Nació en Sucre-Bolivia, el 8 de noviembre de 1918, hijo de Don Teófilo Navarro y de Doña Hortensia Paredes. Tuvo 5 hermanos: Castry, Vicente, Serafín, Carmen y Teresa.
Llegó a la Casa de Ñuñoa, sede en ese entonces del seminario Interno y del Estudiantado de la Provincia del Pacífico, el 11 de diciembre de 1933, procedente del Seminario de Sucre. Al día siguiente, 12 de diciembre de 1933 es recibido en el Seminario Interno. Un año después, terminado el Seminario Interno, el 12 de diciembre de 1934, pronuncia el Buen Propósito. Emitió los Votos el 6 de mayo de 1937. Ese mismo año, el 28 de abril, había recibido la Tonsura. El año 1939 recibe las Ordenes Menores. En 1940 es ordenado subdiácono, el 9 de marzo y de diácono, el 21 de diciembre. Es ordenado sacerdote el 15 de junio de 1941.
El 19 de noviembre de 1941, deja la Casa de Formación para dirigirse a su primer destino, en Cajamarca-Perú, pasando por Sucre, donde celebraría su primera Misa.
Permanece en el Perú hasta 1958, año en que regresa a Chile, donde ejerce diversos ministerios, entre ellos el de párroco fundador de la Parroquia San Vicente de Paúl de Alameda. En octubre de 1964 es destinado a la Provincia Oriental de los Estados Unidos, trabajando en la Parroquia San Vicente de Paúl de Chicago, especialmente con los inmigrantes hispanos.
El año 1969, el Cardenal José Clemente Maurer, Arzobispo de Sucre-Bolivia, pide a los superiores de la Congregación que autoricen al P. Navarro para trasladarse a esa ciudad y asumir allí como Canciller de la Curia y Rector del Colegio Seminario San Cristóbal. Los superiores acceden y le conceden un permiso por tres años, el que se fue renovando periódicamente, con lo que finalmente llegó a permanecer 23 años en dicha ciudad y cumpliendo con los oficios señalados. Entre tantas tareas como le correspondió desempeñar durante ese tiempo, está la de haber acompañado en calidad de secretario personal, al Cardenal Maurer en los cónclaves del año 1978, en que fueron elegidos los Papas Juan Pablo I y Juan Pablo II.
A fines del año 1993 y luego de haber sufrido un paro cardiaco del que pudo recuperarse, vuelve a Chile, para reintegrarse a la vida comunitaria y a la Provincia. El año 1994 es nombrado Superior de la Casa Central y Rector de la Iglesia San Vicente de Paúl de Alameda, oficios que ejerce hasta el año 2000, el de superior y hasta 2003, como rector.
Hasta el año 2006 sigue prestando servicios como capellán de los Hermanos Marista y los Hogares de Ancianos de las Conferencias de San Vicente. En 2007 su salud empieza a debilitarse progresivamente, hasta que a mediados del presente año se hace necesario su traslado al Hogar El Atardecer de las Hijas de la Caridad, donde recibiría los cuidados necesarios para el estado en que se encontraba. En ese Hogar, atendido por las Hermanas y el personal y acompañado por sus cohermanos, entregó su alma a Dios, apenas caída la noche del 1 de octubre de 2008.