándose en el Señor». Explicó cómo la gente busca hoy la felicidad en el dinero, en la comudidad, en el propio interés y nos olvidamos que existen los demás, nos olvidamos que existen los pobres. Más adelante, aludió a los vergonzosos hechos acontecidos en Iquique, donde se humilló y maltrató a los inmigrantes y lo atribuyó un «profundo egocentrismo«, que lleva a la gente a pensar «una vida para mí, pero el otro no me importa«, en circunstancias de que el Señor nos enseña «que nuestra felicidad pasa por el otro», y San Vicente entendió «que la felicidad pasa por la entrega al otro».
Al final de la celebración Monseñor agradeció el trabajo de los misioneros y de toda la Familia Vicentina en la Arquidiócesis. El visitador, a su vez, saludó a todos los cohermanos, presentes y también los que se encuentran en las diferentes obras, así como a los seminaristas y a todos los miembros de la Familia Vicentina.