Homilía Superior General

Homilía Superior General
Misa de Toma de Posesión
8 de julio de 2022

Muy queridos cohermanos:

La revitalización de la identidad que significa nuestra espiritualidad y carisma de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, al inicio del quinto centenario de su fundación.

Esta invitación del Espíritu, de la Providencia no será posible de llevarla a buen fin, que esto se haga realidad solamente por medio de algunas personas, algunos miembros de la pequeña compañía, sino solamente con la participación activa y totalmente disponible de cada uno de los cohermanos y de cada uno de nosotros. En la asamblea se siente el Espíritu y doy gracias a Jesús por su gran misericordia.

Una palabra que se escucha a menudo en la asamblea es la palabra conversión. Quiere decir que la revitalización de nuestra identidad, de nuestra espiritualidad y carisma, va a la par con nuestra conversión personal.

Para la pequeña compañía, Jesucristo es la regla, para Vicente de Paúl, Jesucristo fue la regla, Jesucristo enviado a la misiona en la Tierra por el Padre para evangelizar a los pobres. La revitalización de nuestra identidad que es nuestra espiritualidad y carisma, y nuestra conversión personal tiene que poner en primer lugar, de responder a la pregunta: ¿Quienes somos? antes de la pregunta ¿que hacemos?

Nuestros fundamentos, construidos en una profundidad espiritualidad vicentina, nos van a impulsar automáticamente a hacer, actuar con claridad, fuego, entusiasmo, amor inventivo hasta el infinito. En servir con siempre más claridad en el crisma vicentino. Esta claridad es nuestra espiritualidad y al igual con nuestro carisma es ser encontramos en primer lugar en nuestras reglas comunes, nuestras primeras constituciones que nos deja el mismo San Vicente de Paúl en las cuales están basadas nuestras actuales constituciones, es el Libro de oro de nuestra pequeña compañía y por eso con todo amor, con todo ardor y toda convicción, exhorto a cada uno de nosotros a que este libro de oro retorne a la vida de cada cohermano como uno de los textos centrales de nuestra vida espiritual. Continuemos en ponernos en las manos de la Divina Providencia, para que esta Asamblea General llegue a ser por medio de la misericordia de Jesús, un nuevo Pentecostés para nuestra pequeña Compañía.