De nuestra historia: La primera visita de un Superior General a Chile
Entre los días 26 de septiembre y 3 de octubre de 1959 -en el inicio de las celebraciones por el Tricentenario de la muerte de San Vicente y de Santa Luisa, el entonces Superior General, Padre William Slatery, realizó la que sería la primera visita de un sucesor de San Vicente a Chile.
Ofrecemos la crónica de aquella visita escrita por el P. Francisco Godinho, Asistente General, que acompañó al P. Slatery en aquella visita.
No es fácil cruzar las millas y algunos kilómetros que nos separan de Chile; el avión debe subir a más de 6000 metros para sobrevolar las cumbres de la Cordillera de Los Andes. Pero nuestro cuatrimotor lo hizo valientemente y hacia las 3 de la madrugada estábamos en Santiago, la gran ciudad de dos millones de habitantes, muy bien iluminada, sobre todo en el centro. Después de los trámites aduaneros, fuimos recibidos por el P. Padrós, Visitador y por otros cohermanos, que hicieron frente el frío y la noche para esperarnos a una hora poco conveniente y tan extraña. Llegados a la Casa Central se nos ofreció una taza de café caliente y nos fuimos a descansar de las emociones y del viaje. Pero al poco rato, un ruido nos despertó: se diría que todo crujía en la habitación; pero esto duró sólo un momento. Algunas horas después, supimos que el famoso ruido era el comienzo, casi un ensayo, de terremoto, del que el P. Padrós hizo una simpática interpretación:
“El país y la Cordillera muestran su excepcional alegría por la primera visita que les hace un Superior General de la Misión”
COMIENZO DE LA VISITA A CHILE
26 de septiembre: A las 8, fuimos a decir la misa en la Casa Central de las Hijas de de la Caridad. A la entrada de la capilla, se erigía un cerco de hermanas: la Muy Honorable Madre, la Hermana Visitadora y su Consejo y muchas otras; el acontecimiento era muy extraordinario… Se rezó cantando durante la misa y se sentía que estos cantos eran la expresión de la alegría que llenaba los corazones. En la reunión de familia que siguió, una hermana saludó el Muy Honorable Padre en inglés, mientras que una hermanita (del Seminario) lo hizo en francés: los agradecimientos del Padre fueron traducidos por el Señor Visitador.
Poco después, en la Nunciatura, durante la visita protocolar, el Señor Nuncio nos recibe cordialmente y habla al muy Honorable Padre de las dos Comunidades: obras, promoción, falta de personal, etc; y lo invita venir, uno de estos días a comer con él. La visita al Arzobispo de Santiago no se podrá hacer, ya que está ausente.
GRANEROS Y EL SUBURBIO DE SANTIAGO
Después de algunas visitas oficiales, fuimos a ver nuestra casa de Graneros, a 70 kilómetros de Santiago: escuela agrícola, que tiene anexa una pre-escuela apostólica. Ante nuestros ojos se extiende el bello campo chileno dominado a lo lejos por la Cordillera de Los Andes que resplandece bajo la nieve y el hielo. Corta visita a la parroquia y ya estamos en la escuela. Los jóvenes están ya formados: un cohermano y luego un alumno, saludan al M. H. Padre en inglés.
La respuesta del M. H. Padre es traducida al español por el Sr. Visitador. En el almuerzo oficial estaban presentes: el Intendente, el Director de la fábrica, el Sr. Cura, los cohermanos de Graneros y de otras casas. El Director de la fábrica invita al M. H. Padre a visitar el establecimiento: y suben hasta el quinto piso.
A las 4 hrs., reunión oficial, en la Municipalidad donde el Sr. Alcalde declara al Superior General “ciudadano honorario de Graneros». Con este gesto, declaró, quería dar prueba a los Lazaristas del reconocimiento de la Comuna por los trabajos y la dedicación de nuestros cohermanos.
Regresamos a Santiago, hacia las 6. El M. H. Padre debía asistir a la misa cantada por nuestro cohermano, el P. Renaldino Madrid, con ocasión de sus veinticinco años de sacerdocio.
TRICENTENARIO VICENTINO EN SANTIAGO
27 de septiembre: Fiesta del Tricentenario. En la mañana, el Sr. Visitador propone una visita a Macul, donde se piensa construir la nueva escuela apostólica.
A mediodía, el M. H. Padre celebró la misa en la capilla de la Casa Central. Y en el almuerzo de fiesta, se destaca la presencia Obispo de La Serena y del representante de los Padres Columbanos, de los Padres de la Preciosa Sangre, de los Hermanos Maristas, etc.
A las 19 hrs., en nuestra capilla, solemne Pontifical de Su Excelencia el Nuncio Apostólico. Es nuestro cohermano el P. Navarro, quien pronuncia el sermón, mientras que nuestros Apostólicos y las Hermanas se encargan del canto.
LlMACHE: ESCUELA APOSTÓLICA Y “PAZ DE LA TARDE”
28 de septiembre: Visita a la Escuela Apostólica de Limache. Acompañado de los Padres Godinho y Padrós, el Muy Honorable Padre toma el coche a las 6 hrs. y la niebla es muy fuerte. Tomamos la carretera “panamericana”, bella franja que atraviesa varios países de América Latina. Hacemos una pequeña parada en Quillota, Escuela primaria dirigida por nuestras Hermanas. En la Escuela Apostólica, vamos derecho a la capilla, donde el Padre debe celebrar para los alumnos, que se unirán con oraciones y cantos a la gran acción litúrgica. Luego dimos una vuelta por la casa; casa de familia adaptada para su nuevo uso; y se da también una vuelta por la propiedad: pequeña pero bien mantenida.
Antes de la comida, fuimos invitados a una pequeña reunión, donde nuestro cohermano, el P. Juan Rens y un alumno dan, en inglés, la bienvenida al M. H. Padre. Luego siguen cantos nacionales, ejecutados con mucho corazón por simpáticos y espontáneos alumnos.
Junto a la escuela, hay también un asilo de ancianos, hombres y mujeres. El M. H. Padre anima a las hermanas y a esas pobres creaturas que no tienen a nadie. La casa enarbola un bonito nombre, bien cristiano “La paz den la tarde”. Hacia las 4, partimos para Valparaíso, uno de los grandes puertos del Pacífico, haciendo, un alto en Quilpué, donde las Hermanas tienen una escuela primaria. Luego está Viña del Mar, simpática y pequeña ciudad con sus casas graciosas y sus calles bordeadas de palmeras. Visita al hospital confiado nuestras Hermanas. Luego, algunos kilómetros más y llegamos Valparaíso. Antes de ir a la casa de los cohermanos, saludamos al Vicario Capitular, quien aprovecha la presencia del Superior General para pedirle aumento del personal en esta parroquia, que sólo tiene dos sacerdotes para 50.000 habitantes… Con este deseo (ciertamente bien compartido), en nuestro auto dejamos a Monseñor y literalmente trepamos, ya que las veintidós colinas de la ciudad, los “cerros”, le dan una topografía verdaderamente accidentada y difícil…
VALPARAISO: PARROQUIA Y TRABAJOS APOSTOLICOS
En la puerta de la iglesia parroquial, se encontraban el párroco P. Bogliolo y su vicario, el P. Rojas, la Hermana Visitadora y su Consejo, varias otras Hermanas y sus alumnos, etc. En un saludo de bienvenida, dos laicos presentan la historia del trabajo de los cohermanos y naturalmente, piden refuerzo de personal; refrán y petición formuladas a menudo. Una vez en la iglesia, desde la sede, el Sr. el cura da la bienvenida al T. H. Padre y pone de relieve el sentido de esta extraordinaria visita.
La ubicación de la casa de los cohermanos y de la iglesia son excepcionales: situadas en lo alto de la colina, sobre un terreno en pendiente, teniendo delante una pequeña calle, parece inclinada sobre el vacío... Pero la vista sobre la bahía es verdaderamente magnífica… No obstante, aquí es necesario tener un corazón fuerte, ya que se sube mucho y sin cesar.
29 de septiembre: El M. H. Padre celebra la misa en la iglesia parroquial, ante numerosas Hijas de la Caridad y algunos feligreses. Después de la misa, visitamos dos capillas adjuntas a la parroquia: “La Milagrosa” y “San Pedro ”, luego algunas obras de nuestras Hermanas: Primero, la casa “Santa Ana”, colegio de niñas, una vez reunidos en el patio principal: discurso y danzas interesantes. Después, la “Casa del Carmen”, otro internado de niñas. Después dos hospitales “Van Buren” y “Deformes”, con una muy agradable recepción de las Hermanas y los médicos. Hacia 9 de la noche, estábamos de vuelta en Santiago.
SANTIAGO: OBRAS PARROQUIALES Y SUBURBIO
30 de septiembre. Visita a Macul, en el suburbio de Santiago. Hay allí una la escuela de niños, dirigida por nuestras Hermanas. A nuestra llegada se iza la bandera y se canta el himno nacional; luego vino el desfile militar de los muchachos que con su sonido provoca todo un ambiente especial. No lejos de la casa de las Hermanas, se construye la Escuela Apostólica, para la que se necesita más espacio. Desgraciadamente, por falta de dinero, la construcción está paralizada. Deseamos que el Visitador encuentre almas generosas que puedan ayudarlo a llevar a cabo esta empresa, esperanza de la Provincia…
A las 13 horas, recepción en la Nunciatura para el ágape ofrecido al M. H. Padre, por el Señor Nuncio Apostólico, antiguo alumno del Colegio Alberoni de Piacenza (Italia). Entre los invitados estaban el Obispo de La Serena, el Obispo Administrador de Santiago, el provincial de los Padres Jesuitas y varios Superiores religiosos de la ciudad.
Desde el Palacio de la Nunciatura, el M. H. Padre se traslada a la Casa Central de las Hijas de la Caridad. Allí encuentra reunidas alumnas de los distintos colegios, que llenan al patio interior. Después de unas palabras en inglés, presentaron danzas regionales y ejercicios gimnásticos muy interesantes.
CONCEPCION: ESCUELA Y HOSPITAL DE LAS HERMANAS
El 1 de octubre: visita a Concepción; es una de las tres más grandes ciudades del país, bastante lejos de Santiago, porque hicimos una hora y media en avión, para llegar allá. En el aeropuerto, un Padre de Maryknoll nos recibe y nos lleva en su auto, primero a Talcahuano, donde nuestras Hermanas dirigen una escuela para niños pobres. Luego está el "Hospicio Concepción", una casa muy grande y vetusta, bastante deteriorada, donde asoman, en las paredes, grietas causadas por los terremotos. Esta casa es realmente dulce imagen de la pobreza: es edificante ver cómo las Hermanas son plenamente felices y alegres entre esta gente pobre, simplemente generosas en un entorno tan patético...
Después de esta visita, nos dirigimos al Obispado para saludar a a Mons. Sánchez, Vicario General, ya que el Arzobispo, Monseñor Mery, estaba ausente. Luego dimos una vuelta por el Hospital Regional, a cargo de las Hijas de la Caridad. El Padre tuvo ocasión de ver y conversar con las Hermanas del establecimiento y con las de algunas casas cercanas, que vinieron a saludarlo.
Hacia las 15 horas, el avión nos trae a Santiago. Viendo esta ciudad en camino de crear una nueva industria llena de esperanzas, no se podía pensar que, en el plazo de un año, sería gravemente afectada por este terremoto, que en 1960, ha provocado tanto daño y tantas víctimas en esta región.
CHILE LINDO… CARIDADES Y ESCUELAS
2 de octubre.- La mañana se dedicó a visitar a tres casas de las Hermanas: "Pío XII", una escuela primaria, el colegio "Sagrada Familia" y el Hospicio; esta última fundación dedicada a personas anormales, de las que había tal vez más de un millar. ¡Qué penosa impresión el ver a estas pobres personas... Algo emocionante, uno de los residentes dijo unas palabras de bienvenida en inglés, mientras que a su lado dos niños cantaban. Por la tarde, fue la visita de las otras tres casas de las hermanas: Casa Dieciocho, Casa Santa Catalina y el Hospital de San José
3 de octubre: Nuestro último día en Chile. El Padre General celebró la misa en el Hospital San Borja donde se reunieron las Hermanas de la ciudad para despedirlo.
En el desayuno de familia, el P. Padrós agradeció al Padre General por su visita y dirigió también algunas palabras al Asistente General. Estas amables palabras y nuestras respuestas, quedan grabadas en la cinta magnetofónica: ¡recuerdos! …
En el aeropuerto se encontraban reunidos varios cohermanos, numerosas Hermanas, alumnos, etc. Luego de agradecer a cada uno esta acogida tan amable, subimos al avión, volando hacia el Perú. En nuestros oídos aún resuenan las palabras de la canción, repetida con tanta fuerza y corazón por los niños “Chile lindo”
El avión vuela ahora en las alturas, mientras nosotros tenemos a nuestro lado la famosa “Cordillera”, coronada de nieve. Como olas congeladas, estas montañas se aprisionan unas contra las otras y se alzan majestuosas. El avión recorre la costa por un tiempo, luego la tierra, el suelo árido, extensiones de arena sin vegetación, y fuera de la vista... nos internamos hacia Perú.
(Transcrito de Anales de la Congregación de la Misión 1959 – 60 – 61)